Intento observar que es lo que piensa ella exactamente, porque no me parece lógico que sabiendo de su embarazo, quiera divorciarse del padre de su hijo, pero, ella está muy seria para decir que es una broma.
— Day…— Entiendo lo que piensas, creerás que es una locura, porque al final, no es normal que una mujer embarazada de su esposo, pida el divorcio.— ¡Claro que sí! — grito molesto.— Controla tus emociones, por favor. Si no lo haces, tendré que irme. — dice ella con seriedad.El malestar me invade y realmente me cuesta mantenerme sentado porque lo que ella me está diciendo, más lo que me pide de acuerdo con mi reacción hace que sea demasiado para mí.Aunque pensé que lo mejor era obedecer sus peticiones para que no se altere, esto supera todo lo que podría aceptar para que este tranquila. Así que, salgo del auto, camiEl pánico se apodera de mí y yo tomo a mi esposa en brazos, para correr rumbo al ascensor, de donde veo a mis escoltas corriendo para ayudarme. Ellos presionan el botón para poder subir al primer piso, mientras yo veo su pecho con leve movimiento, mientras su rostro y brazos se mantienen lejos de mi campo visual.La puerta del ascensor se abren y de inmediato, soy auxiliado. Uno de los enfermeros, sostiene su cabeza, que había quedado prácticamente colgada de su cuerpo, porque por más que la intenté acomodar en mi pecho, no fue posible.— ¡¿Qué le hiciste?! — grita su amiga, mientras yo veo mis manos donde ella estaba hace solo segundos.— Yo… solo respondí la pregunta que me hizo. — digo en un susurro.— ¡Es mentira! ¡Algo le hiciste! — grita Nina golpeando con fuerzas mi pecho.Yo no me defiendo, porque realmente merezco todo d
La debilidad sigue en mi cuerpo. Escasamente puedo mantenerme despierta y la verdad, no sé si hacerlo sea buena idea. Después de todo, estar despierta me hace recordar que estoy sola y que mi padre, ya es cenizas de lo que una vez fue un cuerpo cálido.— Todo ha pasado tan rápido. — susurro.— Amiga…— Deberías ir a casa, tu padre debe estar preocupado por ti.— Ya se enteró de la noticia, le informé que estoy contigo y no me dijo algo más. — dice Hanna.— Entiendo. Gracias por quedarte.— Es mi lugar, Day. Nina y yo estaremos a tu lado en todo lo que necesites. — dice Hanna y yo asiento.No tengo ánimo de hablar, estoy tan agotada y los mareos aparecen en cualquier momento aun estando acostada, que no me siento con ánimo para hablar o hacer algo tan simple como levantarme. Por eso, solo me quedo en silencio mirando el
La tensión aún se siente en la habitación, pero, al menos no hay ruido molesto fuera de este lugar. Así que, al menos en eso ha mejorado, como también, ha mejorado la agresividad de Ryan que se concentra en lo que hace la doctora y quizás, eso le ha dado una mirada anhelante y cero agresividad.— Ya está todo listo, por favor, futuro padre, colóquese al lado de su esposa. — pide la doctora y yo la observo seriamente.— No tan cerca, Ryan. — digo mirando a la doctora.— Está bien. — dice él.La doctora coloca el instrumento frio e invasivo en mi interior y yo agradezco no pasar por algo así desde años atrás, porque realmente es bastante incómodo.— Solo será un poco de molestia para ver a los bebés. — dice la doctora y yo abro los ojos sorprendida.— ¡¿Qué ha dicho?! &mda
La doctora se marcha y yo me levanto para poder colocarme la ropa interior, pero, Ryan de inmediato se muestra alarmado y levanta un poco las manos en señal de algo, con su mirada de pánico.— ¡No te bajes! ¡Si necesitas algo puedo buscarlo por ti!— No, gracias. — digo intentando bajarme, pero, él continúa impidiéndomelo.— Day, entiendo que quieras estar lejos de mí, pero, debes tomar en cuenta que esto es por el bien de los bebés.— Ryan, voy a ponerme mi ropa interior.Ryan mira a mi alrededor y toma mi ropa interior de un cajón en la pequeña mesa, para caminar hacia mí con la ropa interior.— Yo te ayudo.— Ryan, por favor, yo puedo hacer esto sola no va a matarme o a los bebés. — digo molesta.— ¡No digas eso, Day! ¡Por favor, no menciones la muerte relacionándolo con los beb&ea
Como humanos, creemos que para depender de alguien esta persona debe darte algo, pero, incluso en lo que no da hace falta. Mi padre no me daba el tiempo de calidad como padre, porque siempre estaba trabajando.Pero, ahora que sé que no estará, que ni siquiera sus mensajes diciéndome que está ocupado trabajando o ‘de vacaciones’ me siento muy mal. Todo el tiempo en el que no estuvo a mi lado y lo culpé de ello, me parecen anhelantes, porque al menos sabía que aunque fuera una vez a la semana lo vería.Ahora no será así. Aunque le escriba, no responderá, si me escapo, no va a buscarme, si Ryan me trata mal, no lo llamará a insultarlo. Mi padre ya no volverá, no lo hará en una semana, un mes o un año.Entonces, esta vez es diferente, porque aunque se la pasaba trabajando en la empresa o en viajes de negocios, volvía a mí y ahora, no volverá.
Las chicas se aferran a mí y por eso, con su ayuda me levanto con la urna en mis manos, con cuidado, nos alejamos de Ryan para regresar a mi habitación donde me quedo sentada en la camilla, mirando el cielo que se muestra en mi ventana.Las chicas me preguntan una y otra vez si me encuentro bien al punto que cada cinco minutos debo asentir para que ellas estén tranquilas, aunque la realidad es que no estoy bien, ¿Cómo debería estarlo? El hombre que siempre me cuidó, cargó y consintió, ahora es un puñado de cenizas que abrazo con fuerzas.‘Las cosas cambian rápido y por eso, ahora estoy así.’ me digo mentalmente.— Day, debes descansar. Sabemos que es algo duro de procesar y soportar, pero, recuerda que es necesario para tus bebés. Tu cuerpo está trabajando el triple, debe descansar más. — dice Hanna.— Hanna tiene razón, Da
Narra RyanIntento concentrarme en mi trabajo, pero, no me es posible. La carga de trabajo durante estos días ha hecho que deba regresar a la empresa para liderar a los tontos que no pueden sobrevivir a dos semanas sin que yo esté presente en la empresa.Por eso, la carga de trabajo es grande y aunque me concentro en lo que hago, a los tres minutos estoy pensando en Day y como puede estar pasando el día.— Ryan, concéntrate. Si sigues así terminarás esa carpeta en una semana. — dice Sashel.— Ayúdame con esto, yo no tengo mente para esto. — pido.— Sabes que tus negocios están a una escala muy superior a la mía. Por lo que, dudo que pueda decidir correctamente.— Si que eres un idiota… no puedes ayudarme siquiera en esto, que molesto.— En realidad, vine fue a concentrarte y no a ayudarte a trabajar. — dice Sashel y yo me levanto de
El deseo de saber que le sucede, hace que tome mi chaqueta para ir hasta el hospital, pero, Sashel de inmediato, se interpone en mi camino, causando que me sienta molesto por estorbarme.— Quítate de mi camino. — digo empujándolo a un lado.Pero, Sashel se recupera rápidamente de mi empujón y por eso, se aferra a mi brazo como si fuera una especie de animal aferrado a su árbol.— Sashel, no tengo tiempo para lidiar contigo.— ¡Lo sé y por eso, intento detenerte!— ¡Quiere divorciarse de mí! ¡¿Crees que me quedaré de brazos cruzados con algo tan importante de hablar?! — grito molesto.— Escúchate como estás hablando. Ahora mismo no puedes controlar tus emociones, ¿es si como vas a enfrentarte a una mujer embarazada que ha perdido a su padre?— Debo dejarle claro que no me divorciaré de ella.