Coorah. Estación marítima para los Cruceros, Puerto de Barcelona, 2024. En la puerta de la estación marítima rodeada de mucha gente que miraba con expectación y asombro lo que estaba ocurriendo ante ellos, mientras la guardia civil y la policía portuaria, intentaba calmar la excitación de la gente. En medio de todo esto, el punto central de la atención de todos estaba en una enorme limusina blanca, y reluciente, que estaba flanqueada por varios coches de lujo negros, junto a e ellos varios hombres vestidos con traje negros, y con gafas de sol, como si fueran los guardas espaldas del presidente de los estados unidos, estaban correctamente formado, y erguidos. Por un momento pensé que alguien importante una celebridad, o un famoso político había viajado con nosotros, sin que ninguno lo supiera. De pronto todo me miraron, inclinado la cabeza, y alguien abrió la puerta de la limusina, y justo de ella salió el hombre más guapo que yo, y muchas mujeres que estaban allí, contemplado él e
Fazio.Hotel Port, cerca del Puerto de Barcelona, 2024.-” Señor De Falco, ya está todo listos, para lallegada de la señora de Falco, le hemos dejado el traje sobre la cama, en cinco minutos nos iremos al puerto.”- oí como me decía uno de mis
Fazio.Hotel Port, cerca del Puerto de Barcelona, 2024.No pude evitar sonreír mientras llamaba a Nicole, la mujer con la que el malnacido había quedado, y uno de mis mejores ángeles informantes. Coorah. En camino de la villa principal de la familia De Falco, la capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. No quería mirar a Fazio, desde que montó ese espectáculo, en pleno Puerto para cruceros, en Barcelona, haciendo que las redes se saturaran con imágenes, videos, y comentarios, de la extraña petición que un desconocido millonario, le hizo a su novia, no había podido levantar la cabeza de la vergüenza. Por otro lado, estaba molesta porque, ese idiota, no fuera más comedido, y me convirtiera en el centro de atención, así que, durante todo el viaje en el helicóptero, hasta Cosenza, lo castigué con mi silencio, y un rechazo, silencioso y molesto, lleno de miradas de advertencia, de que ni se le ocurriera acercarse a mí. Tengo que admitir, en su favor, que él no tiene por qué saber, el porque me es tan importante pasar desapercibida, ya que, dado nuestro trato, de no querer saber sobre la vida pasada del otro, y su identidad, tampoco era obligatorio que Capítulo 53. Comienza la cuenta atrás: La llegada de la novia. Parte 1.
Coorah. En camino de la villa principal de la familia De Falco, la capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Esto fue algo que me encendió más, provocando que, por primera vez, la salvaje decidiera que ya había tenido suficiente de mi indiferencia, ante tanta provocación, quería sangre, preferiblemente la sangre de un seguro de sí mismo, calabrés, que la hacía rabiar con esa mirada, alterantemente, burlona. -” Bueno, ya que estamos poniendo las primeras normas, pues esta es la mía, y que debes de aprender mi querido esposo, no me gustan que me pongas normas, basta que me impongas algo, para que me incites a romperlas.”- le dije con descaró mirándole directamente a los ojos, con reto, mientras me quitaba los tacones que junto a ese vestido de verano, sexual y atractivo, estúpidamente me había puesto esa tarde, antes del viaje, en la suite que el italiano reservó, para verme más atractiva, cuando conociera a la familia de Fazio. Me agarré al sujeta manos de
Coorah. En camino de la villa principal de la familia De Falco, la capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Hay varias cosas que debo cuidar en mi futuro matrimonio, una de ellas es la cordura, sobre todo cuando mi futuro marido tiene la absurda misión de hacérmela perder con mucha facilidad, justo como estaba ocurriendo ahora, cuando fui derribada sobre el sillón trasero del vehículo, al que había sido llevada en los brazos de mi experto rival, provocado por unos hipnotizantes besos. Ni siquiera noté como él se tumbaba sobre mí, después de recostarme contra el sillón, mientras me besaba en el espacioso habitáculo, de ese enorme coche de lujo. Mi mente está en otra parte, sumergida en miles de sensaciones lujuriosas que sólo querían desnudar a ese hombre, para dejarlo marcado con mis uñas y dientes. La salvaje había decidido que había esperado demasiado para dejar su marca de propiedad sobre ese hombre, y estaba decidida a llevarlo a cabo a como diera lug
Narrador. Villa de la familia Costa, capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¡No pude ser, mamá! ¡No es cierto! ¡Me estás mintiendo...! Lo dices porque quieres probarme ¿Verdad? ¡Dime que me estas mintiendo!”- la voz alterada de única hija de los Costas, resonaba en su habitación, mientras su madre la miraba con algo de tristeza, al mismo tiempo que enfurecida, en su interior, maldecía mil veces a Fazio De Falco, ante la humillación que le había hecho a su hija. Hacía una hora que ambas habían recibido el reporte del espía que, la señora Costa, tenía entre el personal de servicio de la casa familiar de los De Falco. Ese espía era el que le había informado de los intensos preparativos que se estaban llevando por motivos de la inminente boda del nuevo cabeza de familia de los De Falco, motivo por el cual, su hija Stella y ella, se habían emocionado hacía unos días, pensando que, en la proclamación de Fazio como el nuevo Don de la 'Ndrangheta, se anuncia
Fazio. Una de las propiedades de negocios de la familia De Falco en las afueras de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¡Explícame! ¿Cómo ha podido suceder esto, Renzo?”- le pregunté a mi consigliere, después de que el me explicara lo que había pasado con el extraño accidente de tráfico. Desde que había dejado que mis hombres se llevaran a mi mujer a la villa para que todos los posibles ataques que pudieran producirse, al no haber conseguido, de primeras, su objetivo, se centraran en mí, y así protegerla. En ese momento, pensé que yo era el objetivo del ataque, que, al parecer, quién quiera que intentara sacarme de en medio, era un puto temerario que no sabía, o no quería saber, lo caro que iba a pagar esta acción, por eso me separé de mi mujer, no deseaba que fuera un daño colateral. Mientras era trasladado a una de las propiedades que pertenecen nuestra organización, para que, no sólo estuviera protegido, sino que, además, averiguara que era lo que de