Sarah Bodremon
No sé que horas eran cuando terminé de tocarme mientras tenía a Antonio del otro lado de la línea,solo se que de inmediato me quedé dormida. Por suerte no me agarró el sueño y tuve tiempo de hacer lo que debía hacer antes de abordar este avión.
Ya estoy de camino a Italia y me siento nerviosa, esto de empezar de nuevo, dejar una vida atrás no es nada fácil. Realmente me encariñé con Antonio, me empezó a atraer de una manera arrebatadora y tuve miedo. Él no es el tipo de hombre que te promete un futuro felíz, solo sabes del instante en el que vives y eso es solo sexo, no más.
Quiero viajar, disfrutar de mi familia y prepararme para una relación estable. Igual quiero emprenderby darle una buena estabilidad a mi familia y obviamente a mi.
Antonio Ramos
Se fue sin pensarlo.
Y me duele, me duele que no haya notado n
Sarah Bodremon Estos días he estado agotada. Las clases de administración de empresas cada día me envuelven la cabeza en un nido. Por suerte mientras estuve en España asistí a clases y aquí solo tuve que retomarlas.En solo 7 meses si hago todo bien mi padre me dará su pequeña empresa que se encarga de dar préstamos a microempresas y a personas que quieren entrar en el mundo de los negocios y aún no tienen presupuesto. Obviamente con mis ahorros invertiré un poco más, pondré a mi hermana a trabajar también y haré que todo crezca. No lo haré en España, en Estados Unidos me parece bastante bien, aunque prestemos servicios a personas de otros países.4 semanas después Doy vuelta en la habitación mientras me muerdo las uñas y pienso en el desastre que se ha convertido todo esto. No se como le diré eso a mi nov
Sarah BodremonLimpio el sudor de mis manos con mis pantalones, mis padres me miran y sonríen para darme ánimos. Bajo mi cabeza y vuelvo a subirla respiro hondo y trato de sonreír.—He pedido hablar con ustedes porque quiero decirles que estoy embarazada —digo sin más rodeos.—¿Qué? —preguntan al unísono.—Como escucharon —digo pasando mis manos por mi rostro.—¿Haz hablado con Robert tu novio? —pregunta mi padre muy calmado.—Si, pero él no es el padre. Cuando salí de España ya estaba embaraza, pero apenas me entero —digo sintiéndo mis lágrimas recorrer mis mejillas.—Nos haz defraudado Sarah —dice mi madre derramando sus lágrimas.—Nuestra hija es bastante mayor y sabe lo que hace. No es momento de juzgarla, debem
—Por fin te dignas a llegar —dice Ysabel mostrando la botella de vino casi vacía.–Solo me retrasé 10 minutos, tu eres muy puntual. Creo que lo haces para tener una excusa para tomarte una botella tu sola —digo acercandlme a besar su mejilla.—Eso no es cierto —dice haciendo un puchero —¿Qué tal están Nico y Marie?—Están bien —digo sentándome.—Me alegro. Me imagino que mañana tenemos fútbol —dice haciéndole seña al mesero.—Si, mañana tiene torneo —digo tomando una de las cartas mientras el mesero se acerca.Luego de ordenar lo que vamos a cenar,nos ponemos a organizar un viaje que queremos hacer a Rusia por unos 3 días.—Oye —dice mi amiga.—Unju —digo buscando un buen hotel en una página de hoteles en Rusia.—¿No tienes pensado buscar Antonio, el padre de tu hijo? —pregunta mirándome fijamente.—Ya me haz hecho
Antonio Ramos
Antonio RamosElla ha abierto la boca varias veces pero la cierra, sé que quiere quizas hacer preguntas o darme advertencias.—¿Por qué fuiste a mi empresa? —Pregunta mirandome, esperando respuesta.—No tenía ni idea de que fuese tuya. Un amigo me la recomendó para un préstamo que necesito. He quedado en la ruina —digo deteniendome en el semáforo.—Oh. ¿Puedo saber como y por qué?—Caí en una trampa con mi expareja y un examigo. Ahora estoy aquí en New York buscando la manera de salir adelante.—Que mal —dice haciendo mala cara.—Muy mal —digo y arranco. Ella utiliza su teléfono.Llegamos al colegio, ella saluda al seguridad escolar y le muestra su carnet de madre de un alumno y dice que voy con ella y nos dejan p
Antonio Ramos—Vayamos almorzar algo, mientras llega la hora de salida de Nico—dice caminando hasta la salida del colegio.Entre mis planes estaban quedarme aquí o en el parque de la esquina hasta la hora de salida, ya que no me puedo dar el lujos de gastar dinero en taxis y/o costosos restaurantes, no por el momento. Como si mis pensamientos estuviesen plasmados en mi frente ella habla...—Yo invito, descuida—dice abriendo puerta del auto.—Luego te lo pago—digo abriendo la puerta del copiloto. Me conviene irme con ella, Así luego puedo pasar con su carnet.Ella pone el vehículo en marcha y es imposible no mirarla, no luce como la Sarah de hace años que conocí en España. Esta luce más hermosa, madura y empoderada, nunca dudé de que podría llegar lejos y ser mejor persona.Tengo tantas dud
Antonio Ramos—¡Jesús Santísimo! —dice una señora de unos 40 años mientras va saliendo de la cocina.—Perdón, no quería asustarla—digo levantando mis manos en son de paz.—Es usted el señor Antonio, el padre de Nico—dice muy sonriente.—Así—digo extendiendo mi mano.—Un placer, soy Marie—dice tomando mi mano.—El placer es mío—digo soltando su mano.—La señora ya está a la mesa —dice señalando el pasillo.—Gracias Marie —digo yéndome por donde me señaló.Luego de que cenáramos Nico me pidió que le leyera un cuento y me quedara con él hasta que se durmiera. Salgo de la habitación cerrando la puerta despacio. Esta experiencia la guardar&
Sarah BodremonUna vez más me entrego a Antonio, pero esta vez soy consciente de lo que voy hacer o ya estoy haciendo. Esta vez siento algo cercano al amor por así decirlo. Pero no se lo haré saber. Mientras me desnudaba despacio pude percibir sus manos temblorosas pero sus ojos mostraban una hambre increíble.Me mira unos segundos y luego besa mi frente dejando sus labios ahí como si pensara en abandonar lo que ya empezó. Empieza a dejar besos por toda mi cara hasta detenerse en mis labios, sus ojos están cerrados y hago lo mismo. Sus manos sostienen mi nuca y empieza a besarme con tal delicadeza que ni me lo creo para como fue nuestro encuentro en tiempos pasados.Estaba tan centrada en el beso que no me había dado cuenta que sus manos habían abandona mi nuca para recorrer todo mi cuerpo. Jadeo cuando una de sus manos golpea mi trasero y la otra se dirige a mi parte más intima. Su boca con movimientos que se van torn