Una semana más tarde, Issa ya tenía con ella su nueva cámara de fotografías, la cual adornó a su gusto. Para su suerte, la anterior fue encontrada por los bomberos y entregada a su hermana, quien fue en su búsqueda cuando se lo pidió, ya bastante problemas tenía con todo el rollo de su novio, como para que se uniera el bombero al paquete.
Esa semana lejos de Ryan estuvo más que renovada con su hermana. Se sintió muy tranquila y sin presión alguna. Fue hacia su habitación sacó una blusa de tirantes, no recordaba cuándo fue la última vez que se la puso, fue como desde que comenzó con su relación con Ryan.
— Mi hermana al fin salió de su caparazón — Savannah se recargó en la puerta de su habitación —. Incluso, has engordado mucho.
— Es que me has dado mucha comida a lo largo de
La pobre omega hizo lo que cualquier persona en su sano juicio haría, intentar abrir la puerta del auto y salir huyendo, pero este tenía seguro de bebé. — Déjeme salir en este momento — golpeó la puerta del copiloto —. ¡Auxilio!— ¡¿Estás loca?! — Jannick le tapó la boca—, ¿Acaso eres virgen? — ella negó rápidamente con la cabeza—. No te estoy proponiendo matrimonio, sólo que tengamos sexo. Eres la única con la que puedo tener algo de calor — lo miró asqueada —. No ese tipo de calor, sé que soy un gamma, pero tampoco ando en celo — Issa subió una ceja, incrédula —. Mira, soy un gamma que ha dejado de sentir el calor, fui maldecido hace unos años por una bruja y ahora con la única persona con la que puedo sentir calidez es con mi alma gemela, la cual eres tú.— ¿Yo? — preguntó con un hilo de voz, en cuanto su boca quedó libre —. ¿Yo soy tu alma gemela? ¿Qué clase de droga es que fuman los bomberos hoy en día? ¿Tanto humo te llegó al cerebro?—
Jannick estaba quitándose el casco de seguridad cuando el teléfono de su oficina comenzó a sonar y él para su mala suerte, estaba en el primer piso del cuartel. Se quitó el traje especial y fue hacia donde estaba el teléfono.— Estación trece —buscó con la mirada su abrigo.— Tengo más de tres horas llamándote —Zinov se escuchaba irritado—. ¿Qué tienes que hacer esta noche?— Espera, te llamaré desde mi teléfono —colgó, antes de que este le dijera algo.Se puso su abrigo, que para nada le servía y una bufanda. Acomodó su cuerpo en el sofá de cuatro personas.— Sí, ya terminé mi turno de setenta y dos horas, ¿Qué es lo que tienes en mente?— Al menos me hubieses dicho buenos días, mi cielo —imitó la voz d
— No puedo hablar —murmuró —. Tengo que volver a mi casa —levantó la mano para que algún taxista le hiciera caso—. Lo lamento.— Ni siquiera puedes darme la cara para decirme que no —chasqueó la lengua —. Habla conmigo de frente, por favor.—No puedo hablar contigo si no tenemos nada de qué hablar —abrió la puerta del taxi —. Temo que nuestra conversación debe de quedarse para después, señor.— Eso no pasará —cerró la puerta del auto con fuerza —. Yo me encargaré de mi novia.— ¿Tú qué? —lo miró, y se arrepintió cuando él gamma cambió su expresión —. Deje que me vaya, por favor.— No te irás, sólo mira cómo está tu rostro —extendió su mano hacia su mejilla —. Nunca voy a entender cómo es que las mujeres pueden permitir tantos abusos por parte de sus parejas —no dejó que hablara —. Te llevaré a mi casa, ahí podré darte algo para sanar tus heridas, ¿De acuerdo?— No tiene que hacer esto por mi, señor —murmuró —. Soy lo suficientemen
— Espera —lo tuteó —. Tengo que irme… esto no está bien, no podemos hacer esto—lo empujó —. Esto es algo fuera de lugar, algo que no está bien. Necesito irme de aquí.— No, no —la colocó en su hombro —. No te irás a ningún lado hasta que me des el pago por mis servicios por curar tus heridas.—¿Mis qué?— Estás sin ninguna herida, todo es gracias a mí. Ya no tienes por qué mirarte en el espejo, todas las veces que lo hiciste y sentiste asco, ya quedaron atrás y todo es gracias a mí.— Tengo que irme —lo alejó, lo siento, pero no voy a tener sexo contigo sólo me hayas salvado la vida o quitado rastros de lo que fueron heridas de mi cuerpo.— No quise decir eso —la detuvo, agarrándola por los hombros y pegando su pecho a la espalda de la omega —. No quiero que vayas a creer que sólo te estoy usando, que deseo tenerte para sexo y nada más algo que no es así.— No es lo que me has demostrado durante todo este tiempo —dio pasos hacia a
Issa limpió su casa, preparó la cena de su hermana e incluso le ayudó a bañarse. Nunca la había visto de esa manera, ella era la más fuerte de las tres y por un simple error que cometió en una borrachera, estaba teniendo una crisis.— Come esto, por favor —dejó la comida en la mesita de noche —. Iré al baño por unas vendas nuevas.— ¿Segura que no estás enojada conmigo por haberme acostado con un sujeto que no conozco o recuerdo su nombre? —se sentó apoyándose del respaldo de la cama—. Siento que he matado todo lo que teníamos.— No hay nada de lo que me deba sentir avergonzada o con motivos de odio hacia ti —negó con la cabeza, entrando al baño —. Eres mi hermana, no hay ninguna razón.— Ni siquiera sé como haré ahora con todo esto… soy tan despistada —sus labios temblaron —. Gané mi primer caso oficial, salgo con mis amigos a festejar y ahora estoy aquí con una marca y un lazo de alguien que ni siquiera recuerdo su nombre o su rostro —sus lab
Ryan golpeó una y otra vez la pared. El teléfono de Issa sonaba fuera de servicio y el de la casa por igual. Su hermana también lo estaba ignorando al cien por ciento y todo por culpa de su jefe. Ni porque tenía todo el dinero de Jannick dejó de ser un títere.— ¿Te has comunicado con ella?— No, cambió de teléfono —lanzó el aparato hacia el escritorio—. Algo no está bien, todos estamos aquí y ella allá. — Hoy vieron a tu chica salir de la universidad, pero se escapó —su amigo tomó asiento en uno de los muebles y puso sus pies sobre la mesita del centro—. Sabe que la estaban vigilando, pero subió a un auto según las cámaras de seguridad —sacó de su bolsillo unas fotos. ¿A qué auto se parece?— Maldito hijo de puta —gruñó—. Le dije que no podía meterse en mi vida y mucho menos con mi chica.— Ustedes en la familia tienen un pacto… no meterse con la mujer u hombre de alguien —el sujeto cruzó los brazos en su pecho—. Será mejor que termine
Pasaron meses en los cuales las cosas entre Issa y Jannick iban de lo mejor. Poco a poco fue saliendo de las sombras en las que había estado durante el tiempo que estuvo en una relación con Ryan. Este ni siquiera había dado señales de vida para contactarse con ella o eso le dijo Maya.No pudo estar tranquila del todo por más que quiso. Savannah secó su cabello corto con una toalla y salió del baño mirando su teléfono. Su jefe le mandó un mensaje diciéndole que tenía una nueva audiencia con el mismo sujeto que acababa de meter a la cárcel. Agradeció a los dioses que no era ese tal Zinov. Todavía no sabía o tenía conocimiento de quien era el sujeto que la marcó un mes antes, sólo que ambos estaban sufriendo. Entró a la web buscando alguna persona que supiera cómo quitar una marca de su cuerpo, pero parecía imposible y no iba a llamar a Booke mostrándose débil en busca de una cura.— Hola —Issa entró a su habitación vestida más hermosa, ¿Me ves
<< Se escondió en el armario de su habitación. Ryan había ido a buscarla a su casa y estaba furioso porque había estado hablando con un chico en la universidad. Era uno de sus compañeros, con los que mantenía conversaciones por costumbre y que sobre todo, estaba siendo amable con él.Su hermana salió ese día a terminar su tesis a casa de unos amigos, ella sería una gran abogada y podría ser la mejor de su generación de ser posible.— Sé que estás aquí, perra —cerró los ojos con fuerza al escuchar a Ryan entrando a su habitación—. Debes de cerrar la puerta más seguido, cariño —cambió su tono de voz con lo último—. Hablemos, ¿Sí? Podemos arreglar las cosas.Su respiración se detuvo cuando la puerta de su armario se abri