Elliott.
Jamás en mi vida me había cruzado con una chica tan ocurrente como Krystle, no puedo creer el cinismo que tiene ella y teniendo presente que es novia de mi hermano.
Mi hermano siempre buscas a chicas que tengan un problema mental, aunque presiento que esa chica es el talón de Aquiles de mi hermano porque es la única que no se doblega ante él o se puede decir que ya se hartó de todas las humillaciones de mi cruel hermano, aunque hay algo que no comprendo aún y es porque mi hermano no se ha hartado de ella.
¿Será que se enamoró?
Aaahhh… No sé qué pensar, pero algo dentro de mí me dice que lo más seguro es que ella sea una arribista y lo único que quiere es el dinero de los Carrington, pero eso no lo voy a permitir. Lo más seguro es que ella no sabe quién es el que trabaja aquí, no es que me est&
—Qué bueno —esbozo una sonrisa fingida—. Aaahh… Quiero decirles que el apetito se me fue y lo único que quiero es ir a mi habitación.Doy media vuelta y subo las escaleras antes que me obliguen a cenar con ellos, a pesar de toda la escenita que acaba de ocurrir.No sé quién podría tener apetito después de todo este escándalo, juro que no esperaba que la cena se convertiera en algo amargo, pero el gracioso aquí es Hunter, como se le ocurre traer a su novia teniendo presente que ayer le hizo un tremendo desaire del que yo no perdonaría y menos ella que es su novia.¡Qué ingenua!—Buenas noches mi niño —tras subir las escaleras escucho la voz de mi madre.Mi madre, ah, ella siempre ha sido la mujer que más amo en el mundo, pero hay días que me pongo furioso porque siempre cubre todo lo que mi hermano hace.
Krystle.Llegando a casa tiro mi cartera sobre el sofá y me dejo caer. Exhalo fuertemente, y como loca comienzo a quitarme los tacones y me despeino el cabello.¡Esta noche fue de locos! Todo se fue al caño y todo porque ese imbécil piensa que soy una arribista que quiere el dinero de los Carrington.A regañadientes me levanto y camino descalzo hacia la cocina, es que no he probado nada de bocado y la cena en la casa de los Carrington se arruinó. Si no me equivoco son las diez de la noche y la cocinera ya debe estar dormida, por eso tengo que ir personalmente y ver que encuentro en la cocina y me serviré algo para apaciguar el hambre que tengo.Abro el congelador y saco una botella de leche, y pienso acompañarla con una torta con mortadela.—¿Qué haces aquí?—Aaahhh… —pego un grito al cielo al ser sorprendida, mi coraz&
Subiendo el primer escalón ambas nos detenemos al escuchar que el mayordomo me dice que hay un joven que exige verme y que no se irá hasta que lo reciba.—Sander, la señorita no puede recibir a nadie —Lorena le contesta mientras me encuentro navegando en mi laguna mental de quien es la persona de la que quiere verme.—Lo siento, pero la señorita Krystle me tiene que recibir si o si —exclama con voz ronca.Alzó la mirada al ver que es Elliott y no Hunter. Mis ojos se agrandan y mi corazón está que quiere salirse por completo.¡Mierda total!Levanto el pecho y quito mi brazo de la mano de Lorena. De reojo puedo ver la cara de impresionada que tiene ella al ver que ya no me encuentro con los hombros caídos y menos quejándome del dolor de espalda, pero es que ella tiene que entender que ese sexi hombre es Elliott y no es Hunter, y que mi orgullo sobrepasa todos
—No me digas que eres sobreprotector con tu hermano —entrecierro los ojos—. ¡Bueno! Tengo pensado descuartizarlo, mmm… cortarlo en pedacitos y repartirlo a las hienas como alimento—el sarcasmo lo llevó por las venas—, no me digas que tu hermano no te contó que tengo un sótano en el que tengo toda clase de animal peligroso.—¡Qué graciosa! —esboza una sonrisa fingida—. Mi hermano no está contigo porque te ama—bufa—, lo único que quiere es tu dinero o eso es lo que creo.¿Mi dinero? Ahora si ha entendido que no necesito de su dinero, pero eso de que Hunter está detrás de mi dinero me deja confundida.—¿De dónde sacaste eso? —abro mis ojos—. Tu hermano puede ser patán o mujeriego, pero eso de que quiere mi dinero—mi corazón se acelera.No es que defienda tanto a Hunte
Él se sienta sobre el sillón y me susurra que me suba sobre él. Asiento como una niña obediente. Camino hacia él, flexiono un poco las piernas. Mis ojos no se separan de los suyos. Nuestro deseo es inmenso, inexplicable, lujurioso, ardiente y pasional.Un estremecimiento me recorre el cuerpo al sentir como posa ambas manos en mi cadera y de un fuerte golpe me penetra.—Aaahhh… —grito del placer. Mis pezones están duros, mis pechos se mueven a cada embestida. Sin descanso él me penetra cinco… seis… siete… veces.Nuestras miradas se fusionan y lo animó a que siga, que me folle hasta romperme, quiero que su enorme pene me rompa hasta sangrar, que me haga gritar como una puta loca, que haga que me pierda en el mundo del placer. Asiente satisfactoriamente, le gusta, lo disfruta, lo vive, lo saborea.El placer va a hacer que ambos explotemos.El tiempo pasa, m
—Lo siento—se da una palmada en la frente—, es que era demasiado tarde—hace un emoji de perro moribundo.No, esa son excusas baratas, como es posible que me diga que ya era tarde, no… Jamás la dejaría en la nada y menos en una ocasión cuando mi cuerpo es el que sufre.—Solo por eso te la dejaré pasar, pero en la próxima no te prometo nada —hago a un lado la sábana y me abalanzo encima de su cuerpo.—Sabes que tus huesos pesan —chilla y me aparta de su cuerpo.Parpadeo un par de veces, pensando si contarlo o no. Na-ah, porque no debería, ella es mi amiga, tiene que saber lo que hace un momento me hizo el hombre que pensé que era gay.Ah, me he follado al hermano de mi exnovio.—Elliott —le suelto de golpe.—¿Elliott qué?La estúpida se hace la loca, como es posible que se olv
—Esa es la que quiero —contesto con emoción.Sí, ¡gracias Dios mío! Tengo una enorme esperanza, he encontrado la esperanza que tanto anhelaba, ¡no quedar embarazada!—En un momento —dice la joven para luego dar media vuelta y buscar mi pastilla milagrosa.Eso me gusta, me encanta que me atiendan bien y que me den soluciones a mis problemas, creo que esta farmacia será una de mis favoritas, hasta se la recomendaré a mi madre y a todo aquel que me pregunte cuál es la mejor farmacia de la ciudad.—Buena chica… buena chica —dice Sol al darme un par de palmadas en la espalda.Ah, tenía que aparecer la que arruina mi felicidad, se está burlando de mí, la maldita perra se está burlando de mí.—No te burles, y sé que me lo merezco —bufo—, y todo por ser una descuidada, pero “de un gustazo,
Edgar me dice que no me preocupe, aunque ya lo había previsto porque asegura que esa chica me interesa más de lo que lo niego.En lo profundo de mi ser no acepta la negación, ya que disfruté cada segundo junto a esa chica, mi cuerpo se estremeció al tenerla encima de mí y que ella pidiera con esa mirada más y más. Siento que ella es de las que le gusta que le den placer, la mimen y la llenen de mucha pasión.—No tienes por qué decirle a tu hermano o seguirte sintiendo como un imbécil —dice tras tomarse un trago de Whisky.—Aaahhh… no es por mi hermano que me siento así o puede que sea un poquito —paso mi mano por toda mi cara.—Entonces, ¿por qué es?Es complicado, tuve una sensación de la que me cuesta explicar, no soy de relaciones serias y menos de sentimientos porque no funciono, pero después de es