—¿Te encuentras bien?, necesitas un vaso de agua… —niega con la cabeza, con la mirada pérdida suelta un fuerte suspiro.
Ah, ya... ¡Estoy muerta! Tengo que decirle, aunque tengo miedo de su reacción o de que vaya detrás de Elliott, obvio que ella de una vez tendrá presente que es de Elliott y no de Hunter.
—¿Embarazada? —cuestiona con los ojos abiertos—. Oh por Dios, por eso estás gorda—queda boquiabierta, lleva su mano hacia su boca y yo le regalo una pequeña sonrisa.
¡Otra vez! No le veo nada de malo que suba de peso, pero la estúpida me está ofendiendo.
—Deja de criticar mi cuerpo y mi peso —me quejo—. Perra, háblame por favor —camino hacia ella, chasqueo los dedos frente a su rostro y nada.
No reacciona, ¿qué hago? Desesperada veo a ambos lados y busco a la señora que hac
—Tienes que decirle la verdad, pero respetaré tu decisión —me detengo al ver una ilusión que se me presento de la nada.—Edgar, ella es la mujer que me vuelve loco, ¿es una ilusión? —parpadeo un par de veces.¡Oh, es ella!—Krystle —Edgar alza la voz.Ambas dan un grito al cielo, no esperaban vernos y menos nosotros a ellas, ya que lo primero que pensamos es que Sol estuviese con un hombre, pero jamás que estuviese con Krystle.Mi reina ha regresado y esta vez no pienso dejarla.—Krystle —susurro tras el asombro e intento dar un paso hacia delante, pero Edgar me detiene.Pero que le pasa, Edgar tiene que entender que tengo más de una cosa que decirle a ella; quiero ir tras ella, abrazarla, decirle que mi mundo sin ella no es igual.—Elliott —aclara su garganta.Ambas nos dejan de ver para mandarse una
Me levanto dispuesto hacer lo que debí hacer desde que mis ojos la vieron. Ella se alerta y se pone de pie justo como la quería tener.En un parpadeo sujeto su cara angelical entre mis manos, obligándole alzar la vista hacia mis ojos. Ella jadea y mi boca se abalanza con la suya, debatiendo una pela infernal. La beso con violencia. Nuestros dientes chocan un segundo luego meto la lengua entre los labios.Siento como el deseo estalla en nuestros cuerpos, ella responde a mis besos con la misma intensidad, deslizo mi mano por su cuerpo, hasta la parte de arriba del muslo, y con mis dedos hurgan la piel que un día fue completamente mía.Esto es una respuesta a mis dudas y sufrimiento, la pasión ha renacido como el fénix quedándome claro que ella sigue sintiendo algo por mí.Ella interrumpe el beso, jadeante. Ah, puedo ver en sus ojos que hierven de deseo y mi cuerpo arde hasta sentir como palpita
Recuerdo perfectamente al maldito.—Lo sé, pero recuerda que Krystle no vino porque está bien con el mundo, recuerda que vino por una venganza.No me importa si ella vino por venganza o por otra cosa, lo importante aquí es que no la dejaré ir y también que no soporto la idea de que ella estuvo mucho tiempo bajo el mismo techo con ese maldito de mierda.Ah, ahora todo concuerda eso tanta insistencia… “Aquí no podemos hablar o no es el lugar indicado”. ¡Claro, estaban luchando e impidiendo que no me encontrara al maldito perro!—Crees que eso me tranquilizara —cuestiono con los ojos abiertos—, no me quedaré con los brazos cruzados y dejar que ese maldito la conquiste y yo la pierda para siempre.—Pero es que ella no lo ama.—De hoy en adelante necesitaré de ti y de Sol —voy con todo y le dejaré en claro a Krystle qu
Llegando a la habitación de Lorenzo, Karina se ofrece ayudarlo para lavar sus heridas. Yo me quedo con Sol en la habitación mientras Karina y Lorenzo dentro del tocador.Sol no deja de regañarme y susurrarme que esto está mal y que ese hombre es un diablo disfrazado de oveja.—Mañana nos vamos y ni pienses que te dejaré sola con ese psicópata que lo único que quiere es manipularte para que estés de su lado —aunque ella tenga razón no puedo irme así por así.—Cállate y mejor lo hablamos en la habitación que me dio Lorenzo, no quiero que él nos escuche.Ambas guardamos silencio al escuchar los pasos de Lorenzo y de Karina. En el instante que los escucho volteo a verlos y no pierdo el tiempo tras correr hacia él. Le pregunto a Karina de que si las heridas son profundas y el alivio regresa a mi cuerpo al decirme que no, que son her
—Te confieso que he estado aquí un par de veces y todo por el estado de ánimo de Elliott —la escucho inspirar—. Krystle, lo que él tenía era grave y no es por defenderlo, lo digo porque es cierto.Escucho cada palabra de Sol y aún no me creo lo que me está diciendo. Es que no creo que él sienta algo por mí. Tengo entendido que él no es de enamorarse y no creo que yo sea mejor que las demás sumisas que él frecuenta tener a su dominio propio porque Elliott Carrington no es de enamorarse; es de satisfacerse y dominar a una mujer a sus pies.Paso mi mano por mi vientre y doy un fuerte suspiro.Dando un paso dentro de la casa y... el nerviosismo se hace presente, lo que quiero es retroceder y salir corriendo. Levantó pecho y con el jalón de mano de Sol decido avanzar, ¡que sea lo que Dios quiera!Me detengo en seco al ver que Elliott viene hacia n
Veo a mi madre y lo primero que se me viene a la cabeza es el dinero que le dio a Hunter y de todo lo que ha hecho para alejarme de mi realidad, ¡pensé que el mundo se alejaba de mí por ser hija de padres divorciados! Los hijos no tienen la culpa de las malas decisiones de los padres.Para unos puede que esto sea una estupidez y a la vez un capricho de que mi madre haga todo para hacerme la niña más feliz del mundo, pero prefiero mi cruda realidad a que vivir un sueño sin amor verdadero. No la odio, me duele que sea así conmigo; me duele que quiera comprar mi felicidad, que quiera controlar todo lo que hago. Si su pensar es no sufrir con todo lo que me rodea, ¡se equivoca!, porque uno aprende de las malas experiencia y de los golpes de la vida.Tanta protección para nada, ya que lo primero que hice es meterme con el hermano de mi novio y de aceptar un contrato confidencial para ser la sumisa de él. No
—Estás demente y yo no puedo con tus locuras, no sé qué tiene el mundo contra mi peso, pero si les puedo decir que me importa una mierda si soy flaca o gorda —bufo, pero es imposible ocultar mi nerviosismo.—No, estás embarazada y por tu nerviosismo puedo ver que…Mierda, esto no me puede estar pasando, ella no se puede quedar callada, no se puede guardar lo que piensa. Esta loca es mi madre, pero no una bruja.—Nada y quiero que te vayas —me levanto de golpe—, vete y olvida esa estupidez.—Lo siento, pero no puedes culpar a una madre preocuparse por su hija —esta mujer me está matando—. Me iré, pero antes me dices cuantos meses tienes.Ash... Otra vez, esta mujer me volverá loca, sé que es mi madre, pero eso no le da el derecho de controlarme o de comprarme un mundo de muñecas, no, eso no se hace, no puedo vivir en un m
—Oh… —llena de asombro se deja caer sobre el sillón—, así que por eso él renunció, el muy hijo de puta sabía dónde estaba mi hija y no me dijo dónde estaba, ¡él sabía de mi incertidumbre!La mujer está que no se lo creo, su rostro es de asombro, pero también de rabia, es comprensible, ahora lo que espero de ella es que salga de aquí, lo enfrente o lo mate si es posible.—Ahora que lo sabes te puedes poner a cuentas con él, pero, por ahora quiero que toquemos el tema de salud de Krystle.Sí, no quiero pensar en ese infeliz porque me dan ganas de ir tras él. Lo mejor que hice es cambiar de tema, ya que lo primordial es la salud de Krystle.—Tranquilo macho, mi hija puede que esté bien y solo sea el cambio de horario o tantas impresiones.¿Qué? ¿Cómo sabe que está