—¿Cómo amaneció mi angel?

Verla despertar a mi lado, restregándose los ojos, con su cabello revuelto, me parecía un sueño y a la vez la veía tan tierna que no cavia en mi cuerpo la felicidad, era algo con lo que nunca soñé y Angeles me lo dio sin imaginar lo importante que sería para mí, ella era mi lugar seguro, mi hogar

—No soy un angel Columbus, soy una simple omega de la más baja categoría, no soy nada especial

—Eso piensas tú, yo por el contrario diría que eres la omega más especial que he conocido, que le diste luz a mi vida desde que te encontré, no puedo pensar volver al pasado y que no estés, volvería a la oscuridad en la que estuve por tantos años

—Me das mucha importancia, no la merezco Columbus

—Lo mereces, eso y más, eres una reina, ni las omegas de nivel uno te llegaría a los talones, nadie tiene esas caderas que me enloquecen, esos ojos que me hipnotizan, ese cabello que me ilumina como el sol, a mis ojos eres perfecta

—Mejor ya levántate, el hambre te está haciendo hab