Creo que aquí todos sean vuelto locos.
Jax Archer —Me puedes explicar de nuevo ¿por qué debo asumir la presidencia de la empresa de nuestro padre? —le pido con mi ceño fruncido mientras anudo mi corbata—, se supone que eres el hijo mayor y debes tomar el control de esta —añado. —Aquí todos sabemos que el único que se animaba a visitar el conglomerado eras tú, me aburren las juntas y todo lo que tenga que ver con reuniones con humanos aduladores —enfatiza lo último haciendo una mueca con sus labios. Kalen tiene toda la razón, me gustaba ir a cada junta directiva, me divertía ver a padre recibiendo propuestas algo flojas por partes de los empleados. También porque esto era parte de mi carrera universitaria, esperaba conseguir mi pasantía aquí en la empresa solo para estar con papá y darles ideas innovadoras a todos esos vejetes humanos. »Sé que lo harás muy bien —mascullo alzando sus pulgares hacia mí. Solo me toco dejar salir un suspiro y abandonar su habitación, si no controlo mis nervios, no lo dejaría dormir hasta ta
Kayla Archer No esperaba volver a verlo, no deja de mirar su cara sin expresión al momento de Lucían permitir que me quedara en su residencia. Ahora mismo me importa poco a lo que me enfrento, mi deseo es traer luz a la mirada de mi mate que se empeña en no mirarme.—Él sigue allí —escuché que murmuro mi hermana en mi mente—, solo finge que tienen el control —añadió, pero eso en vez de ayudarme solo rompe mi corazón, él me rechazó sabiendo que me destruiría, espera que todo fuera una orden del psicópata de Lucían, sin embargo, era consciente del dolor que me producía.—Lleva a la invitada a una habitación cerca de su hermana, no voy a poder darle una bienvenida, ya que tengo asuntos urgentes —ordena hacia Emeric que le asiente, el vampiro le da una mirada a mi gemela para luego salir de la mansión.—Kaily, ¿puedes…?—Iré a desayunar, bye —se despide interrumpiendo a Emeric, él deja salir un suspiro de frustración.—Sígueme —pidió para iniciar a caminar hacia las escaleras, no me mira
Kalen Archer Un gruñido escapa de mis labios al momento de llegar al orgasmo, con un suspiro me dejo caer a un lado de mi acompañante. Nunca me había sentido tan relajado, no recuerdo la última vez que estuve expuesto a tanto estrés que olvidaba lo bueno que era liberarlo de este modo, el boxeo era otra forma, sin embargo, mi necesidad de compartir este momento con alguien fue más fuerte. Lo único nefasto de intimar con alguien era esta parte, ella recostó su cabeza en mi pecho mientras deja caricia en mi costado «Siempre fui claro con esta chica, no quiero más que un revolcón» le dije cuando estuvimos conversando. Es una compañera de la universidad, sobre todo una humana, no es fácil encontrar dentro de la manada con quien pasar una noche después de la adultez, ya que muchas chicas deciden conservarse para sus mates o ya la mayoría tiene pareja destinada. Otras lobas prefieren divertirse hasta que llegue su pareja destinada, pero es decisión de cada quien. Mi padre me advirtió de
Kaily Archer Sé mi objetivo en este lugar, se lo que debo realizar, sin embargo, tengo miedo de terminar con mi corazón roto. Es muy fácil decir enamóralo, pero ¿en dónde queda mi vínculo? A pesar de todo lo que Lucían ha hecho sigue siendo mi mate y aunque no sienta nada más que odio, repudio absoluto por este, me duele la idea de tener que engañarlo, sin embargo, mi motivación es mucho más grande que todo lo que pueda llegar a sentir. Lucían no merece piedad, ni compasión alguna, mi deber es seguir el plan y vengar a mi padre, por lo que ahora me encuentro aquí en la puerta de su oficina, ya es momento de iniciar y dejar el miedo atrás. Debo ganarme tanto su confianza hasta que pueda decirme en donde se encuentra la daga que puede terminar con su vida, no será fácil y tampoco sucederá de la noche a la mañana. —Adelante —escuche su voz decir, inhale profundo e ingrese a la oficina, encontrándolo sumergido en una pila de papeles en sus manos—. ¿Sucede algo? —cuestiono sin siquiera
Emeric D´ Oleo Se suponía que debía mantenerme alejado de ella para protegerla, no exponerla a la maldad del demonio mismo, sin embargo, Kayla se entregó por voluntad propia y todo según esta para cuidar a su hermana, ¿Qué tipo de crianza le dieron Darek y Litza a sus hijos? Debieron enseñarle a mantenerse lejos de todo lo que pueda matarlo, pero parece que estos buenos padres solo enseñaron a estos niños a ir detrás de lo que pueda acabar con su existencia. Dos y tres puñetazos más al saco de box, limpio el sudor de mi frente y respiro profundo captando el olor de mi mate a varios centímetros. Gire y esta se encuentra parada en la puerta del gimnasio de la mansión con sus brazos dentro de un abrigo que le queda bastante grande, su cabello recogido en una cola alta y su mirada cautelosa dirigida a mi persona. —¿Qué haces aquí? —pregunte notando como su ceño se frunce, «creo que tengo que aprender a ser más relajado, pero estar años con los vampiros me ha enseñado a comportarme de ma
Jax ArcherAl llegar a la mansión lo primero que hago es ir hasta la habitación de Kalen, no lo encontré allí y me toco utilizar mi desarrollado olfato para encontrarlo en la biblioteca leyendo y haciendo nota, supongo debe ser tarea de investigación de la universidad, pero esto no tiene nada que ver con lo que vine a hablar con él.—¿Cómo puedes siquiera pedirme alejarme de mi alma gemela? —interrogo hacía mi hermano, no he podido reclamarle por esta petición tan indulgente, lo vi tomar una bocanada de aire y mirarme serio.—Solo quiero protegerte, es todo —dijo.—¿Pidiendo que me aleje de mi felicidad? —pregunto con mi ceño fruncido en señal de molestia.—Evitando que lastimen a lo que te hará el hombre más feliz del mundo —murmuro poniéndose de pie.—No me alejaré de ella, no sabiendo a los peligros que puede estar expuesta —sentencié, lo vi sonreír y asintió.—Si es lo que quieres, no me voy a colocar en medio de tu camino —se posó a mi lado y palmeo mi hombro—. Felicidades por en
Kaily Archer Mi deber es proteger a mi familia, no importa lo que cueste lograrlo, me he convertido en la única esperanza para cobrar la venganza de la muerte de mi padre. No puedo y nunca seré feliz sabiendo que el asesino anda compartiendo en fiestas, viajando y respirando como que nada hubiera sucedido. Estoy forzándome en sonreír como me lo pidió, lo hago en momento necesario mientras esté sujeta mi mano como si fuéramos la pareja más feliz de todas. No me suelta en ningún momento, no aborrezco a los vampiros, ni soy de la que piensan que existe una enemista entre especie, sin embargo, cuando no soporto su prepotencia. La fiesta finalizó como a las dos de la madrugada, me duelen los pies por los tacones y aunque soy una híbrida, no estoy acostumbrada a utilizar por tanto tiempo estas zapatillas. Llegamos al hotel y lo primero que hago es sacarla para liberar un suspiro sintiendo la mirada del vampiro puesta sobre mi persona. —¿Puedes dejar de verme? Me incomoda tu mirada —suelt
Kayla Archer Diosa, casi tuve sexo con mi mate, no podía creer que había llegado tan lejos, me miro al espejo notando mis mejillas rojas. Toque su cuerpo, no me había obsesionado tanto con el torso masculino, me encanta lo tonificado que se encuentra Emeric y con aquellos tatuajes decorando su piel que me hacen querer pasear mis labios por cada centímetro de su tinta.Lo quiero para mí, es todo completamente mío y no voy a descansar hasta tener todo de él. No puedo sacarlo de mi cabeza, ni siquiera pensé que yo fuera una mujer posesiva, pero creo mis genes de alfa me hacen quererlo de este modo tan asfixiante, me muero por sentirme completa, vinculada a Emeric e incluso el deseo de probar su sangre se instala en mi mente cuando lo tengo cerca, no de forma hambrienta, sino más bien sentir ese sabor correr por mi garganta.Respire profundo antes de ingresar al gimnasio, lo vi allí entrando y me quede quieta observando sus músculos contraerse mientras levanta pesas. Hasta me siento co