Litza CooperObservo mi ropa en el espejo del baño, me agrada lo que vislumbro. El vestido verde oliva llega hasta mis rodillas y lo acompañé con unas zapatillas blancas que hace juego con mi bolso del mismo color, con mis pendientes de diamante que fue un regalo de mi padre en mi fiesta de quinceañera. Al salir encuentro a Tyler con su rostro sereno mirando por el ventanal de la ventana de mi habitación en el hotel donde nos estamos quedando, mi padre reservo dos suites, ya que eran la que estaba disponible y me toca compartirla con Williams, no me molesta porque está dividida en dos.Se gira a mirarme y una sonrisa se forma en sus labios.—Te ves hermosa —le sonrió agradecida por su halago.—Has escogido bien el vestido —digo.—Pero le hace falta esto —introduce su mano en su traje para sacar una caja, me la tiende y la abro. Dentro de ella encuentro un collar de lo que creo son diamantes, ya veo porque me dijo que traiga mis pendientes del mismo material, lo miro con cejas alzadas.
Darek AdamsEstiro mi cuerpo mientras las ventanas de mi habitación se abren en automático. Fijo mi mirada en el techo blanco, mi última vez aquí fue hace un año. Aunque visito con frecuencia la casa de mis padres, no había vuelto a dormir en mi aposento hace tiempo.Anoche, después de lo que sucedió con Leonor vine a casa de mis padres, le conté lo que ocurrió y me dieron su apoyo, ya que es mejor que se enterase por mi boca que por la de otro. No creo que ella me perdone, le hice mucho daño y más que desde hace años estuvimos buscando tener un hijo, Leo se sentirá muy mal por esto, sin embargo, la carga de mis hombros ha desaparecido.No hay secretos, ni nada que pueda impedirme estar con mi hijo, le pediré a Litza que me deje darle mi apellido y su permiso para presentárselo a mis padres que mueren por conocer a mi pequeño cachorro.Mi estómago gruñe cuando el olor de tocino llega hasta mi olfato, mi madre debe estar preparando el desayuno. Sonrió recordando que ella al saber que t
Litza CooperNunca me había sentido tan inapropiada, es como si no encajaran las piezas. Pensé que al sucumbir ante Tyler y dejarme llevar por el deseo desenfrenado abriría una puerta entre nosotros, sin embargo, ni siquiera puedo verlo a la cara después de anoche.Desperté temprano, me cruce a mi habitación ignorando su llamado y cerré mi puerta con seguro evitando que cruzara, Tyler estuvo allí unos minutos tocando y preguntando si había hecho algo malo. Ni siquiera fui capaz de responderle, no quería verlo, me di una ducha y arreglé para cumplir con mi compromiso de llevar a Kalen a Disney, no deseaba preocupar a mi padre.Al salir de mi habitación no había rastro de Tyler, leí el mensaje que dejo mi padre en mi móvil y notifica que se encuentra en el restaurante esperando por mí para desayunar. Cuando llegue lo encontré y con este aquel hombre de ojos color verde oliva que no dejaban de mirarme en ningún momento.Mi pequeño pedía estar en mis brazos, por lo que puse toda mi atenció
Darek Adams No esperaba regresar tan pronto al edificio en el que he compartido durante varios años con Leonor, sin embargo, Kalen se encuentra aquí. Debo venir por este y su madre para llevar a mi hijo a conocer a sus abuelos los cuales lo esperan con ansias, el portero al verme llegar se acerca a mí. —Señor Adams —me detengo a esperar que llegue hasta a mí. —¿Qué sucede, Marcus? —pregunto. —Su esposa vino ayer y me pidió que le dijera que se va a ir a Venecia por unos días —eso no me lo esperaba, Leonor está tan molesta que ni siquiera es capaz de enviarme un mensaje. —Gracias, Marcus —murmuro tratando de no expresar ninguna incomodidad. Ingreso al edificio para sacar mi móvil y marcarle a Leonor. —Leonor —digo cuando responde. —¿Qué quieres Darek? —interrogo. —Es muy egoísta de mi parte pedirte que resolvamos esto —le digo—, sin embargo, te daré tu espacio y espero podamos sentarnos a conversar sobre el futuro de nuestro matrimonio —añado. —¿Crees que esto tenga algún fut
Litza Cooper Darek se separó de mí al escucharme decirle que no podía por Tyler, no pude evitar sentirme extrañamente vacía. Es una sensación que no puedo explicarla, no es que esté enamorada, ni nada por el estilo, sin embargo, cuando lo tengo a mi lado siento que estoy en el lugar indicado. —¿Van muy serios? —interrogo. —Lo es —lo observo asentir, mientras que su expresión no muestra absolutamente nada, es como si ocultase más. —Me apartaré —escucho que dice—, no seguiré yendo a tu apartamento para ver a Kalen, me gustaría tener días para compartir con él y mis padres puedan estar a su lado —añadió, no es algo con lo que tenga problema, ya que después de todo es su padre. —Está bien, lo resolveremos —digo. —También quiero que este lleve mi apellido, le pediré a mi abogado que se ponga en contacto —expreso, lo que me lleva a pensar que tengo que hablar con mi padre sobre Darek. —Mi padre no sabe la verdad todavía —mascullo un poco tensa por como lo tomara este. —Si deseas pue
—Señor Williams, el diseño ofrecido para la torre es innovador —habla el ejecutivo con su acento británico muy marcado—. Mi empresa está interesada en sus planos y la manufacturación que nos ofreces para llevar a cabo este sueño en Londres —entrelaza sus dedos. —Es un honor para mi empresa tener este encargo —le digo. —La firma del contrato se hará directamente con la presidente de la empresa, ella está prevista en llegar en dos semanas de Japón —dice a lo que me limito a asentirle—, por lo que debe permanecer aquí hasta entonces —añadió. —Tengo otros asuntos en Estados Unidos, no puedo quedarme tanto tiempo —expreso. —Señor Williams, si se retira de Londres el trato puede caer en mano de otra compañía, ya que como dije la presidente puede llegar en cualquier momento a la empresa y por eso necesitamos su disponibilidad en esos días —suspiro, no tengo más remedio que quedarme aquí. —Entiendo, esperaré su confirmación —me pongo de pie para estrechar su mano. La dueña de la empresa
Darek Adams Golpeo el saco de box mientras salto de un lado a otro, mi estadía en casas de mis padres me ha servido para entrenar con más regularidad cada mañana. Aunque lo hago porque despierto más temprano de lo habitual, gasto energía durante horas hasta que el sol empieza a salir. No he tenido noticias de Leonor durante más de una semana, ni he pensado en llamar o ver como se encuentra.Estos días he podido compartir más con mi hijo, Kalen me llena de alegría y aunque desearía que Litza también se sume no puedo obligarla. Esta ha elegido estar con Tyler y aunque me consuma la rabia debo aceptarlo, no soy quién para decirle que su lugar es a mi lado y si el destino desea que eso suceda esperaré lo que deba esperar para que ella sea mía.Toda mis nuevas preguntas se las envío a Tom por correo, él nunca tarda en responderme y he aprendido más de los de mi especie. Según tengo entendido, la unión de almas la hace una diosa luna a la que todos los lobos veneran, ella es quien nos une
Litza Cooper Al despertar lo primero en que visualizo es la fornida espalda de Tyler. Algunos tatuajes adornan aquella piel, suspiro para salir de la cama e irme hasta el baño. Cuando salgo el hombre sigue durmiendo por lo que sonrió y me retiro de la habitación para pasar por la de Kalen. —Buenos días, pequeño —le digo al atraparlo intentando salirse de la cuna. —¡Mamá! —exclama con alegría, le ayudo a salir de la cuna y lo dejo en el piso para que me siga hacia la cocina. Lo primero que hago es preparar su biberón para luego poner en marcha el desayuno, no acostumbro a desayunar nada más que frutas o un huevo hervido, sin embargo, Tyler se encuentra aquí y me gustaría sorprenderle. Preparo jugo de limón, puré de papa con queso, le añado chuletas fritas y huevos, Tyler no tarda en ingresar a la cocina con una sonrisa. —Waoo… esto huele fantástico —dice, lo observo detener donde se encuentra Kalen—. Buenos días, travieso —la escena no es conmovedora como la que surge entre mi hij