Lo que acaba de suceder golpea fuertemente mi orgullo, como su esposo y pareja destinada. Pero lo peor de todo es que no puede impedir que Abbas la ayude, porque él hizo mucho más de lo que yo realicé para ayudar a mi mujer.
‘¿Cómo puedes ser tan tonto, Edmond? Sabes perfectamente que tienes una desventaja con Antonella, por ella poder vincularse a otros hombres lobos y vas a dejarle el camino libre a este bastardo, ¿Eres tonto o te haces?’ Me regañó mentalmente.En mi vida he hecho muchas cosas desagradables con el fin de poder ser más fuerte, pero nada de eso se compara al malestar que siento en estos momentos al ver cómo otro hombre se acerca a mi mujer para ayudarla cuando yo pude haberlo hecho incluso mejor, pero, mi incompetencia me impidió hacerlo.— ¿Realmente esta es una medicina para que ella se sienta mejor?— ¿Crees que me atreveríSe supone que es así como debo pensar, pero la inseguridad que siento en estos momentos, por no saber qué es lo que va a escoger Antonella realmente, me hace sentir muy inquieto. Es por ello que no soy capaz de actuar con normalidad.‘Caminando así, de un lado al otro, pareces un hombre lobo hormonal que no sabe controlar ni siquiera sus propios miedos.’ Me digo mentalmente.— Sabes perfectamente que ninguno de los otros dos tiene algo asegurado con ella. Así que, por mucho que ahora la hayas presentado ante tu manada como tu Luna y la reina alfa de este territorio, de eso no puede estar del todo seguro hasta que no haya sido marcada por ti.— Ella aceptará que yo la marque. Ya me lo ha mencionado anteriormente, que si no es conmigo no se imagina una vida al lado de alguien más.— Yo no soy alguien más, yo soy una de sus parejas destinadas Edmond y a diferencia de ti, no recurro a la v
Narra AntonellaEl lugar en el que me encuentro resulta extraño para mí. Es como si estuviera encerrada en una oscuridad espesa que no me permite moverme o siquiera respirar con normalidad sin sentir que me estoy ahogando.‘¿Qué es este lugar?’ Me preguntó mentalmente, pero nadie puede ayudarme a encontrar la respuesta.De pronto, una luz aparece, pero, habría deseado que jamás hubiese existido porque apenas se muestra, logró evidenciar unas imágenes catastróficas de un sinfín de muertes que no quiero ver en mi vida.— ¿Qué es todo esto? — preguntó preocupada.Nuevamente, no obtengo respuesta de alguien y por ello, solo puedo observar con horror como la manada Diamante Creciente y otros hombres lobos que no conozco ni puedo reconocer con su aroma, yacen en el suelo completamente muertos.Es evidente que no es una muerte natural porqu
‘¿Qué significa todo esto? ¿Por qué esas imágenes y ese sueño se sienten ahora tan vividas? ¿Por qué razón mi cuerpo tiembla ante algo que solamente fue producto de mi imaginación?’ Me preguntó mentalmente.Pero, no soy capaz de intentar encontrar las respuestas a esas preguntas, porque ver a esos dos reyes alfas en el suelo sin poder moverse, solo hacen que el pánico se apodere de mí y yo intenté correr hacia ellos.Por un momento, casi me lanzó del balcón, pero, el mago me jala en el momento oportuno apartándome del peligro que no era capaz de notar por mi miedo a que ellos estuvieran muertos.— Reina alfa, lamento mucho haber sido atrevido. Pero, no puedo permitir que usted se lance desde esta altura cuando recientemente ha regresado de la muerte. No puedo permitir que todos mis esfuerzos por regresarla a la realidad terminen tan
Realmente no puedo decir cómo son los reyes alfas, porque solamente cuando estuve en la manada Diamante Creciente fue que pude obtener acceso a libros para poder informarme de cómo funciona todo en la manada con sus integrantes.Pero debo reconocer que mis expectativas sobre cómo era ser el rey alfa, se han ido a lo más profundo del suelo por cómo están actuando ellos justo ahora. Por eso, aunque no me gusta recurrir a las amenazas, mencionó la posibilidad de romper el vínculo con ambos, aunque eso me cueste la vida.— ¿Qué acabas de decir, Antonella? — preguntan los dos al unísono, colocándose de acuerdo en algo que realmente les molesta, pero, no los hace recurrir a la violencia.— Lo que han escuchado. Vamos a romper el vínculo que nos une en este trágico triángulo amoroso. — pido.— Entiendo que estás muy molesta por lo
Si debo analizar qué es lo que siento por él, no tendría necesidad de durar mucho tiempo para comprender perfectamente que Edmond es el hombre lobo que quiero en mi vida. Pero, eso no significa que voy a permitir todo tipo de acciones que pueden lastimarme.Aunque me lastimó físicamente, no hablo del golpe que recibí por él, ya que fue algo que yo misma me provoqué al acercarme a ellos cuando evidentemente estaban incontrolables. A lo que me refiero respecto a sus acciones, es como me dejó en el olvido solamente por pelear por algo que pudo haber obtenido sin necesidad de utilizar la violencia.‘¿Acaso no se da cuenta de la relación que hemos creado incluso con sus errores?’ Me preguntó mentalmente.De cierto modo, entiendo perfectamente cuál es la inseguridad que alimenta esa posesividad que él tiene conmigo. Después de todo, él se está e
Quiero alejarlo, pero, por mucho que deseo eso, porque sé el efecto que él causa en mí, no es posible porque sus feromonas me tienen en una especie de trance en donde él aprovecha todo para hacer lo que él desea.— ¡Suéltame ahora mismo, Edmond Waldorf! — gritó enojada.— Oh, tal parece que mis feromonas ya no son tan fuertes como antes porque aún tienes la energía de poder gritarme. — dice Edmond.— Suéltame ahora mismo, Edmond Waldorf. No empeores nuestra relación ya dañada. — digo molesta.— ¿Qué acabas de decir? — pregunta Edmond sin dejar de correr.— Sabes perfectamente de que hablo. — digo con seriedad.Edmond deja de correr y yo suspiro aliviada porque lo que menos deseo es caerme por intentar bajarme de su cuerpo.— ¿Qué rayos está sucediendo ahora, Ed
Las feromonas de Edmond comienzan a disminuir su fuerza y él retrocede varios pasos aturdido por lo que está observando. Posiblemente, él no se esperaba ese ataque salvaje, pero el hecho de que no lo pensara no quiere decir que ha dejado de dolerme.— Antonella, ¿en qué momento sucedió todo esto? — pregunta Edmond aturdido.— Si mi memoria no me falla, tú le dijiste en algún momento a alguien más que en tu manada no se golpean a las parejas.— Eso es verdad, yo no quería golpearte.— No han pasado ni siquiera las veinticuatro horas desde que nos casamos y he sido violentada por ti dos veces. No, tres veces. Tal parece que eres muy bueno utilizando varias formas de ataque.>> Quizás soy yo quien causo ese deseo para que los demás hagan conmigo lo que ellos quieren. En mi manada anterior era golpeada en muchas ocasiones, pero tú no sol
Es evidente que cada feromona que sale de nuestro cuerpo muestra que estamos muy sensibles. Hemos pasado por muchas cosas en tan poco tiempo que me resulta sorprendente que aún estemos con energía para seguir discutiendo.— Vamos a calmarnos un poco, Antonella. Estamos muy alterados para poder dialogar como corresponde.— Eso es justamente lo que estaba pensando, Edmond. Fue por eso que decidí alejarme un poco de la manada.— Pero, de todos los lugares a los que podías irte, ¿Por qué escogiste ir al lugar donde fuiste tantas veces lastimada? — pregunta Edmond.— Porque es el único lugar donde no tengo casi recuerdos contigo. Aquí no están tus feromonas esparcidas y aunque las ruinas me recuerden que fuiste tú el causante de ello, al menos puedo respirar y estar lejos de tu dominio.Edmond suspira profundo, se nota que le cuesta mucho mantener el control de sus