Lentamente giro mi rostro para mirar al hombre que se atreve a levantarse y aun caminando mal, sacar todas las frustraciones mientras maldice al hombre como si lo que ha dicho fuera la ofensa más grande que alguien puede hacerle.
— Edmond, dime la verdad.— Cariño, estoy diciendo la verdad cuando insulto a ese desgraciados. — dice Edmond.— Quiero que me digas la verdad sobre las muertes de los chicos. Eres el alfa, debes saber si es verdad que han muerto la mitad de los chicos, Edmond. Eso lo debes sentir.— No es la mitad.— Es casi la mitad, ¿verdad? — pregunto con frialdad.Edmond baja la mirada y yo confirmo que es verdad lo que ha dicho Ever, probablemente si ha muerto la mitad de los chicos y él solo quiere minimizar los daños.— Eso es mi culpa.— Antonella, no te estreses, por favor, eso puede hacerle daño al bebé.— T&uac¿Por qué todo tiene que ser difícil para mí? Cuando estaba en la manada Luna Plateada, vivía con mucho miedo porque era maltratada física y verbalmente, pero, ahora todo es peor, nadie me golpea y tengo un alfa y su manada que me protegen al punto de perder la vida por mí.Pero, no era eso lo que quería, no deseaba ese tipo de sacrificio, no me agrada en lo absoluto. Porque no deseo escoger entre criar a mi hijo sin mi esposo o hacerlo sabiendo que todo lo que él tanto le costó desaparecerá.— No hay algo que meditar, me marcharé con ustedes.— Perfecto.— Pero, no esperes que voy a aceptar ciegamente lo que dices. Si hay algo que no me agrada, daré un paso atrás y que ustedes se encarguen.— Tranquila, ahora a quienes nos enfrentaremos serán a los de nuestra especie que no están de acuerdo con nuestras ideas.‘&i
Pero, a diferencia de otras veces, no siento miedo por lo que pueda suceder, ya que, Edmond parece sanado completamente y a mi alrededor hay suficientes Nymwere para acabar con las tonterías de Robert.— No te preocupes por lo que tenga planeado hacer, los Nymwere…— Yo me haré cargo de este desgraciado.— ¿Estás loco? Es un ejército. — me quejo de inmediato.— Si no puedo protegerte de mí misma especie, ¿para qué sigo con vida? — pregunta Edmond molesto.Su orgullo le impide aceptar algún tipo de ayuda, así que, yo me limito a asentir, para no hacerlo enojar cuando son nuestros últimos minutos juntos.— Es lo mejor, Antonella. Ya que, no es un asunto de nuestra especie, no es necesario meternos. — dice Ever.— Tampoco les voy a pedir que me ayuden. — dice Edmond y de inmediato, me besa y abraza para alejar
Por eso me encanta este hombre, por eso, lo escogí por encima de los inútiles que tenía como prospecto de esposo, porque cuando ellos solo quisieron hacerme daño o ver cómo me dañaban, él deja a un lado su propia seguridad para estar pendiente a mí.Tres lobos son los que están dañando su cuerpo, pero, él deja de pelear para ver cómo podría salvarme de los ataques que estos malditos lobos quieren hacerme, sin importarle que soy una mujer y ellos me superan en número.‘Si quieres usar esa ventaja en mi contra, que no se molesten por lo que yo haré en contra de ellos.’ Me digo mentalmente.Los lobos parecen celebrar ganar, pero, yo coloco mi esfera de inmediato, viendo como sus cuerpos rodean esta mientras ellos aúllan del dolor porque acaban de experimentar. Sonrío complacida por ahora poder controlar esa habilidad, pero, lo que si no puedo
El odio no es algo en comparación a todo lo que siento por este desgraciado que solo merece morir. Pero, contengo todas las emociones que ese bastardo me hace experimentar, porque no quiero ir en contra de los deseos de mi esposo.— Sí, parece que te ha ido muy bien. — dice Robert con enojo.— Pero, no me ha ido tan bien como a ti, ahora te ves más liviano. — digo burlándome porque le faltan varias extremidades.— Oh, eso es gracias a tu querido esposo. Pero, no te preocupes, voy a devolverle el favor. — dice Robert observándome con odio.‘¿Cómo puede ser posible que después de sufrir tanto por el daño que me hizo no aprendió la lección y se marchó lejos a pasar el resto de sus días en paz?’ me pregunto mentalmente.— Él me arrebató mi manada.— Diría que asesinó, porque arreba
El pánico se apodera de mí porque sé perfectamente lo que puede suceder si abro mis ojos y me encuentro con una herida de bala en mi vientre. Pero, sé perfectamente que necesito ser valiente y asumir las consecuencias de mis actos y por ello, abro mis ojos para saber que sucede.Aunque mi esposo intentó correr lo más rápido posible, no pudo alejarme del riesgo que yo no noté hasta que fue demasiado tarde. Por eso, aunque su aroma está lo suficientemente cerca, no es suficiente para poder protegerme y ahora todo ha empeorado.Lo sé porque aunque no he visto que pasa, la locura en la mirada de Edmond y como se vuelve una bestia que asesina a todos mientras corre hacia mí, me dicen que las cosas no están bien. Es por ello que bajo mi mirada lentamente para saber que ha sucedido.— ¿Cómo…? — pregunta Robert sorprendido.Él no es el ú
Aunque quiero decirle a Ever que está equivocado y que mi esposo se encuentra en perfectas condiciones, la rudeza que usa Edmond para acabar las vidas de los lobos que intentan acercarse a él me dicen lo contrario.Lo he visto muchas veces violento, pero nada de eso se compara con lo que estoy viendo en estos momentos. El hombre que era capaz de destruir a diez hombres lobos en cinco minutos, ahora lo puede hacer en uno solo.Pero no puedo decirle que se detenga porque ahora percibo el aroma de Abbas. Así que, aunque no me agrado verlo como un monstruo, necesito utilizar ese salvajismo para poder eliminar a ese desgraciado que provocó todo este caos.— Eres alguien sorprendente, Edmond. No sólo perdonaste a la mujer que proviene de una familia que tanto daño te ha hecho, sino que fuiste capaz de embarazarla. — dice Abbas avanzando mientras sus lobos se apartan.— Ese maldito…— Creo que
Narra EdmondNo quiero separarme de mi esposa, sobre todo, cuando no sé cómo van a actuar los de su especie ahora que saben de su embarazo, pero, prefiero que Antonella este lejos porque sé que si algo me pasa, podría sufrir.Por eso, cuando todo a mi alrededor cambia, causando que no pueda ver a Antonella ni a alguien más de los Nymwere. Porque aunque percibo el aroma de mi esposa, no puedo verla.‘Es mejor que no vea lo que haré. Ya después buscaré a mi esposa y lucharé con su especie para tenerla conmigo de nuevo.’ Me digo mentalmente.Mi mente lo sabe, comprende que es lo mejor por el bien de mi esposa y mi hijo, pero, mi corazón duele cuando percibo como lentamente su aroma desparece, porque sé que se está marchando y tristemente, no puedo hacer algo para cambiarlo.‘Si hubieses hecho bien tu trabajo de protegerla, no tendrías que dejarle la segu
En el pasado no había temido por mi vida, después de todo, había cumplido con mi trabajo tanto como líder de la manada Diamante Creciente, como rey alfa. por lo que, no tenía remordimientos o planes pendientes por realizar además de buscar a mi pareja.Pero, ahora si me dolería morir, porque mi esposa me necesita y sé que si no regreso con ella, se culpará por mi muerte y eso podría hacerle daño a mi hijo.‘Debes sobrevivir a esto, Edmond, necesitas hacerlo.’ me digo mentalmente.— Puedes buscar lo que desees, incluso, has alianzas con los demonios, no me importa, Abbas, yo defenderé lo mío y tú haz lo mismo. Así de simple. — digo con frialdad.— Sigues teniendo orgullo, pero, ese no va a salvarte de la muerte. — dice Abbas con frialdad.No hablo más, solo muerdo, golpeo y rasgo las pieles de los lobos en sus ojo