Edmond sonríe ante mi pregunta no formulada y yo siento que realmente va a acabar con mi vida porque la descarga eléctrica que esa pequeña pinza causa sobre todo mi cuerpo, es un poder demasiado grande para algo tan pequeño.
— Una de todas las cosas que vas a experimentar conmigo en esta mañana. — dice Edmond sonriéndome.— Necesito que me digas qué es lo que está sucediendo, Edmond. No puedo quedarme en la ignorancia, cuando sé que eres capaz de hacer muchas cosas crueles. — susurro.— Como te lo he dicho muchas veces, no voy a causarte tanto dolor al punto que pueda poner en riesgo tu vida. — dice Edmond.Con esa aclaración, tal parece que no tiene intenciones de dejarme ir aunque este al borde de la muerte, porque según él, sabe lo que hace.— Oh, claro, seguramente vas a llegar el límite y de ahí vas a soltarme. &mdaMi vista se nubla ante las lágrimas acumulada por toda la frustración que estoy experimentando en estos momentos, porque debido a la estrategia que ha utilizado Edmond para poder castigar mi someterme a su antojo, yo me siento vulnerada.Pero, me niego a derramar una sola lágrima y por eso, respiro profundo hasta que finalmente mi vista se aclara, porque mis lágrimas han desaparecido completamente. Durante todo este tiempo Edmond no me dice algo, ni mucho menos me toca, sino que me observa preocupado mientras sus feromonas continúan atacándome.— Antonella…— Puedes continuar todas las veces que lo desees.— Antonella.— ¿Sí?— ¿Te encuentras bien?— Mejor que nunca. — Me limito a decir, aunque lo que realmente quiero hacer es gritarle por toda la frustraciones que en estos momentos estoy experimentando.Edmond parece comprender que
Narra EdmondBusco a mi alrededor intentando percibir el aroma de ese bastardo, pero ni siquiera con un radar, soy capaz de encontrar un solo rastro de barco, lancha o cualquier vehículo marítimo cerca de nosotros.Por lo que, el enojo me invade al pensar que Antonella estuvo deseando tanto tener cerca a ese bastardo de hombre lobo que imaginó que estaba percibiendo su olor.— Rey alfa, creo que debería calmarse un poco, sus feromonas nos están atacando en estos momentos. — dice uno de mis betas.— En vez de estar quejándose por tonterías, lo que deberían hacer es encontrar a ese bastardo. Necesito saber de dónde viene el olor de ese desgraciado. — digo enojado.— Rey alfa, hemos encontrado algo al sur, pero, está muy lejos para percibir el aroma de ese rey alfa. — dice el capitán.Nuevamente, compruebo que Antonella no es una mujer lob
El pánico me recorre cuando la veo dentro del agua sin respirar y todo el mundo se me viene abajo mientras yo saco su cuerpo completamente desnudo de la tina donde ella ni siquiera se esfuerza en salir.Mi pecho duele, el hilo que nos une se debilita y yo me siento un completo imbécil por permitir que ella se hiciera daño. Angustiado, comienzo a darle respiración boca a boca y presiono su pecho como tantas veces lo he hecho por otros lobos de mi manada.Pero, ella no reacciona, mis feromonas, inundan el lugar y mi aura se vuelve un desastre al notar que no tengo la más mínima respuesta de ella.— Esto no puede estar pasando. — susurro continuando con la reanimación.— Señor, ya he pedido al doctor que venga. — dice una de las lobas cubriendo la desnudez de Antonella.— ¡¿Por qué hizo esto?! ¡¿Por qué a nadie se le ocurrió acomp
Antonella, no me responde, pero, eso no me preocupa, porque soy consciente que he hecho muchas cosas que me hacen merecedor de su desconfianza y decepción. Por lo que, mientras lloro abrazándola, le digo todo lo que siento por ella.— Te amo, Antonella y aunque mis acciones pueden hacerte pensar lo contrario, quiero que recuerdes que eres una mujer que ha tenido el infortunio de tener a un tonto rey alfa que no razona cuando es algo relacionado a ti. Por eso, cometo tantos errores.>> Pero, eso no quiere decir que no te amo. Antonella, eres todo para mí, solo tienes un tonto hombre que no sabe qué hacer con tanto y por eso, termina haciendo cosas posesivas que parecen hacerte daño.— Edmond…— ¿Sí, amor? Dime lo que quieras, si no es que me aleje de ti o acepte que te vincules con Abbas o Robert, haré lo que desees. — digo de inmediato, aun derramando lágrimas por
Trago duro, implorando tanto a la Diosa Luna que me ayude a encontrar las palabras adecuadas para no lastimarla más, pero, mi silencio hace que ella se gire y yo observe el dolor en su mirada que tanto me desarma internamente.‘De estas heridas no creo posible sanar por mucho que sea un hombre lobo que tiene su espíritu lobo para ayudarlo en esto.’ me digo mentalmente.— ¿Por qué me equivoco tanto, Antonella? ¿No se supone que el amor de tu vida no puede hacerte daño?— Eso solo es posible si saben lo que hacen y tal parece que ninguno de los dos sabe aquí que hacer o como pensar del otro. — dice Antonella y yo suspiro profundo llevando mi mano a mi rostro.— ¿Qué hago, Antonella? ¿Qué piensas hacer? Yo… no sé cómo actuar con todo lo que sucede. No sé cómo ayudarte o por lo menos, no herirte más.— S
Sé que estoy mostrándome muy débil ante una mujer que debería ser para ella una columna fuerte que no puede quebrarse nunca, pero, no puedo simplemente dejar de llorar, cuando Antonella casi se va por mi culpa.— Lo siento, Antonella. Lamento todos los errores que he cometido y sé que seguiré cometiendo, porque soy un idiota hormonal que no es capaz de actuar como tú deseas que actúe.— La vida no es así, Edmond, las relaciones no son de esa forma.— ¡Esto no debió suceder! ¡No debiste intentar asesinarte y después estar como si nada hubiese sucedido! — grito angustiado.— Edmond…— ¡No está bien! ¡Nada de esto lo está! — grito angustiado.Estoy muy enojado para quedarme sentado y es por eso, que camino de un lado al otro sintiéndome un completo tonto por no saber manejar esto por mi c
Estoy aprendiendo a conocer a Antonella, por lo que, sé que su frase significa que está llegando a su límite de soportarme, por lo que, me levanto y busco otra alternativa para poder cuidar de ella y acabar con todo el problema que Abbas o cualquier bastardo quiera causar.‘A este paso no será una luna de miel, si no, el viaje de los constantes enfrentamientos.’ Me quejo mentalmente.— ¡Necesito a diez mujeres aquí, ahora mismo! — aúllo desde la puerta de la habitación.— Edmond, no es necesario…— Dijiste que haga lo que desee, pero, no lo haré, porque sé que solo has estado tranquila porque yo estoy presente. Así que, dejaré de ser un dictador y me marcharé como lo deseas, sin embargo, no voy a permitir que te quedes sola, porque no pienso pasar por un susto tan grande como el que he vivido. — digo y ya ella no se esfuerza p
Mi mente está en la habitación donde se encuentra Antonella, pero, también está concentrada en este momento donde veo como el alfa Matthew quien fue uno de los que le causó daño a Antonella hace un año, viene voluntariamente a mí, como si fuera un animal caminando hacia el matadero.‘Parece que este es un premio por ceder ante Antonella, cuando lo que quería era darle unas nalgadas por ser tan desobediente y tonta.’ Me digo mentalmente.— No lo mates, Edmond.— Si crees que voy a tomar el té con él…— Alá te da algo tan valioso como las segundas oportunidades y una mente para comprender tus errores y ser mejor cada día, pero, tú sigues desesperado por equivocarte tantas veces, eres un completo masoquista. — dice Abbas.— ¿Quieres que te golpee ahora? porque puedo acabar con los dos si lo deseo. &mdash