- Ah… e imagino que no lo aceptaste ¿verdad? – mencionó Jayden, quien reconoció esos sutiles gestos que demostraban que cupido hizo de las suyas.- Así es, le dije a Erika que los accidentes suelen pasar y yo estaba bien – indicó mirando al rubio – e igual Harry me juro que ya no haría algo como eso
La época de fiestas fue un gran relax en la vida de la pareja, ya que ellos al fin pudieron convivir varios días con su pequeño sin preocuparse por la oficina.Lamentablemente el periodo de vacaciones llegó a su fin y regresaron de nuevo a la rutina, con la diferencia de que a veces James acompañaba
- Buenos días – saludó el repartidor cuando le abrieron la puerta – traigo una entrega para la señora Samanta Cooper.- Claro, pase por favor – indicó el mayordomo dejándolo pasar – puede colocarlo sobre la mesa.- Gracias, igual me firma de recibido – comentó pasándole la hoja de envió mientras aco
- ¿Eh? pero mi hija hace rato que se fue.- ¿Qué? pero… ¿a dónde se fue?- Se fue al hotel Cristal a atender una junta, pero… – empezó a decir mirando la hora en el reloj de la pared – si te apuras la alcanzas, ya deben estar terminando.- Gracias suegro.- De nada ¿por cierto quieres? – dijo ofreci
- Cierto esto no es suficiente – indicó divertida antes de mirar a ver a uno de los guardias - oye tú, trae la caja blanca – le ordenó a uno de los hombres, quien rápidamente fue a buscar ese objeto, para entregárselo a Jayden – es para ti y espero disfruten del lugar – declaró guiñándole el ojo.-
Después de ese glorioso San Valentín, los días pasaron de forma rápida entre el trabajo, pasar tiempo con James y ver los últimos detalles de la boda.Por suerte: la música, el dj, el fotógrafo y el camarógrafo fueron fáciles de contratar.Lo que sí fue algo complicado fue en el vestido de Carolina,
Los días empezaron a pasar y ahora estábamos a solo 24 horas del gran día.Por lo que esa tarde, todos se reunieron en la mansión Cooper.- ¿Aquí celebraremos la despedida de solteros? – preguntó Carolina mientras bajaba del auto con la ayuda de su esposo.- Eso parece – indicó Cristian. - Bienveni
Todos empezaron a andar emocionados por el jardín, dividiéndose para ir cada quien por su lado siguiendo su mapa para ir a su primer desafío.La única que estaba acompañada era Carolina, ya que un sirviente estaba cuidándola por si se cansaba de andar, para ofrecerle su ayuda o una silla de ruedas.