Guillermo estaba muy cansado, ya la edad jugaba en su contra, pero en esos momentos el cansancio no le importaba porque se sentía orgulloso de ver que el trabajo y esfuerzo de su hijo menor estaba dando frutos. Esa mañana había empezado de forma agitada porque estaban haciendo la última sesión de f
Entre el trabajo y las correcciones finales llegó la noche. Ahora el gran salón de eventos de la empresa empezaba a llenarse con todos los invitados. En esos instantes los reporteros estaban muy pendientes de todos los que llegaban, fijándose desde la vestimenta con la que llegaban hasta el color
Capítulo 80: ¡Strike Dos! - Aquí tiene – dijo Jayden sacando la invitación del bolsillo de su saco. Al ver el color de la invitación, todos los reporteros empezaron a observar con detenimiento a Débora e igual buscaban sacarle muchas fotos, notando que el peinado estaba acorde con la pulsera. Ell
Roger miró sorprendido y furioso a Jayden, porque esa era una clara provocación por el hecho de que él ya no tenía dinero como antes. - Claro que sí muchacho, faltaba más – mencionó Guillermo de forma jovial – bueno ahora vemos esos detalles, por ahora debo ir a apoyar a mi hijo, el pobre es un man
En eso aparecieron las modelos que desfilaron luciendo la colección de lujo, notando que el tema era la primavera, ya que las piedras preciosas fueron colocadas de manera especial para dar la apariencia de que eran ramos de flores con sus hojas. Al ver eso Isabela vio con detenimiento la pulsera qu
Ante ese comentario muchos empezaron a reírse y señalar a la rubia, quien ahora tenía un tic en el ojo porque por las burlas que estaba recibiendo se nota que muchos habían aprendido el lenguaje de señas por culpa del juicio, por lo cual todos entendían a la muda sin problemas. Ella tiene razón. E
- Y con respecto a los rumores que creo esta señora – empezó a decir el adolescente. “Eliot…” - dijo ella arqueando una ceja, aunque se notaba divertida. - Bueno… mi madre – se corrigió de mala gana – solo puedo decirles que esta pulsera es exclusiva porque es la primera que hice y al principio te
- Tú… - Sophia estaba sujetando con fuerza su mejilla enrojecida, pero el dolor no era nada comparado con la sorpresa de haber escuchado a la muda hablar. - Imposible – dijo asombrada Isabela. - Débora… - Roger miraba asombrado a la castaña. - Ash… ¡malditos! se supone que sus primeras palabras e