Casandra se asustó al ver escuchar eso, porque no deseaba pisar la cárcel por culpa de la muda e igual podía notar que Nico se estaba controlando para no cumplir con su amenaza. - Entonces ¿cooperas o te hundirás? – declaró el detective sonriendo de lado. - Yo… - Casandra ahora se notaba angustiad
- Y con esta información confirmamos que sabías perfectamente que tu apellido no es Anderson y que toda tu vida era una mentira – indicó Nico. - De acuerdo, lo confieso… lo sabía desde un principio, pero ¿y qué? todo eso fue cosa de mi padre, no mía. - ¿Y tú hermana? – preguntó el detective. - Es
Al salir de la entrevista los 3 hombres sonrieron, porque consiguieron lo que deseaban. - Entonces Andrea estaba en lo cierto y Federico trabajó con ese sujeto – dijo molesto Nico al recordar los papeles que Cristian le enseñó. - Obviamente por la edad, hablamos de que eso fue un trabajo del anter
- Wa… qué hermoso – dijo la pelinegra admirando la hermosa pieza. “Me gusta” - Disculpe ¿qué precio tiene? – Carolina se miraba muy interesada en el collar. - Perdón señorita, pero no está a la venta. - Que… am… entonces ¿porque no los enseña? – eso la confundió, haciéndole creer que el vendedor
Durante la fiesta Jayden, Cristian y Nico salieron al balcón para hablar en privado. - Vaya… quien diría que algo que parecía sencillo se complicó de esta forma tan loca – dijo Jayden dejando escapar un suspiro. - Bastante – indicó Cristian – y en realidad estoy aparentando calma, pero tengo algo
Débora dice: porque amas las compras y las ofertas. Carolina dice: ¡hey! no me juzgues, sabes que son mi debilidad y cada cosa tiene su utilidad a corto o largo plazo en mi casa :P pero oye ¿qué te parece si pedimos pizza y cenamos los 4 en tu casa? Débora dice: va, esa idea me gusta, si quieres a
Débora estaba un poco asustada porque no sabía ¿quién era ese sujeto, que quería de ella o a dónde se dirigían? Lo malo es que cuando la hizo subir al automóvil, le quitaron su bolso con todas sus pertenencias y solo le dejó a mano su libreta y bolígrafo para que se pudiera comunicar con ellos. En
Tras eso ingresaron a una habitación, la cual parecía más una oficina de algún corporativo lujoso que de un almacén, ya que contaba con muebles de oficina de alta gama, incluyendo un gran sofá de cuero negro. - Adelante ponte cómoda – dijo guiándola al sofá. Débora se acomodó en el lugar indicado