Elliot dice: ¿Débora estas bien? :s Débora dice: Si, estoy aquí tranquila en casa ¿por? O.o? Elliot dice: uff… que bueno, porque aquí en casa es una locura total X-X hay reporteros por todos lados y mi mamá se la pasa de histérica gritando que no puede salir a la calle sin ser acosada. Débora dic
Entre escándalos y malos ratos para ambas familias llegó el maldito día… el día del juicio. Era el momento de la verdad y todos tenían una sola cosa en mente: vengarse de Débora. Se juraban que apenas la vieran en el juicio la haría arrepentirse de esa estupidez que hizo, porque les ocasionó mucho
- … - Roger le miró extrañado y en eso noto que ella miraba a su izquierda. Esas palabras captaron la atención de TODOS los presentes en la sala, quienes igual buscaron mirar a donde la pelinegra señalaba, sorprendiéndose al ver a una hermosa mujer castaña de cabello corto avanzar hacia ellos. Rog
“Quiero el divorcio” Roger agradeció que fuera muda y no hablara porque nadie se enteraría, pero en eso escucho como algunos reporteros repetían las palabras de Débora, lo que significaba que habían traductores entre ellos. - Débora eres una ingrata mal agradecida – declaró Isabela acercándose a e
- Que… eso es men… - Pero me alegra que tocara ese punto abogado y ahora deseo preguntarle ¿por qué afirma que mi cliente NO TIENE DINERO? si ella es la señora Petrovic - preguntó mirando a los ojos a Roger - díganme ¿porque la mujer del CEO multimillonario no posee ni un centavo en su bolsillo com
- En ese caso deberemos aplazar este juicio… Te gane estúpida - pensó Roger sonriendo con malicia, ya que gracias a sus amistades logró averiguar el nombre del traductor para el juicio y lo soborno para que no se presentará, lo que significaba que por hoy se terminó el juicio y ahora la obligatori
- Eso no es verdad, yo necesito a Devora a mi lado – declaró Roger colocándose de pie. - ¿Para que tengas a tu criada que te lave y cocine gratis? – preguntó Cristian empleando un tono sarcástico en su voz – las pruebas de tu infidelidad son demasiado claras y sé que esto inicio al mismo tiempo que
- No señoría, no puede hacer eso – declaró Roger enfurecido. - Entonces, dígame ¿por qué no debo aprobar el divorcio? Roger miró a Juan para hacer que reaccionara y hablara, porque simplemente lo estaban humillando. - Perdón, señoría, ejem… - Juan se colocó de pie tratando de verse seguro mientra