La Despedida

POR GIULLIANA|

Estaba sentada en la cama con mi hijo en brazos, esta era mi última noche junto a él,  a la personita que es y será mi vida entera, quien me dio las ganas de seguir luchando, de salir adelante, solo por él. Su pequeña manito no suelta la mía, tiene uno de mis dedos aprisionados junto a él, sus dulces ojitos me miran, es como un hechizo, tato de no llorar pero me es imposible, el solo hecho de saber que estaremos alejados me mata poco a poco por dentro, pero no tengo opción, quiero que tenga una vida normal, no como la mía, que tenga una vida llena de amor, felicidad, que crezca sin violencia a su alrededor, eso solo lo puede tener lejos de mi.

Hubo un tiempo en que si fui feliz, creo, al menos no había violencia, pero luego de un tiempo solo eran torturas y sufrimientos y aunque sabía que tenía un bebe nuestro dentro de mí, no lo detenía, era aún más cruel, no sé qué lo llevo a eso siempre me he preguntado lo mismo... o solo quizás siempre fue así y yo no lo veía.

Recuerdo las muchas veces que mis padres me decían que no me casara, que era mejor conocernos más, pero mi enamoramiento no me dejaba ver la realidad, discutimos muchas veces por ese tema y al final tenían razón — cuanto lamento no haber escuchado —  ellos, mi hermana... mi dulce hermana, jamás volví a saber de ella, desapareció de la faz de la tierra como si nada, la buscamos tanto tiempo y es como si la tierra la hubiese tragado, nunca hubo pistas ni testigos de nada. Algún día espero volver a retomar la búsqueda, por ahora no puedo, él me puede encontrar si voy con algún policía eso podría ser fatal... mucha gente trabaja para él y de seguro hay policías involucrados que por dinero harían cualquier cosa, y quien sabe cuántos más, él es muy poderoso y con influencias...

—  Deberías dormir un poco niña —  La miro mientras acomodo a Ángel al lado de la cama.

—  como podría Gloria... —  Respondo secando mis lágrimas e invitándola a sentarse junto a mí —  míralo, tan pequeñito, indefenso y por mi culpa debe pasar por todo esto, quizás debería haber hecho el intento de abortar, aunque él me hubiese matado por eso, pero al menos ahora él no tendría que estar sufriendo por mis malas decisiones, es solo un bebe.

—  no es tu culpa niña, él es quien está mal, no sé cómo un ser humano podría tener de prisionera a su esposa, dañar a su propia familia y sobre todo a su hijo, es su sangre.

— eso a él no le interesa, no sé en qué momento llegó a eso, cuando lo conocí era diferente, pensé que me amaba, al menos eso daba a ver, pero creo que era un lobo disfrazado con piel de oveja, el jamás me ha amado.

—  no se toda tu historia, solo lo poco que me has contado y es admirable la fortaleza que tienes niña, eres fuerte y valiente. Esto que harás por ángel demuestra tu amor infinito por él, ya verás que todo se arreglará, debes tener fe

—  nunca se arreglara, al menos no hasta que me tenga devuelta, solo ahí se detendrá

—  niña...

—  Por favor Gloria, si algún día no vuelvo —  veo como tapa su boca asustada —  jamás digas nada, inventa lo que quieras, pero jamás digas que es mi hijo, para ese hombre y para mí él bebe murió, cuídalo como si fuera tu propio hijo, críalo y que sea un niño bueno, por favor.

—  Claro que si niña —  y me abraza fuertemente, un abrazo que necesitaba desde hace mucho tiempo —  lo cuidare como mío, no dejaré que nada malo le suceda.

—  gracias Gloria, estaré eternamente agradecida.

La noche se me hizo eterna, no dormí nada así como muchos otros días, el miedo no me deja, sueño constantemente que me atrapa y hace de las suyas nuevamente, como podría dormir en paz, si tengo un monstruo acechándome.

 Son las 5 de la madrugada y estoy tomando a mi bebe en brazos para llevarlo junto a Gloria, deben irse ya, a esta hora ya no hay gente en las calles y pueden irse tranquilos.

Lo estoy envolviendo en su mantita cuando entra ella con el bolso que arregle el día anterior, en la entrada están las maletas listas y el taxi espera afuera, lo miro por última vez mientras duerme y beso su frente

—  te amo mi Ángel, te amare cada día que me quede de vida, pero estaré feliz al saber que tu estarás bien y con una persona buena, espero que el destino nos vuelva a juntar algún día, en esta vida o en la otra. Te amo mi bebe.

Se lo entrego y no puedo parar de llorar, sé que es lo mejor, al menos para él, salen y poco a poco veo como se alejan de mí, el taxi se pierde en la oscuridad y me derrumbo en el piso llorando sin control, preguntándome porque la vida tiene que ser así de dura, porque no tome mejores decisiones, porque creí en su amor, necesito desahogarme y esta es la única manera.

Una semana sin tenerlo a mi lado, cada día sueño con su rostro, otras veces despierto llorando porque ese monstruo aparece junto a él y se lo lleva, pero sé que está bien, el teléfono prepago que me dejo gloria me ha ayudado a saber de él, solo una vez por semana como lo acordamos, ayer hice mi primera llamada, no dijimos nuestros nombres, solo escuche lo que tenía que decir y colgué.

Cada día que pasa el dolor se intensifica, no me reconozco, ha pasado un mes desde que estoy aquí y no he sabido nada de él, ¿será que se cansó de buscarme?... no lo creo, él no es así, jamás se cansara. Todos los días salgo a buscar trabajo y en todos los lugares me piden antecedentes o me rechazan porque no termine mi educación superior y eso me juega en contra.

No he encontrado nada y a estas alturas ya es poco el dinero que me queda y mi hijo necesita de él, haría lo que fuera por el... solo me queda un lugar al que no he ido y sé que en ese sitio no necesitaran mis antecedentes, Al parecer es mi única salvación. Me arreglo lo más que puedo y salgo dejando todo bien cerrado y camino hasta el lugar que me recibirán "cabaret Moulin Rouge", se lo que me espera, pero es mi única salida.

POR DANTE |

Te encontré, te reconocería en cualquier lugar, ahora solo debes confiar en mí y mi trabajo estará hecho...

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