POR GIULLIANA
Me vestí para salir al restaurante y juntarme con mi ayudante, estábamos a dos semanas del matrimonio y sentía que no avanzaba nada y mi relación con Dante iba en caída. Estaba tan extraño, no hablaba conmigo, llegaba tarde y casi no compartíamos, siempre tenía demasiado trabajo y Hoy como todos los días se fue temprano, tenía mis ojos cerrados y espere su beso como siempre… pero esta vez no sucedió, solo se acercó, se quedó unos segundos y luego salió en silencio.
— Buenos días Gloria — entré en la cocina, estaba sentada tomando una taza de café, al verme me sirvió una de inmediato y la necesitaba bastante
— Temprano en pie niña. — puso la taza frente a mí y se sentó, esperando a que me desahogara
— últimamente no duermo bien, no
POR EXOCETLuego de que Giulliana se fue, me quedé un momento más en el café, era muy agradable y acogedor, hace mucho tiempo no estaba en un lugar así y mucho menos fuera de la mansión de Gastón... Creo que nunca, seguí tomando mi café mirando por la ventana, hacia la carretera— Puedo sentarme aquí — mire al hombre que tenía en frente y al cual reconocería en cualquier lugar, estaba con una bandeja en su mano y vestía perfectamente de traje, me puse nerviosa al creer que me reconocería pero por su actuar veo que no— No hay problema, siéntate.— Gracias — se sacó su abrigo y lo dejo a un lado tomando el café entre sus manos — Disculpa si te incomodo, pero el lugar está lleno y me gusta venir aquí, hacen el mejor cafe— por lo que veo, este sitio es muy
POR ERNESTO RIVIERA— Así que, ¿que cuentan los señores, como los ha tratado la vida?— Señor Riviera, Por favor déjenos volver con nuestras hijas, llevamos mucho tiempo aquí, nos necesitan— ¿Y que los hace pensar que los traje aquí para devolverlos a sus hijas?— Por favor, solo déjenos verlas. Las extrañamos, hace mucho tiempo no las vemos, no sabemos cómo esta Giulliana y Victoria, ellas necesitan a sus padres— Les tengo noticias, quería esperar un tiempo para contárselo pero será mejor hacerlo ahora. — me paré atrás entre los dos — Giulliana escapó, pero no sin antes disfrutar de ella y yo fui quién secuestró a Victoria, las dos son mías, las dos fueron completamente mías, las dos disfrutaron de mi verga, abusé d
POR GIULLIANAMe miró y pasó de mí, entrando como si esta fuera su casa, se veía bien, mucho mejor que yo al menos, Dante estaba parado en el umbral de la cocina observando la escena que tenía enfrente con las manos entre sus pantalón, su cabello estaba revuelto y estaba conteniendo la respiración, nadie decía nada.— los dejoPase por su lado y solo me observó, cerré la mampara que dividía la cocina del comedor pero aun así podía oír sus voces aunque trataba de hacer oído sordo, era algo imposible— Que haces aquí victoria— Se te quedó tu billetera— no era necesario que la trajeras hasta acá— ¿Porque te molesta tanto verme aquí? Esta es tu casa y bueno... Nosotros— nosotros nada Victoria, somos amigos, te hago compañía
POR GIULLIANANo dormí en toda la noche, la cama se sentía fría, toda la casa se sentía vacía, hechaba de menos su aroma, su voz, sabía que me iba a doler por un tiempo pero poco a poco doleria menos... O eso esperaba.Me puse un vestido, medias achiporradas por dentro y botas altas, mi abrigo lo llevaba sobre puesto sobre mis hombros, me sentía nerviosa y muy ansiosa, quería y necesitaba ocupar mi mente en otra cosa y eso solo lo lograría trabajando.Conduje hasta la cafetería y me senté en una mesa al lado del ventanal, pedí un café doble mientras esperaba, aún era temprano, mi pies se movía rápidamente golpeando el piso de mármol nerviosa, mis manos estaban alrededor de la taza y el aroma entraba por mi nariz tranquilizándome un poco. El local estaba lleno como de costumbre a esta hora, todos a mí alrededor sonreían, hablaban y se veían felices, ponía atención en cada uno de ellos mientras yo deseaba estar así con Dante.— Giu, ¿qué haces aquí? — me sorprendí al oír la voz de Joel,
POR DANTEHan pasado tres semanas desde nuestra separación, la extraño demasiado, me hace falta todo de mi Giulliana, extraño su risa contagiosa, nuestras tardes juntos a nuestro hijo, extraño nuestro hogar y por sobre todo a ella.Desde la muerte de Ernesto todo se ha normalizado, ya mi preocupación ha bajado bastante y sobre todo cuando vi su funeral desde lejos, ese maldito ya estaba bajo tierra y no volverá a dañar a la mujer que amo.Tomo otro sorbo de whisky y Joel entra junto a Julián al departamento con bolsas en las manos.— Vamos amigo — golpea mi espalda — debes recuperarte, cada día te ves peor— Estoy bien — Dije mirando el vaso medio vacío, rodándolo entre mis manos— Eso no es lo que vemos — Dijo Julián — Tienes que recuperarte, todo se arreglará— No puedo, la necesito tanto.— Entonces haz las cosas bien — agregó Joel — lleva a Victoria con un psicólogo, ella necesita de un especialista y tú no lo eres, cuando lo vas a entender— es mi culpa su estado, debo hacer alg
POR GIULLIANA Estaba jugando junto a Ángel tratando de sonreír por él, aunque por dentro estaba destrozada y lo único que quería era llorar, pero debía ser fuerte por mi hijo.—Niña, tienes una llamada—Gracias —Tomé el teléfono y hablé —diga —Nadie hablaba, solo se sentía música—¿Quién es?—¿Recuerdas esta música? —no reconocía la voz, pero si la melodía de fondo, era la misma que bailé el día de mi matrimonio con Ernesto. —El pasado siempre vuelve—¡¿Quién es?!—El pasado siempre vuelve... Recuérdalo Giulliana.Se cortó la llamada y marque devuelta pero salía que el número no exist&iacut
POR GIULLIANA Esa noche no pude dormir, me daba vuelta de lado a lado y sin poder lograrlo, tomé la bata del perchero y fui al cuarto de Ángel. Al abrir pude verlo dormir tranquilamente, estaba como siempre todo destapado, lo cobije nuevamente y me senté en la mecedora a su lado y me quede ahí, simplemente cuidando sus sueños. Poco a poco comencé a cerrar los ojos y como ya hace un tiempo no me pasaba, soñé con Ernesto, el simplemente me observaba, a cada lugar donde iba el aparecía acechándome y no encontraba escapatoria. Desperté de un salto con el sonido de mi teléfono, con mi corazón latiendo a mil por hora, me tomó unos segundos tomar el teléfono y contestar— Diga, ¿Quién habla?— ¿Giulliana Dekker?— Con ella, quien es— Llamamos de la clínica "Central Ámsterdam" el señor Joel Keirvil la tenía en sus contactos de emergencia — escuchar eso me hizo estremecer— ¿Qué le pasó?— En estos momentos está en cirugía, esta noche tuvo un accidente en su vehículo, por lo que sus lesiones
1 mes después.POR VICTORIAEra una de mis últimas sesiones en donde esta vez debía ir con dante, una de las personas más importantes en mi vida, por quien hice las peores locuras, por quien creía merecía hacer sufrir a gente inocente, pero poco a poco me he dado cuenta de mi gran error y este día debía confesarle una gran verdad.Estabamos sentado uno frente al otro y me acompañaba mi especialista, luego de escucharla por varios minutos me mira y me habla directamente—¿hay algo que quieras decirle el día de hoy a dante, victoria? —Levante mi vista hacia la suya y lo mire por largos segundos —¿victoria?—sí, hay algo que quiero decir—Puedes hacerlo entonces, y Dante, debes darle tiempo de explicarse, escucharla y por sobre todo apoyarla,