Duke comenzó a caminar y lentamente se acercó a Adina.

Solo dejó de caminar cuando estuvo a un paso de ella. Luego, se inclinó un poco y la olió suavemente.

—Señora Willis, ¿qué perfume llevas?

Adina frunció el ceño y rápidamente dio un paso atrás.

Notó que el Señor Winters la miraba extrañado.

Le resultaba familiar, pero eso no significaba que pudiera ser tan frívolo con ella.

Llevaba tacones altos, y uno de ellos de repente se inclinó. En el siguiente segundo, sintió el fuerte brazo del hombre alrededor de su cintura.

Justo cuando estaba a punto de soltarse de sus brazos y alejarse, Duke levantó la mano y chasqueó los dedos.

El chasquido zumbó en sus oídos, y su mente de repente se quedó en blanco. Tomada por sorpresa, pronto se desmayó.

—Addy, finalmente te encontré.

Duke sostuvo su cuerpo inerte en sus brazos. Enterró la cara en su cuello y respiró hondo.

Esta era su Addy.

Su olor era exactamente el mismo que hace cuatro años.

Él aspiró su aroma ligerament