"Adina ha contratado a Brenden Watson, el abogado más famoso del país. Tyson no tiene la más mínima posibilidad de ganar", dijo Dew con firmeza. "A Tyson le importa mucho su reputación. Quizá ni siquiera se presente la demanda...".

Ruby se recostó en su silla real y se burló. "En ese caso, ¿por qué no le echamos leña al fuego y lo obligamos a presentar la demanda?".

"Mamá, de tal palo tal astilla. Pensaba lo mismo. Le pedí antes a alguien que tomara unas fotos. Te las enviaré ahora mismo". Dew sonrió y dijo: "Puedes trabajar en ello. Será mejor que hagas las cosas bien. En este momento estoy en el extranjero, así que por mucho que la cosa se agrande, George no sospechará de mí. Mamá, cuento contigo".

"No te preocupes, Dew".

Ruby pulsó su teléfono. Mientras se desplazaba por las fotos, se le escapó una sonrisa de victoria.

En ese momento, era de día en el otro lado del mundo, y Dew estaba en un banquete. Después de colgar, tomó una copa de vino de un camarero y se dirigió a la sala