George se giró de repente y vio los ojos negros de Duke, que contenían una ira oculta.

"No me digas que estás haciendo esto por la reputación de tu madre otra vez".

La voz del hombre era fría y resonaba en la pequeña habitación.

George frunció los labios y se negó a responder.

Sólo quería entender a esa mujer. Sin embargo, se había encontrado inesperadamente con su rival, y las cosas se salieron de control.

Duke miró fijamente a George y preguntó con frialdad: "Dime, ¿por qué intentas tratar con la Corporación Tecnológica La Estrella?".

Aunque los códigos de la pantalla habían pasado muy rápido, había podido captar la dirección del sitio web.

Su hijo, del que siempre se sintió orgulloso, de verdad había montado un ataque sorpresa a la página web de un estudio recién creado.

George bajó la cabeza y apretó los puños.

Apretó los dientes, pero no dijo nada.

"Tus habilidades de jaqueo son de las mejores del mundo, y menos de diez sitios web del país pueden defenderse de tu ataque"