La voz llamó la atención de todos los que estaban en el pabellón.

—¡Everett... Everett Craig!

Cuando Paul vio a Everett, fue como un ratón viendo un gato. Su expresión cambió instantáneamente y soltó la mano de Ninian a toda prisa.

Ninian se soltó de su agarre e inmediatamente miró a Everett. Sus ojos no pueden evitar ponerse llorosos y su visión borrosa.

Por alguna razón, en el momento en que lo vio, se sintió en conflicto y quiso llorar.

Tal vez estaba feliz de que él estuviera bien y hubiera llegado al lugar a salvo. Quizá estaba feliz de que él hubiera aparecido por un tiempo y la protegiera una vez más. Quizá pudiera imaginar lo cruel que era el pasado cuando solo escuchaba una parte de él.

En ese momento ella se sintió extremadamente triste, pero también sintió alegría, tristeza y simpatía por él.

—No llores —Para entonces, Everett ya se había acercado a ella. Su mirada era afectuosa mientras él la sostenía en sus brazos y besaba suavemente su cabello suave.

—¡Beb