Fernando no salía de su asombro. ¿ Cómo era posible que Anna se negara a contarle a Alonso algo tan importante?. Se sentía realmente molesto con la joven, él podría amarla mucho pero en esta situación surgieron las discrepancias._ Annita, recapacita por favor. Alonso tiene derecho a saber lo que está pasando. Es su hijo también_ le dijo Fernando seriamente_ Piensa que ese bebé necesita a su padre.La joven permanecía inmutable, como si todo lo que le dijera su amigo cayera en saco roto._ Este bebé es mío y de nadie más_ dijo ella sin mostrar ninguna emoción_ Alonso fue bien claro cuando me dijo que si me iba, no regresara y tú mismo lo viste, él está haciendo su vida. Fernando suspiró hondo y se pasó la mano por la cabeza._ Anna, por favor... ¿que tiene que ver una cosa con otra? ¡Estamos hablando de un hijo, un hijo!_ le dijo él tomándola de los hombros._ Fernando, te prohíbo que se lo digas. Si lo haces, olvídate de mí_ le dijo enojada_ ni siquiera he tenido tiempo de asimilar
Cuando llegaron a Nueva York, Anna decidió quedarse en la residencia que compartía con Fernando a pesar de los ruegos de Lara para que se quedara con ellos. Anna amaba a Lara, pero se sentía más tranquila en su casa y con Fernando haciéndole compañía. El médico seguía sin estar de acuerdo con la decisión de su amiga, pero parecía que Anna estaba encaprichada y no quería hablar con Alonso. _ Anna, ahora que él doctor nos ha dicho que tú y el bebé están bien, voy a regresar, tengo asuntos pendientes que arreglar allá_ le dijo seriamente.La joven se incorporó sobresaltada._ Me imagino que tú no..._No. No iré a hablar con Alonso, te lo prometí siempre y cuando tú cuides de tu bebé. ¡Si veo que haces una locura, te juro que lo haré!Se sentía frustrado ante la negativa constante de Anna, pero no podía arriesgarse a perder su amistad, era por eso que mantendría el silencio a pesar de estar en desacuerdo. Sabía que jamás podría haber algo entre ellos, pero Anna y ahora el bebé eran su
Victor Balbuena, tuvo que asumir que esperar a que Clara saliera de su casa para ir a cenar con él, lo hacía sentir como un adolescente inexperto. Parecía que los minutos de espera eran horas interminables. Su divorcio ya estaba firmado, en trámite y a punto de dictarse la sentencia, él casi podía sentir algo muy parecido a la libertad. La audiencia por la custodia, literalmente terminó siendo un simple trámite porque las partes llegaron a un acuerdo gracias a la negociación de Clara. Ella fue tan aguerrida a la hora de negociar que Victor terminó pagando la mitad de lo que Thelma pedía y el trato era que solo vería a su hijo en alguna fecha especial y en vacaciones, cediendo todos los derechos a su padre. A la mujer solo le interesaba el dinero, así que firmó el documento prácticamente sin leerlo. A Clara se le revolvía el estómago de la indignación al ver a esa mujer tan despegada de su hijo y tan interesada por el dinero._ Bien, esto se concluye aquí y ahora_ le dijo con fir
Anna seguía trabajando junto a su padre, menos horas pero seguía haciéndolo. Además gracias a los contactos del mismo, había comenzado a hacer un maestría. Para ella estudiar y trabajar no era un problema, su prodigiosa mente siempre estaba a un paso adelante de todo. Frank había asumido tan naturalmente su rol de padre que rara vez la llamaba por su nombre._ Hija, mañana quiero que nos acompañes a una fiesta con inversores que vienen del extranjero. Quiero presentarte ante ellos ya que seguramente en un futuro próximo serás tú quien me represente._ Oh, pero está Blanca conmigo. No quiero dejarla sola_ le dijo Anna mientras se retiraba._ No te preocupes llévala, sé que no dejarás a tu mejor amiga sola en una ciudad que no conoce más cuando vino a cuidar de tí. Ella sonrió le dió un beso y se fue. El hombre se sentía orgulloso de la hija que la vida le había puesto en el camino. Anna, había aprendido muy rápido todo lo que se refería a los negocios y se diría que se manejaba como
Alonso había hablado con Julia para que se detuviera enviándole amigas para salir. Tuvo que utilizar palabras y actitudes muy persuasivas para que dejara de molestarlo. Con la partida de Thelma, los constantes asedios que sufría habían cesado y él comenzó a sentir una paz que hacía muchos años no sentía. Seguía religiosamente con la terapia, y trabajando a destajo para no pensar mucho. Con el tiempo se estaba acostumbrando a la ausencia de Anna, no la olvidaba pero ya no vivía pendiente de su regreso. Él ahora tenía la vida de un verdadero autómata, de la casa al trabajo y viceversa. Una noche recibió el llamado de su mejor amigo._ ¡David, amigo! Es un placer escucharte_ le dijo Alonso contento_ Hace bastante que no hablamos.El otro frunció el ceño. _ Y sí, ambos estamos encerrados en nuestro trabajo y rutina. ¿Qué puedo decirte?Ah, pero eso se acabó. Llegué hoy a la ciudad y si te niegas a tomar una copa conmigo, voy a buscarte a fuerza de pistola.Alonso se echó a reír. _ No
Miranda Zuñiga, había sido no solo amiga de Alonso sino algo más que eso. De todas las mujeres con las que él había salido, ella fue la única que logró mantener contacto con él a través del tiempo. _ Pues que sorpresa encontrarte aquí_ le dijo él saludandola calidamente_ la última vez que te vi fue en un cóctel en Singapur. Ella se echó a reír divertida. _ ¡Si cuando me rechazaste, diciéndome que tenias novia!_ dijo entre risas_¡Quise que en ese momento que me tragara la tierra, hice el papel de tonta!Miranda era muy alegre y extremadamente seductora. A Alonso esa mujer nunca le había sido indiferente, por algo era la única con la que seguía teniendo contacto.Ahora no le importaba ninguna mujer más que Anna. Podría presentarse la mujer más hermosa del mundo que para él, sería la nada misma. Como alguna vez dijo, estaba hechizado por ella._ Lo siento, no me dí cuenta_ dijo Alonso sintiéndose culpable_ no fui claro en ese momento contigo. Estaba en un período de bastante confusió
El día del cumpleaños número veintidós de Anna fue todo un acontecimiento. Los Vermont organizaron una fiesta, con su círculo íntimo de amigos. Fernando había llegado hacía unos pocos días y Blanca se quedaría hasta el día después de la celebración de su amiga. Anna realmente disfrutaba de tener a sus dos incondicionales amigos bajo el mismo techo. Según ella era como tener el agua y el aceite, pero para su alegría ellos habían logrado tener una dinámica muy parecida a la amistad. Además tanto Blanca como Fernando tenían por así decirlo un enemigo silencioso en común: James. Este astuto joven había logrado meterse en la vida de los Vermont sin ningún problema. Al primero que conquistó con su carisma y carácter tan directo fue a Frank, tanto así que había logrado cerrar un negocio multimillonario con él.Cuando el hombre lo invitó a cenar a su casa, logró que Lara quien siempre se manejaba con bastante recelo, lo aceptara sin ningún problema, era por excelencia un encantador innato
El tiempo fue pasando inexorablemente. Después del cumpleaños de Anna, los meses avanzaron casi sin darse cuenta. Progresivamente su vientre iba creciendo, así que ella usaba ropa holgada para disimularlo y cuando ya no pudo hacerlo, dejó de ir a la oficina de su padre. Seguía estudiando y poniendo todo de sí para salir adelante.A Fernando no le costó en absoluto obtener un puesto como cirujano en un hospital de alli, un profesional tan eximio como él era muy valorado. Blanca había regresado para empezar a trabajar de manera independiente, con la promesa de regresar a Nueva York para el nacimiento del bebé de Anna, ya que ella era la madrina y Fernando su padrino.¿Anna los había elegido adrede? viniendo de la joven, todo podía ser. Ella decía que su elección se basaba en qué si algo le pasaba, no confiaba en nadie más para cuidar a su pequeña más que en ellos.Sí, Anna esperaba una niña y se llamaría Milena, el segundo nombre de Dolores. El día que lo supieron, todos estaban felic