Yo dudé. "Yo… no lo sé".Ella suspiró y sacudió la cabeza con impaciencia. "Eso no me da nada con qué trabajar. Supongo que no tengo más remedio que confiar en Su Alteza y arreglármelas". Sin perder ni un momento más, me llevó a un dormitorio conservador pero de aspecto cómodo, tapizado con colores neutros y azules apagados. Todo estaba impecable y organizado a la perfección, lo que me llevó a creer que eran de sus habitaciones privadas.Después de una rápida búsqueda en la cómoda, sacó un sencillo vestido azul intenso. "Vamos a probarle esto, ¿sí?".Asentí tímidamente. "Usaré cualquier cosa que pueda darme".Supongo que esa no era la respuesta que esperaba porque una de sus cejas se levantó con sorpresa y su boca se abrió un poco como para decir algo, pero rápidamente se recompuso. Con su ayuda, me quité el vestido arruinado, lo dejé a un lado para tirarlo más tarde y me puse el vestido azul que ella me dio.Maggie observó mientras yo modelaba de pie frente al espejo. "¿Es de su
Punto de Vista de MaeveEn pánico, observé sus rostros lo más que pude por tres segundos antes de bajar rápidamente mi rostro. No quería creer que alguien relacionado con mi familia estaría en la mansión de Xaden, pero no había duda de ello. Bella estaba aquí, con su padre Alfa y su madre Luna.La última vez que la vi fue hace un mes en Piedra de Luna antes de la fiesta de Sarah.Y al mirarla vi que ella no había cambiado en lo más mínimo.Su estilo era tan glamoroso y caro, si no más, que el de mi hermana. Al estar vestida con elegantes prendas de terciopelo carmesí, adornadas con pedrería a lo largo del escote en forma de corazón, estaba claro que Bella quería impresionar al príncipe. Y sus padres, que vestían ropa fina propia de un Alfa y su Luna, también esperaban ganarse su favor.Entonces… ella eligió venir aquí en vez de asistir a la fiesta de Sarah.Una parte de mí quería poder decir que me sorprendía esta revelación, pero me estaría mintiendo.Su amistad con Sarah era..
Se acercó con una sonrisa descarada."Ambas sabemos que viniste aquí para poder ver su hermoso rostro todos los días".Mi cara se enrojeció de vergüenza.Cálmate, pensé. Ella no sabe nada. Ella solo quiere alterarte.Maggie al parecer aún estaba sorprendida por la revelación de mi ascendencia. "Señorita, si usted es la hija de un Alfa, entonces ¿por qué—?".Bella señaló a Maggie, efectivamente interrumpiéndola. "Suficiente. Tráenos al Príncipe Xaden. Mi familia y yo estábamos esperando verlo", dijo con altivez antes de girarse hacia mí, con un plan escrito en su rostro. "Y quiero que nos sirvas. Demuestra que eres digna de estar en presencia del Príncipe Alfa".Maggie dio un paso adelante. "Disculpe, pero Su Alteza trajo personalmente a la Señorita Maeve como invitada especial", intervino, mirando nerviosamente entre Bella y yo. "Puede que no le agrade que la trate así"."Tonterías", Bella hizo caso omiso, sentándose en la mesa central del gran salón que estaba adornada con deli
Punto de Vista de Maeve"¡Su Alteza!", Bella jadeó, rápidamente alejándose de mí.En su sorpresa, dejó caer la copa de vino de cristal que había estado sosteniendo y se rompió en cientos de pequeños pedazos al impactar. La habitación se congeló y quedó tan silenciosa que se podía escuchar la caída de un alfiler. Nadie sabía qué esperar del Príncipe Xaden cuando llegó de repente a tal escena en su mansión.Viéndose decidido, entró en la habitación.La familia rápidamente intentó recomponerse. "Saludos, Príncipe—".Pero pasó junto a ellos como si no existieran... y se puso justo frente a mí."¿Estás bien?", preguntó, con los ojos muy abiertos y llenos de preocupación mientras me inspeccionaba cuidadosamente, acariciando mi rostro, mis manos, mis brazos y en cualquier lugar donde pensara buscar heridas. "No estás herida, ¿verdad?".Una vez más, me quedé sin palabras.Acabando de llegar, no sabía lo que provocó esa pelea en su mansión. Si lo hubiera querido, nos podría haber expuls
Punto de Vista MaeveEl cuerpo de Xaden temblaba de rabia contenida mientras me llevaba por un largo pasillo, pasando por ventanas doradas abiertas, donde podía ver el sol apenas comenzaba a ponerse, cubiertas con cortinas rojas y doradas, y pinturas de lo que parecían ser retratos reales.No dijo ni una palabra. Ni siquiera un sonido.Aún así, capturó mi absoluta atención.Mientras lo miraba, quedé hipnotizada por los detalles de sus hermosas facciones, la sorprendente suavidad de sus labios… la barba incipiente que se espolvoreaba sobre su labio superior. Desde tan cerca, incluso pude ver una pequeña cicatriz en su prominente barbilla.Percibí levemente un olor a su colonia, que era transportado por el viento mientras atravesaba la mansión. Era una especie de aroma puro y fresco que me recordaba a las orillas de los lagos y los pinos en un bosque otoñal. Con un suspiro, me hundí en su pecho, clavando mis delgados dedos en el espesor de su solapa, queriendo envolverme en todo lo
Me miró con ojos bajos.Y, apretando su mano, le devolví la mirada con todo mi corazón y mi alma, esperando que él pudiera ver y sentir mi sinceridad, aunque no lo pudiera creer. "Quiero contarte todo… quiero poder vivir sin esta pesada carga y simplemente ser libre… pero n-no puedo… no cuando sé que es a expensas de otros".Admitir todo esto en voz alta solo solidificó lo que más temía."Yo...", me atraganté, llena de emoción, bajando la cabeza, "No creo que alguna vez pueda escapar de esto...".La habitación estuvo en silencio por lo que pareció ser una eternidad hasta que escuché un pequeño suspiro.Xaden levantó mi barbilla para que no tuviera más opción que mirarlo, y luego presionó sus labios contra los míos. Puro y lleno de calidez, pero aún podía sentir su pasión escondida debajo, real, cruda y maravillosa. Su suave toque me paralizó… esto tuvo que haber sido un sueño.Terminó después de lo que pareció una eternidad y a la vez a penas unos segundos."No llores", susurró,
Punto de Vista de MaeveEl tiempo se detuvo en el momento en que escuché esas palabras salir de su boca.Encontrar y elegir una Luna era un rito de iniciación sagrado para cualquier Alfa. Eso sin mencionar a un Príncipe Alfa. Esta no era una decisión que debiera tomarse por lástima o por obligación. Era un compromiso de por vida con ella, un matrimonio en cuerpo y alma, inquebrantable por cualquier fuerza del mundo.Fue el mayor honor que cualquier mujer podía recibir. Y solo aquellas dignas de tal título eran consideradas. Ser una Luna significaba que imponía respeto en cualquier habitación por la que entrara, solo superada por su compañero Alfa.Nunca creí que fuera digna de tal título.Pero Xaden sí. De hecho lo dijo...Maggie se animó con un repentino y abrumador alivio. "Usted... usted, ¡oh, Dios mío!", tartamudeó emocionada. "¡Las felicitaciones son necesarias, alteza! Y para su futura Luna", dijo, girándose hacia mí con una profunda reverencia, “será un honor para mí servi
Tragué pesadamente y asentí.Mientras sus dedos rozaban mi mandíbula, inclinó mi cabeza hacia su rostro y presionó sus labios contra los míos. Lo hizo fácil y lentamente y fue una oportunidad para que los dos simplemente nos tocáramos, pero se apresuró a profundizarlo.Su boca se abrió y sentí su lengua, cálida y húmeda, recorrer la mía, guiándome en un baile sensual. Grandes manos acariciaron mi cuello, mi mandíbula con la más hermosa ternura… podía sentir toda su pasión y, al mismo tiempo, toda su contención.A medida que el beso se volvió más apasionado, se movió para quedar directamente encima de mí. El peso de su cuerpo sobre el mío me recordó esa noche, un recuerdo vago, pero la sensación provocó una calidez creciente y seductora dentro de mí que me resultaba demasiado familiar. Me acurruqué contra él, acunándolo entre mis piernas abiertas, queriendo sentir más y más.Quería vivir todo como si fuera la primera vez.Porque esta vez no se añadió alcohol ni drogas a la mezcla.