Dhara POV'S
- No, me gustan más los vestidos con escotes provocativos, enseñando curvas y piernas - me dijo enseñándome unas revistas que ella veía al igual que yo.
- Estas muy ida, ¿Qué te pasa? - me volvió a decir Daniela. Me había venido a visitar para que no pasara el día sola ya que Alexander estaba en una entrega súper importante con James y llegaría tarde.
- Tengo la cabeza dándome muchas vueltas. Mi padre y mis abuelos me andan buscando y estoy confundida, aparte que Alexander está en una entrega peligrosa ¿Como voy a estar? - le dije exaltada.
- Ya veo- me dijo suspirando y haciendo a un lado su revista – Si el destino te ha puesto a Alexander en tu camino, es para bien, Él es un hombre fantástico, conócelo. Bueno y lo de tus abuelos y tu papá ya veremos cómo solucionamos eso, pero ahora que me doy cuenta ¡TE PREOCUPASTE POR ALEXANDER! - Chillo como loca a punto de dejarme sorda.
No pude evitar rodar los ojos y sonreír a medias.
- Me preocupé por él porque no te voy a negar que sé a portado de maravilla conmigo. Voy a tener dos semanas acá y medité lo que me dijiste, ya estoy secuestrada, no perderé nada. Así que voy a vivir la vida, me estoy arriesgando a conocerlo, a vivirlo, al final ya no me importa nada. Luego veré como convenzo a Alexander de que pueda llamar a mi padre y a mis abuelos para avisarles que estoy bien - dije bufando y meditando que lo que dije era cierto y lo sentía.
- Así se habla ¡Joder! ¡Esa es mi amiga! – gritó emocionada.
Verdaderamente había pasado momentos muy divertidos con ella en estas dos semanas. Me recordaba tanto a Scarlett, cuando pensaba en ella ahí volvía el deseo de llorar. Juro que la voy a encontrar. LO JURO.
Pasamos el día en puras cosas de chicas que hace mucho no hacía. Nuestra noche transcurrió cenando una deliciosa pasta roja y un buen cubo de helado.
- Creo que tú y Jame hacen linda pareja. Me gusta su combinación- Daniela era peli negra, tez blanca, ojos grises y alta. Jame era más alto que ella, ojos azules, pelo negro y fortachón.
- Gracias, pero tú y Alexander hacen excelente pareja. Me gusta como se ven, estoy segura de que nadie va a cuidar de ti como él. Solo confía - me dijo lamiendo la cuchara del helado para volver a introducirla en el cubo y comerla.
- Solo espero no terminar con el corazón roto, estoy navegando en balas – dije suspirando profundo.
- ¿Enserio crees que Alexander te podría matar? Tu hombre solo es injusto con quien lo merece - dijo un poco molesta
- No lo sé, ¿acaso porque da esa imagen, temida, fría y oscura? - dije parando de comer y pensando en él
- Su pasado lo hace ser así, y lo apoyo. - dijo comiendo más helado
- ¿Sabes algo que yo no? - pregunté
- Soy amiga de ambos, no te puedo decir sus secretos, ya luego te los contará el mismo. Solo dale tiempo- me dijo tratando de no ser grosera.
- Yo pienso que ya te tiene confianza. No todos los mafiosos dejan que cualquier mujer entre a su casa. Obvio que tiene su lado malo como todo mundo, pero hay algo que él quiere salvar, y solo el té lo dirá - me dijo muy segura de sí.
Escuchamos como las llantas de un vehículo rechinaron de repente, inmediatamente Daniela y yo nos levantamos de la cama y nos asomamos a la ventana de la habitación, vimos como bajaban a Alexander con ayuda, ¡estaba golpeado!
Bajamos las escaleras muy apresuradas. Lo que vi fue dañino para mis ojos, estaba lleno de sangre, sus ojos se estaban cerrando, tenía los puños muy heridos, eso quiere decir que habría podido matar con ellos, su camisa estaba toda roja, juro que la podía exprimir de lo empapada que estaba. Su mirada era apagada.
- ¡Súbanlo de inmediato a la habitación! - grite al ver su cara. Los hombres que lo sostenían me obedecieron rápidamente, entre ellos James.
Busque un botiquín de primeros auxilios, agua, paños, gazas, unos analgésicos y todo lo que pudiera servirme.
Temblé al entrar a la habitación y ver que su mirada estaba en mí, me acerqué hasta él y lo miré completamente entristecida.
- Tranquilo, ahora me toca a mí salvarte de esta - le dije pasando mis manos por su cabello.
El me salvó de que aquella noche me violaran, ahora me tocaba a mí salvarlo de esas heridas.
Empecé quitando su camisa y su pantalón con ayuda de Daniela, luego está bajó por una pomada para los golpes dejándonos solos en la habitación. Su mirada estaba clavada en mí, miraba cada movimiento mío, cada paso, cada gesto. Era nervioso, pero no tonto. Curaba su pecho con alcohol y algodón en un roce de puñal que le habían hecho, para luego colocar la venda con desinfectante. Pasé los paños húmedos sobre sus nudillos, por su ceja izquierda partida y por los puñetazos que había recibido que se habían vuelto moretones a pesar de que no eran muchos, pero solo para asegurarme desinfecté cada lugar con mucho cuidado ya que gruñía de dolor de vez en cuando. No me gustaría estar en su lugar ahora mismo. Me movía ágilmente ya que no me gustara que sufriera. Para terminar, lo acomodé en la cama, le pasé el calmante y un vaso de agua, mientras tanto yo recogía el botiquín y lo ponía en su lugar.
- Dhara? - me llamó
- Sí? - respondí
- Acércate por favor - me ordenó.
Así lo hice, me coloqué al lado de él. Este tomó mi mano y la acarició lentamente entre la suya.
- Gracias, me has salvado - me dijo con una leve sonrisa
- Ni lo digas, tenía que hacerlo, te la debía – le dije un poquito avergonzada con una tímida sonrisa.
- ¿Así que solo me curaste porque me la debías? - dijo alzando una ceja
- Lo haría cien veces si fuera necesario, fue porque así lo quise - una linda sonrisa apareció en su rostro.
- Duerme que lo necesitas – le dije mirando su rostro que se veía agotado.
- Solo si duermes conmigo – me dijo sonriendo pícaramente, asentí y me acomodé a su lado, me puse un poco alejado de él, pero me acercó haciendo fuerza echando de mi cuerpo hacia el suyo, tanto así que nuestras pieles se rozaban.
- Realmente gracias, eres mi única esperanza y salvación - dijo acariciando mi cabello.
- Salvarte de quién? - le pregunté mirando esos ojos tan negros y profundos que poseía.
- De mí mismo - dijo casi en un susurro
- Tranquilo, estoy segura de que en lo que sea que creas que necitas salvarte, yo te ayudare a superarlo - dije afligida mostrándole interés.
Sentí sus labios posarse sobre mi frente, dejando allí un suave pero dulce beso.
Me quede pensando en aquellas palabras suyas, pero también en las mías. Habían sido profundas y comprometedoras, de todas formas, me convencí a mí misma de que lo que había hecho y dicho estaba bien.
Alexander POV'SDesperté pensando en todo lo de anoche, se me había quedado en la mente la manera en como Dhara me cuidaba. Ver la delicadeza con la que limpiaba mis heridas me traían embobado, fue tan cuidadosa y pacífica que me volvía loco, sus palabras no me las esperaba, pero eran las que necesitaba oír. Ella no estaba en mis planes, pero llegó en el momento justo.Me di vuelta y pude ver que Dhara ya no estaba a mi lado, la muy madrugadora ya se había levantado. Me quedé acostado perdido en mis pensamientos hasta que escuché la puerta abrirse y una sonrisa de quien más quería ver apareció en frente de mí con una bandeja de comida, la colocó en la mesita de noche y me miro.- Buenos Días Alexander - dijo con una tierna sonrisa- Buenos días m
Alexander POV'SMe había vestido sencillo, unos jeans negros, un suéter gris y mis tenis blancos. El día estaba frío y con amenazas de llover.Esperé unos minutos a que Dhara estuviera lista y entre las puertas y los sonidos de sus pisadas provenientes de sus tacones, me hicieron dejar de pensar para ver la hermosa chica que tenía en frente.- ¿No crees que aun estas adolorido para salir? ¿Si quieres lo podemos dejar para otro día? - dijo preocupada por mí.- ¿Y tú no crees que estas muy hermosa para salir conmigo? – bromee un poco riéndonos los dos.Esta llevaba unos jeans negros, un top crema de tiros y una chaqueta larga color marrón, y por supuesto, unos tacones para que me pudiera mas o menos alcanzar. La nena era pequeña.
Alexander POV'S- No es lo que piensas Dhara ... – dije sabiendo que lo que se iba armar no iba hacer fácil, pero me interrumpió impidiéndome hablar.- No tienes que decir nada Alexander. Acostumbras a tener mujeres como tus reinas y luego te consigues a otras y les dices que solo fueron un juego y un pasa tiempo. Esta todo claro ¡Clarísimo! ¿Y en tu lista soy yo la siguiente, no es así? ¿A cuántas te habrás ligado? Solo soy una más que cayó en tus redes ¿Me vas a decir que este es el tiempo límite? Peor fui yo que creyó en tus mentiras – me dijo manteniendo la calma. Estaba muy enojada.- Estas equivocada, recuerda que antes que tu llegaras yo tenía una vida y sí pasaba mi tiempo libre con mujeres eso no tiene que ver contigo. Se supone que llevas acá un
Alexander POV'SPasé un día Fantástico con Dhara, ella era única. Dormir con ella me hacía despertar como no lo hacía desde hace años, para ser exactos desde hace niño.Me estaba preparando para rasurarme, llene el envase de cristal con agua, para allí enjuagar la rasuradora.- Así que mucha barba? - se burló Dhara entrando al baño.- Es que no me gusta descuidarla ya que no tengo - dije sonriéndole.En realidad, no tenía barba porque me la quitaba cada vez que me salía un pelito, solo que ahora me había descuidado un poco.- ¿Te ayudo? - me preguntóAsentí gustosamente.La cargué por la cintura y la senté sobre la encimera del ba&ntild
Dhara POV'SMe estaba preparando para la fiesta de esta noche, no sabía la celebración, pero me imagino que como siempre debe de ser de mafia. La casona estuvo en preparación todo el día, me la he pasado sola ya que no he visto a Alexander hoy. Sólo me he estado rizándome el pelo y pintando mis uñas.Me decidí por escoger un vestido azul de pierna abierta y tirantes de escote v, unos tacones y me hice una coleta con algunos mechones rebeldes. Me apliqué un maquillaje lindo y sofisticado, pero a la vez sencillo. Adorné mis manos con pulseras de oro y me coloqué unos pendientes que le seguían el juego a las pulseras y el collar.Eran las 8:05 pm y según lo que sabía la fiesta había empezado, se escuchaba una música suave y relajada, personas hablar y carros detenerseUn sonido me
Me vestí con unos shorts blancos, un top corto de escote corazón, unas sandalias negras y me apliqué un poco de rímel y labial.Bajé las escaleras ansiosas encontrándome con mi mejor amiga que permanecía sentada esperándome. En cuanto me vio se levantó del sofá y me dio un fuerte abrazo con ese ánimo que siempre tenía desde pequeña.Hoy teníamos la tarde para nosotras. Los mafiosos se habían puesto de acuerdo para dejar a sus novias pasar tiempo juntas.Ambas pasamos a la terraza a merendar con unas cuantas comidas chatarra que había dicho que compraran para nosotras.- ¿Como ocurrió lo tuyo? Pensé que te iban a llevar a un prostíbulo y te matarían, lloré tanto. Pensaba que morirías, estaba muy angustiada, yo tuve suerte, pero no sabía que t&u
Dhara POV SEl reloj marcaba las 7:35 de la noche y aún Alexander no llegaba. Todavía no me acostumbro a ser la reina del mafioso y al parecer es real ya que no hago nada.No te quejes tanto Dhara, ya tienes a tu mejor amiga, tienes a un hombre que está dispuesto a darlo todo por ti y tu cómo que aún no estas conforme ¿Qué es lo que piensas?Mi móvil suena sacándome de los pensamientos de mi conciencia y rápidamente lo saco de mi bolsillo trasero y veo que es un número desconocido, pero que aun así contesto.- ¿Hola? – hablo al teléfono.- Solo llamo para darte información de tu supuesto mafioso. En realidad, ¿crees que lo conoces y que él de verdad quiere algo contigo? ¿Acaso te ha contado de su pasado? ¿Ya te
Alexander POV S-Nací en Estados Unidos al igual que mi madre. Mi padre es ruso y la mayoría del tiempo se podía decir que no tenía un país fijo, al ser uno de los mafiosos más grande de la Mafia Rusa teníamos que venir aquí a USA de vez en cuando a huir o a traer mercancías de suma importancia. Luego que mi padre no tenía que venir por aquí a hacer nada, veníamos mamá, David, Danna y yo de vacaciones, solo porque nos gustaba. Pero para ese entonces Papá empezó a tener muchos problemas, tenía muchos enemigos. Una noche empezaron amenazarnos con matarnos. Me gustaba la adrenalina y la euforia, pero no la rusa, quería experimentar algo nuevo y que papá no lo supiera, así que me asocie con la Mafia Americana para ser diferente a mi familia y obviar esos lazos que traía mi padre con su país