—morena tienes que ver esto —escuche como me llamaban— ¡morena levántate, rápido!

Trate de levantarme lo más rápido posible, cuando pude notar las chicas estaban en la puerta semi abierta de mi cuarto, me acerque y mi corazón casi muere de la ternura, Eduardo estaba en la puerta del cuarto de Emet, estaba dormido creo que separarse no fue una idea para Eduardo.

Salí de mi cuarto y me acerqué a Eduardo intentando despertarle, pero casi se quema mi mano de lo caliente que estaba, también sudaba. tiene fiebre y el haber pasado toda la noche en el suelo esperando a... ¿Emet? no era muy conveniente para él.

—tiene fiebre—dije a mis amigas que esperaban impacientes desde mi cuarto

—¿¡Qué!?— dijeron las tres