-Tiene mucho descaro...-Bueno, la desesperación nos hace actuar como idiotas en ocasiones. No te enojes, más bien, compadécete de ella, porque su mundo se derrumba y no sabe cómo evitarlo o cómo combatirlo.-Hm... es cierto. Supongo que no debería esperarme otra cosa de su parte. Hemos sido "amigas" por bastante tiempo, y sin embargo, nunca dejó de lado ese... -Tranquila, relájate, ya pasó. Ahora, disfrutemos de la fiesta, ¿te parece? -Cierto, después de todo lo que te ha pasado, te mereces relajarte un poco y disfrutar. Después de todo, es tu cumpleaños, deberías gozarlo y no perder tu tiempo con personas que no pueden simplemente alegrarse por ti en lugar de intentar lastimarte.Me río bajo y esa es mi única respuesta, porque aunque ella no lo sepa, casi ha descripto la situación actual de la verdadera Mailena. Ella, en lugar de estar disfrutando de su fiesta de cumpleaños, está encerrada en quién sabe dónde, en una casa de seguridad, completamente aislada de todo para que nadie
¿Por qué tenía que aparecer justo ahora? ¿Qué demonios se supone que haga para poder solventar el maldito problema que ésta estúpida acaba de ponerme entre manos? ¿Estaría muy mal si la mato justo ahora?Alexei nos observa totalmente confundido, y no lo culpo, mas sí que la culpo a ella por arruinarlo todo y la tonta lo nota en cuanto cruza con mis ojos. Puedo ver cómo el color escapa de su rostro cuando entiende mi promesa silenciosa de muerte y que me estoy realmente conteniendo de, ahora mismo, saltar sobre ella y ahorcarla, como mínimo. -¿Qué demonios? Creo que esto explica muchas cosas. -¿En serio? ¿Eso crees?Mi respuesta seca y sarcástica lo hace centrar mi atención en mí, y estoy segura de que también nota que mi humor acaba de volverse casi una nueve de tormenta. Antes de precipitarme y hacer o decir algo que empeore las cosas, respiro profundo y cuento hasta diez, haciendo un gran esfuerzo para eliminar de mi mente todas las escenas donde, una y otra vez, asesino a Mailena
Por extraño que parezca, a pesar de lo que esperaba de ella, Mailena no se desmaya por el miedo, o quizás es eso mismo lo que hace que permanezca tan alerta como un búho. Sea como sea, el terror en sus ojos se muestra claramente, pero su boca permanece silenciada, debido a la cinta que han puesto tanto sobre su boca como en la mía, y en nuestras extremidades, para que no podamos movernos. O bueno, en realidad, para que ella no pueda moverse. Yo no lo hago solo porque eso reventaría mi fachada. Ahora que estamos en el tráiler de un enorme camión, rodeadas de objetos robados y solas, es el momento para intentar planear qué hacer ya que ella está también aquí. El audífono en mi oído no ha sido visto, ya que está insertado dentro del canal auditivo y no en el espacio de la concha del mismo, por lo que, aunque no puedo hablar, la voz de J.J. a través de él se escucha fuerte y clara para mí. -Sí que te debe de haber dolido el tener que fingir semejante escena llorosa, aunque no deja de as
Furiosa, le grito a través de la cinta que cubre mi boca, desesperada porque me escuche y se silencie, pero es tal su ataque, que ni siquiera me mira, sino que choca su cuerpo una y otra vez contra la pared del tráiler casi con desesperación, como si deseara atravesarla y llegar hasta afuera. No ha escuchado nada, no sabe lo que está ocurriendo afuera, y yo tampoco puedo decirle, mas eso no parece importarle en lo más mínimo, ella solo quiere llamar la atención de lo que sea que esté afuera, y eso puede ser muy malo. Si esos policías nos descubren, si consiguen escuchar sus golpes y deciden investigar el interior del camión, una de dos cosas puede pasar: o que realmente entren y los arresten por lo que encontrarían, haciendo que todo el plan se vaya al mismísimo demonio en menos de un segundo, o la segunda opción, ellos matarán a el o los policías que los han detenido, lo que sería un maldito desperdicio, o eso quiero creer. La gente que hace su trabajo, que cumple con lo que debe, n
Gracias a Dios o a quien sea que esté del otro lado, si es que hay algún otro lado, por suerte, mi pronóstico inicial se cumple y, en lugar de que nos lleven a un contenedor para embarcarnos, nos llevan hacia una de las bodegas, más precisamente, a una habitación en el fondo que creo, antes era una oficina o un almacén de expedientes, porque no es muy grande. Ahora, vacía de casi todos sus muebles, solo hay un colchón que ha visto días mejores, y una botella de agua a un costado, la cual imagino que sería una mínima consideración hacia Mailena de parte de estos idiotas. Tal vez, cortesía del Ken humano, aunque lo dudo, mas es el único que podría llegar a pensar en algo así. En fin, en cuanto estamos dentro, el idiota que lleva a la niña de papi en brazos la deja sobre el colchón, y el otro, me pone contra la pared, apuntándome con un cuchillo sobre mi cuello, lo que me obliga una vez más a actuar como una cobarde y llorar y temblar como si, la sola sensación del roce del frío y afil
Rápidamente me siento en el suelo y paso mis manos bajo mi cuerpo, doblando las piernas para poder pasar el ligue que sostiene mis muñecas hacia el frente de mi cuerpo. En cuanto lo consigo, alzo los brazos y tiro hacia abajo y los costados, consiguiendo romper la cinta para quedar libre. Me quito los trozos que quedan y los arrojo a un costado, sacando una de mis Glocks para luego revisar el cargador y reacomodarlo en su sitio, haciendo que la primera bala ingrese a la cámara. Mis ojos se dirigen a ella y dudo por un momento si despertarla o dejarla inconsciente tal y como está. Una parte de mí, una GRAN parte de mí, la prefiere así, inconsciente y silenciosa, imposibilitada de meter la pata o de arruinar la situación, no obstante, lo mejor va a ser que, aunque me duela, la regrese al mundo de los vivos. Si está despierta, podría distraer al maldito y darme una buena oportunidad de atacarlo si encuentro el momento adecuado. También podría arruinarlo todo... Niego con la cabeza y m
-¿Me juras que si acepto, saldré viva de éste cuarto?-Por supuesto, y hasta saldrás conmigo caminando en tus propios pies. Incluso podríamos empezar a planear qué le diremos al Presidente y a todos los que actualmente las buscan. Hago que me lo pienso y noto cómo, a mi lado, mi doble se desespera en silencio, realmente creyendo que aceptaré. Tengo deseos de golpearla por idiota, pero me contengo y, en su lugar, asiento con la cabeza en silencio, como si realmente aceptara su propuesta, a lo que él sonríe son evidente satisfacción, creyendo que ha conseguido comprarme y que ahora tiene un pase más directo al Presidente, que es lo que tanto deseaba. Un grave error. -Excelente, ahora, permíteme ayudarte a ponerte de pie, te quitaré la cinta de las manos luego.Poniéndose nuevamente de pie, se inclina hacia mí y me toma de los brazos, tirando un poco para facilitarme la tarea, mas justo cuando voy a hacer mi movimiento, la mierda golpea el ventilador y la voz estridente de Mailena suen
Mi bala le hace saltar el arma de la mano, incluso noto que perdió un dedo, y antes de que reaccione de nuevo o intente sacar alguna otra, le doy dos tiros más: uno en el hombro y otro en la rodilla, ninguno letal. Con eso hecho, prácticamente salto hacia él y pateo su cabeza, haciendo que quede desmayado. Cuando ya no se mueve, respiro profundo y me quito el cabello de la cara, revisando que todo esté quiero y en su lugar. Al mismo tiempo, Mailena se acerca luego de levantarse con un poco de dificultad debido a la cinta que aún sostiene sus brazos. Su mirada molesta se intercala entre Demetrius y yo. -¿Por qué lo dejaste vivo? ¡Él ya debería estar muerto! -Aún lo necesito con vida. -¿Por qué? ¿Estás loca o qué? -Porque esto todavía no termina, y quiero todos y cada uno de los datos y ubicaciones de sus seguidores que pueda conseguir para exterminarlos definitivamente. Cuando salgamos de éste sitio, él va a convertirse en algo así como un juguete masticable para perro, solo