Arianne dijo con media broma: “Vendí la mayoría de tus coches cuando la compañía estaba en peligro antes. Supongo que todavía no puedes dejar eso, ¿verdad? ¿Estás intentando utilizar el regalo de cumpleaños de tu hijo como excusa para volver a llenar tu garaje? ¿Qué edad crees que tiene Smore? Está a punto de cumplir tres años, ¿qué podría entender? Incluso si lo compras, ¿no serías tú quien lo conduciría? Deberías dejar de comprar tantos coches y mantenerlos como exhibición, desperdiciando tus recursos. Estaremos bien con los coches que tenemos".

Los labios de Mark se curvaron en una sonrisa. "Sí, mi esposa tiene razón. Entonces no lo compremos. Es más, no es que papá no te quiera, sino que tu mamá es la que está siendo estricta".

Cuando escuchó la palabra "esposa", el cabello de Arianne se erizó, aunque su corazón estaba alegre al mismo tiempo. Era raro que él conversara con labia. Todos estaban estresados ​​con lo mucho que había sucedido recientemente; era raro ver un "buen clima