“De ninguna mald*ta manera. ¿Otra vez la dulce Tía de Mark?”, bromeó Tiffany. “¡Mira el estado de tortura en el que ella te ha sometido, chica! ¡Él tiene que estar ciego para no ver esto!”.

El cuerpo de Arianne se hundió como un globo desinflado. “Oh, él no es ciego. ¡El problema es que no sabe qué hacer con su tía! Ninguna persona normal consideraría seriamente razonar con un psicópata, ¿verdad? Así es, estoy totalmente de acuerdo contigo ahora. Ella es una completa lunática y una chiflada total. No importa cuán terrible sea su transgresión, o cuánto veneno haya en sus palabras; ¡Se supone que debes perdonar a la loca después de que ella diga que lo sentía! ¿Y qué si tuviera suficiente de ella? Mientras Mark no pueda decir la palabra, ¡todavía tendré que aguantarla todo el día, todos los días!

“¡Cómo. Qué. Diablos, Tiffie! Deberías haber visto esa mirada dócil de cachorro nunca antes vista en el rostro de Mark cuando está con su tía. ¡Fue en ese momento exacto en el que supe que el