Después de encontrarse con Jackson y Tiffany, los cuatro conversaron un poco antes de dividirse en grupos. Era un hecho que los hombres empezarían a hablar de negocios y dinero, mientras que el sopor inevitablemente aburriría a las mujeres.

Se decía que el propietario de esta lujosa propiedad era un magnate poderoso que había construido un imperio comercial dentro y fuera del país. Como resultado, muchos se tropezarían por halagarlo y agradarle. Sin embargo, la razón por la que Mark y Jackson estaban aquí era simplemente porque ellos eran viejos amigos de este magnate, con quien se habían asociado varias veces en muchos proyectos diferentes.

Tiffany, de pie en el patio de la propiedad, donde una gran piscina se extendía ante sus ojos, exclamó: “¡Santa María Madre, este tipo es tan rico como Rico McPato! ¡Él construyó este lugar grandioso y pomposo a pesar de no quedarse aquí con demasiada frecuencia! Quiero decir, ¡las tarifas de estas renovaciones deben haber sido tanto como el cost