Jett se sintió impotente. Era completamente normal que Melanie se sintiera insegura, ahora que no tenía a Don Smith apoyándola. Sin embargo, él estaba diciendo la verdad. Ella simplemente no le creería. “Señora, por favor no piense lo peor de todos. Puede que esté trabajando para el Sr. Smith, pero conozco la diferencia entre el bien y el mal. A los hombres no les gusta cuando las mujeres se niegan a soltar algo. Eso solo lo molestará. Quizás debería centrar su atención en otra cosa”.

Melanie respiró hondo. “¿Otra cosa? ¿La bebé? Ella es lo único que me queda. Pero él ni siquiera la ha tocado desde su nacimiento. ¿Qué tan despiadado puede ser? Así que, ¿está distante de la bebé también, solo porque no me ama? No le estoy pidiendo que se enamore de mí algún día, pero estaría contenta si pudiera ser más amable con la bebé... mi mayor temor es que de repente me pida el divorcio. ¡Esa sería mi mayor humillación!”.

Jett revisó su entorno, se aseguró de que no hubiera nadie más, luego bajó