Arianne dijo sin tono: "No estoy viviendo dentro de su cabeza, entonces, ¿cómo sabría si él realmente es como tú has dicho? Creo que él puede comer perfectamente bien. De lo contrario, ¿dónde encontraría la energía para discutir conmigo?".

Después de un rato, Mary volvió a preguntar después de ver que Mark no había regresado abajo para comer: "Arianne, ¿debería llamar a Mark para que baje a comer?".

Arianne frunció los labios. "¿Acaso él no sabe a qué hora está lista la cena? ¿No ha estado siempre predicando sobre la disciplina? ¿No sentirá hambre cuando sea hora de comer? ¿Qué sentido tiene llamarlo si él no quiere bajar? Este es el territorio Tremont; ¿hay alguien que pueda controlar cuándo él come o duerme?".

Mary se quedó muda de la sorpresa y se sentó en su lugar en silencio. Aunque había estado cuidando a Arianne desde que era una niña, el temperamento de Arianne acababa de emerger gradualmente y Mary no podía entender lo que ella estaba pensando.

Después de la cena, Arianne