Ella entró en la villa de Sylvain una vez más. “Jessica me dio este lugar cuando representé a la empresa en una competencia y gané el primer lugar. Lo acepté, no porque me gustara ser el juguete de alguien, sino porque los beneficios que le había dado a Jessica superaban esta casa. Mi conciencia estaba tranquila, así que lo acepté”.

Robin se acercó al sofá y se sentó. “¿Sientes... algo por Jessica?”. Ella había querido hacer esta pregunta desde que se enteró de su relación con Jessica.

Sylvain la miró durante un buen rato. “¿Quieres saber?”.

Su mirada la hizo sentir muy incómoda. “Yo... yo solo estaba conversando. No tienes que hablar de ello si no quieres”.

Sylvain caminó hacia la barra y abrió una botella de vino, sirvió una copa y se la dio. “No es que no quiera hablar de eso, y tampoco hay nada de lo que evitar hablar. Solía ​​admirarla. Fue hace muchos años. Todo el mundo tiene delirios de amor en su juventud. Algunos tienen la suerte de encontrar a las personas adecuadas y ca