Jackson golpeó el volante y miró el patio de los Smith a través de su parabrisas. Estaba profundamente tentado a irrumpir, pero sabía que no podía. De lo contrario, los titulares de mañana estarían llenos de noticias de él irrumpiendo en una propiedad privada y seguramente incluirían algunos chismes innecesarios sobre él. No podría ocultarle nada a Tiffany una vez que eso sucediera. Esta era solo una de las posibilidades. Otra era que una vez que entrara, nunca podría salir.

Sin embargo, ¿podía permitirse el lujo de quedarse de brazos cruzados? Lynn estaba en problemas por su culpa. Ahora se estaba arrepintiendo de haberle pedido ayuda. Si no la hubiera conocido o preguntado, podrían permanecer completamente ajenos, y esto nunca habría sucedido.

Como no tenía forma de resolver esto, no tuvo más remedio que recurrir a Mark.

Llamó a Mark y escuchó los balbuceos infantiles de Aristotle mientras aprendía a hablar y las risitas de Arianne. Instantáneamente no supo qué decir, sintió como