Tan pronto como Melanie salió de la habitación, terminó cara a cara con el mayordomo de la familia Smith. Ella bajó la cabeza y ocultó sus sentimientos. Sostuvo su mano derecha firmemente sobre su izquierda para cubrirla más. "¿Qué pasa?".

"Don Smith la está esperando", le respondió el mayordomo de manera profesional.

Ella asintió y lo siguió hasta el patio. Don Smith no parecía pensar en irse a dormir. Ya era muy tarde, pero todavía estaba bebiendo té. El tipo de té que bebía ayudaba a mantener despiertas a las personas, por lo que ciertamente no ayudaba a dormir, especialmente a las personas mayores de su edad.

"Abuelo", ella lo saludó obedientemente.

El anciano agitó la mano, haciéndole señas para que se sentara. Solo había farolas en el patio, así que no había tanta luz. Por lo tanto, no necesitaba ocultar su mano izquierda herida.

El anciano miró hacia el cielo nocturno durante mucho tiempo y, de repente, dijo: “¿Tienes alguna pregunta para mí? Acabas de unirte a la familia n