Dorian no paraba de caminar de un lugar a otro intranquilo bajo la mirada de su padre y su tía.

—Dorian Alessandro, podrías parar de dar vueltas de una vez—le pidió Thomas levantando la voz.

—Papá, ¿Y si le pasa algo?—le pregunto preocupado.

—No se preocupe señor, tenemos al objetivo vigilado y asegurado—le respondió la oficial que observaba la cámara de seguridad donde se custodiaba a Olivia sentada en un banco nerviosa.

—No es un objetivo, es mi prometida—la voz de Dorian sonó algo más dominante y duro de lo que pretendía.

—Tranquilo, sobrino. Confía en que todo saldrá bien.

Era tan fácil para su tía decirlo pero tan difícil para él poder hacerlo. Necesitaba que Olivia saliera de ese parque sana y salva sin ningún rasguño.

Después de que Olivia le contara la verdad sobre la deuda de su padre y las amenazas a las que había sido sometida no pudo evitar pedirle ayuda a su padre que le aconsejo que la mejor solución era buscar a la policía. Sin embargo ahora eso no le parecía una buena i