Punta de vista de Anaiah

Después de pensarlo mucho, decido regresar a la manada de Leondre. Necesitamos hablar, y si tengo que estar a su lado, lo haré. Me pongo un vestido negro con una apertura en la espalda y tacones, aunque Mutinta me tiene que enseñar a caminar con ellos. Bajo las escaleras donde mi hermano y algunos miembros de la manada me esperan con tristeza. Les prometo que nos mantendremos en contacto y que la manada real no está lejos, así que podré visitarlos con frecuencia.

Mi hermano me ofrece una pulsera de diamantes con el escudo de nuestra familia: un lobo blanco con la letra A, representando a Altamirano. Insiste en que me cambie el apellido y que me nombre su heredera antes de irme, así que ahora tengo algo de dinero.

Me despido de todos, y él me abre la puerta. Lo abrazo una vez más antes de subir al auto. El chófer me lleva a la manada real. Cuando cruzamos la frontera, las patrullas no nos dan problemas, la mayoría ya sabe que soy la pareja del rey.

Se me acelera