El punto de vista de Daphne

No recuerdo la última vez que me desperté sintiéndome tan fresca. Me tumbo en la cama durante unos instantes disfrutando de la sensación del brazo de Caleb a mi alrededor mientras pienso en la noche anterior. Esperaba que estuviera furioso conmigo. Abajo en el comedor, su comportamiento había sido frígido, y la verdad, me había asustado un poco. Me sorprendió que no sólo no estuviera molesto conmigo, sino que estuviera orgulloso de mis acciones. Me dijo que se alegraba de que por fin pudiera defenderme. Incluso me dijo que estaba muy guapa mientras lo hacía.

Pensar en sus palabras y recordar la mirada hambrienta de sus ojos me hace sentir un calor por todo el cuerpo que no había sentido en mucho tiempo. Casi por costumbre, me muevo un poco más cerca de Caleb, sintiendo su calor en mi cuello, su duro pecho contra mi espalda. Un momento de claridad me hace preguntarme si estoy haciendo lo correcto. El calor y los recuerdos de las manos de Caleb calentando