Mariel...
Sus dedos comenzaron a rosar desde mi rodilla hasta mi monte, los suspiros comenzaron a salir de mi boca sin que los pudiera controlar, mis respiraciones comenzaron a ser irregulares, sentía el calor emanar con cada toque de Jack.
Caminé para ponerme frente a él, subí mi pierna para quedar sobre la suya, lo miré con deseo, este hombre era extraño para mí en muchas formas, pero me hacía desearlo como a nadie.
— Si me vas a tocar, hazlo bien — me acerque hasta rozar sus labios con los míos, él sonreía de lado y sus ojos me miraban como una bestia mira a su presa.
— Estás deseosa Mariel, me hace pensar que has tenido fantasías conmigo.
— Aaah — gemí cuando estrujo con su mano mi intimidad.
— Y ¿Puedes sentirte? — puso su mano en mi trasero y con la otra seguía haciendo c&iac
Puse mis manos en la cabecera de la cama, quería agarrar algo duro para sobrellevar toda esta excitación que Jack estaba provocándome y que no podía liberar aún, me estaba torturando con todos el gusto del mundo.— Su pudieras mirar como tu cuerpo reacciona a mis caricias te verías sorprendida, es como si ya me conocieras preciosa, como si yo fuera tu único dueño — si algo jamás deben de hacer es hablarle así a una mujer en el sexo por qué a todo diremos que sí.— Se mi dueño ahora papi — ya no aguantaba, lo quería ya.— Primero probaré este dulce manjar pequeña — sentí como me empujó más arriba de la cama hasta que su aliento se sentía por completo cerca de mi feminidad, su lengua comenzó a jugar con mi monte con calma, este hombre era paciente y yo estaba llena de tormenta capaz d
Jack...La tengo, justo donde quiero, donde mi piel puede sentirla, donde mis besos son cómplices de su boca. Donde mis caricias provocan en ella suspiros y gemidos tan excitantes. Miro como su cuerpo tiembla producto de mis embestidas y todo mi ser se estremece, hace tanto tiempo me dijeron que nunca podría sentir placer y mírenme aquí, haciendo gritar mi nombre a la mujer mas ruda de todo el país, a la dueña de uno de los equipos mas violentos de la NFL.— No sabia que podías caminar Jack — me mira consternada cuando aparezco de la nada en el baño mientras se ducha, no dejare que me tiente y no sepa las consecuencias.— ¿Te asusta? Aunque no puedo caminar del todo, puedo sostenerme por unos mome
A la mañana siguiente ambos estábamos en el jardín del hotel disfrutando del desayuno tan excéntrico que nos ofreció la NFL, Mariel caminaba a mi lado en todo momento, reía y se desenvolvía de una manera maravillosa. Podía ver las miradas de lujuria que muchos le daban, y como no si traía un Jumpsuits rojo con la espalda descubierta, sin mangas que la hacían ver demasiado sexy.Realmente quería ponerle un abrigo para que nadie más la viera como lo hacían, pero ella jamás lo permitirá, es demasiado libre como para dejarse someter por mí.— Valla, Valla la pareja del anos y no solo eso, la única que ha causado un revuelo interesante en toda la historia de la NFL — la voz de Raúl vino detrás de no
Mariel…Ver a mi amiga Paola al lado de este idiota, me dejo impresionada, sentí un dolor en el corazón. Como si realmente me hubieran traicionado… ¿Qué hace ella con él? ¿Qué mierda es lo que planean? Tengo muchas preguntas en mi corazón y, siendo sincera, estoy pensando que… ¡NO! Ella no haría tan cosa tan baja… ¿O sí?— ¿Qué tanto piensas Mariel? — escucho la voz de Jack llamarme, pero me quedo mirando por la ventana del avión, no quiero creer que Paola me pueda traicionar.— Yo… tengo temor de decirlo y que sea verdad — confieso, no soy una mujer que exprese lo que siente a no ser que sea mi madre a quien le cuente.— ¿Te refieres a Paola? Esa chica es… extraña, no sé, siento que algo oculta, aunque no quiero dar mi opinión mas por que no con
Al cabo de un rato vine a la dirección que Jack me mando, resulta que se compro una casa enorme en los barrios mas lujosos de Wisconsin y adivinen que… ¡Es mi vecino! Ósea no al lado de mi casa, pero, si a unas calles de ellas… ¡Mierda! ¡Joder! Sinceramente no me lo esperaba para nada. Me puse un vestido rojo, con un ligero escote en V, sin mangas y tacones negros, mi cabello negro lacio caía por mis hombros el cual me hacía ver muy bien.— ¡Mariel viniste amiga! — escucho a Lena llamarme cuando entro a la gran casa — ya quería verte amiga — la veo que se puso un vestido igual ceñido al cuerpo, el cual mostraba sus pechos de manera espectacular, era azul cielo con mas, mi amiga tiene un excelente sentido de la moda, miro la gran mansión y está justo adaptada para el pues en vez de escaleras en el exterior son rampas. Y, por si fuera poco, tiene un excelente es
Narra Jack— ¿Estas seguro que tu madre vendrá Jack? — me pregunta Mariel quien esta sentada en el sofá comiendo de los aperitivos de la cena tan peculiar que tuvimos, mis amigos ya se fueron y llevo esperando a mi madre por una hora o más.— Ella dijo que vendría Mariel, es raro que no llegue… — le hago un ademan a Steven y este se acerca — localiza el auto de mi madre, todos tienen GPS, debo saber que esta sucediendo — mi tono ya es un poco alto, si no se nada de mi madre… no sé qué hare.Steven asiente y nos deja solos nuevamente, algo en Mariel me tiene confundido. La forma en la que bajo de las escaleras, ese rozado en sus mejillas…— Oye tranquilo — Mariel se me acerca y me masajea los hombros — estoy segura de que quizás hubo un retraso o algo así — sus palabras me reconfortan en cierta forma y su
Mariel...Llegamos al hospital y desafortunadamente la madre de Jack, había fallecido en el impacto. Jamás había visto a Jack de ese modo, tan débil, tan vulnerable. Mi instinto me dijo que debía ayudarlo y protegerlo así que me acerque a él y lo abrace.No sé lo que es perder a alguien ni, ver morir a alguien. Bueno si a mi directora de marketing, pero, no alguien que me importe. Estamos en la morgue esperando que le entreguen el cuerpo de su madre, lo veo tan acabado, tan, lastimado... me duele de verdad y lo peor del caso es que... tuve un encuentro con su amigo, digo fue casual pero justo pasa eso... me siento de lo peor.— Mariel ya estamos aquí — la voz de Lena se escucha en el pasillo, viene junto con Eric y adivinen quien más... Si Martín... Sinceramente me recrimino bastante, pero, ya el pasado es pasado, y es algo que no puedo cambi
Mariel…— ¿Te sucede algo preciosa? — me pregunta Jack una vez que sale del baño, pensé que tendría dificultades, pero creo que ya sabe cómo hacer cada cosa.— Nada es solo un mensaje de mi padre — le sonrió mientras desvió mi mirada de su buen trabajado torso, las gotas de agua caen como perlar sobre su cuerpo y no voy a negar que este hombre tiene lo suyo.— Si me sigues mirando así me voy a desgastar — bromea y se mete a su vestidor, aun sigo pasmada por el mensaje que acabo de recibir que ni se cómo reaccionar.Doy un largo suspiro mientras entro al baño para darme una buena ducha, miro la ropa que Jack me preparo y un destello de calidez surgió en mi corazón, cosa que jamás me había sucedido. Mire a mi alrededor y recordé lo que horas antes había hecho, el remordimiento me consume y no s&e