Capítulo 367
Como era de esperar, al siguiente instante, se escuchó una explosión desde no muy lejos. Leandro protegió instintivamente a Lina, y ambos cayeron al suelo.

—Vigilen al delincuente, ¡no dejen que escape!— ordenó uno de los policías que estaba cerca de Fabio.

Fabio, al ver la escena, esbozó una sonrisa maliciosa. Con movimientos ágiles, se libró de las esposas en un abrir y cerrar de ojos. Aprovechando el sonido de la explosión, desapareció ante los ojos de todos.

Las explosiones continuaron una tras otra, pero siempre a cierta distancia.

Cuando finalmente cesaron, una densa nube de humo llenó el aire. Lina se dio cuenta de repente de algo.

—¿Dónde está Fabio? ¿A dónde fue?— preguntó con urgencia.

Fue entonces cuando todos se dieron cuenta de que Fabio, que acababa de ser esposado, había desaparecido ante sus ojos.

—¡Maldición, se escapó!— exclamó uno de los policías.

En ese momento, Leandro sacó un walkie-talkie y habló fríamente:

—Bloqueen todas las salidas, asegúrense de atr
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