— ¿Entonces te encontraste con un sexy y ardiente hombre?Ainara aún no podía creerme, la burla en sus ojos y las ganas de echarse una carcajada eran inmensa.— Sí, era muy muy guapo y estaba coqueteando conmigo. Me regaló este pañuelo para que limpiara mi cara ya que la tenía sucia con chocolate.Mi hermana soltó una carcajada y la miré mal.— Ahora puedo requete confirmar mi teoría de que en el embarazo simplemente nos volvemos más calientes debido a las hormonas en nuestro cuerpo.Su risa se escuchaba por toda la habitación. Cuando al fin puedo parar de reír sobó su barriga y agregó:>>Quién te viera suspirando por otro hombre que no es Mat..— Pareció haber recordado algo y entonces se calló de inmediato. — Suspirando por otro hombre que no es Theo, eso iba a decir.De pronto sentí la mentira en cada una de las letras que dijo, Mat… Eso fue justo lo que dijo.La mire directamente a sus ojos y parpadeando le pregunté:— ¿Quién es Mat, Ainara? ¿Hasta cuándo vas a seguir ocultando cos
Siento mucho frío, hace un par de horas que salí de la habitación dónde me había peleado con Ainara y Theo. Mi bebé ha estado moviéndose mucho, sé que es lo que quiere y espera.— Ya estás acostumbrado o acostumbrada ¿No es así?Le hable acariciando mi barriga.Me puse de pie y me asomé con cuidado en las puertas que dan a la terraza, quiero cerciorarme que no haya nadie por ahí. Después de cumplir mi ronda de vigilancia entonces me dirijo a la cocina.Cómo todas las noches preparo mi taza con chocolate caliente y ricos malvaviscos, quitó mis pantuflas y me dirijo a la habitación de mi pequeña niña, abro con cuidado y me arrepiento a montones pues mi hermana se encontraba terminando de taparla y prepararla para dormir. Así que obviamente se dio cuenta de mi presencia.— ¿Podemos hablar? — Pregunto mirándome, Alina también giró su vista a mí .— Tía, ¿Mamá y tú están peleadas? — preguntó con su vocecita adormecida.Negué.>> Ustedes no se hablan así, yo sé que si están peleadas. Hablen
— Entonces, ¿Estamos bien?— Si tú pregunta es ¿Si volveré a confiar en ti? La respuesta es que aún estoy dolida. Sería muy hipócrita de mi parte, una falacia en extremo decir que sí, cuándo en realidad me siento muy herida. Ainara, ¿Recuerdas cuándo te conté todo lo que viví? Ya sabes, lo que pasó con las drogas.Ella colocó sus manos sobre las mías y las acarició levemente.— Yo… lo sé, sé que hice muy mal en decidir por ti y mucho más mal en no confiar en ti, pero, Dios..— Le interrumpí.— No es necesario Nara, no es necesario que sigas sintiéndote culpable.— Sí lo es Ness, yo hice muy mal, actúe muy mal, me puse a pensar, me puse en tu lugar y jodidamente sí fui una malnacida. Ness si fuese yo, si yo hubiese estado en tu lugar y tú me hubieses apartado de Artemis y yo hubiese descubierto todo, entonces me moriría de la rabia. Él me lo dijo, Artemis me lo dijo. Aunque al principio estuvo de acuerdo conmigo y mi decisión, después cuándo se enteró que Mateo aún vivía y que quería de
Nos encontramos ya todos sentados, riendo, comiendo, Artemis bebe vino, Alina, Ainara y yo un delicioso jugo de manzana. Todo está sereno, afuera caen copitos de nieve, la noche está fría pero en extremo hermosa.— Entonces amor, ¿Cuándo nos dirás tú noticia? — La voz de Artemis sonaba interesada pero igual de nerviosa a la vez.— Cierto, ya cenamos. Pues … lo que quiero decirles es que...— Artemis observó el nerviosismo en su voz y tomó su mano dándole el apoyo que siempre siempre se daban el uno al otro. La mirada de Ainara estaba pegada en el lindo mantel blanco que adornaba la mesa, también tomé su mano y le animé a hablar.— ¡Tú puedes mami!— Exclamó Alina con mucha efusividad y una sonrisa juguetona en sus labios, eso bastó para que en un rápido hablar ella soltara su noticia. Su cara estaba roja, sus mejillas a reventar.— ¡Estoy embarazada!— ¡Sí tendré dos bebés para jugar a la casa de las muñecas! Por favor mamá, por favor tía que sean niñas.— Amor pero independientemente d
Narra Mateo Amato. — Ella no me recordaba, ¿Sabes lo duro que fue verla a los ojos y no ver sus recuerdos conmigo en ellos? Se veía tan hermosa, embarazada aún más.— Comprendo lo mucho que debió de doler.— No, no lo comprendes.— ¡Perdoname Mateo, perdóname por favor!— ¿Por qué debería hacerlo Marylin? Dame una maldita buena razón, me has quitado todo lo bueno que he tenido. Primero revolcarte con mi padre por unos cuantos dólares, segundo desprestigiar la empresa que con mucho esfuerzo mi familia a construido con los años y tercero y más importante de todo querer arrebatarme al amor de mi vida.— ¿Cómo puede ser ella el amor de tu vida? Siempre he sido yo el amor de tu vida. ¿Qué es eso de inventar algo entre tu padre y yo? Siempre te he amado a ti Mateo. ¿Cómo puedes culparme de lo del desprestigio a la empresa? Eso no fui yo.Me carcajeé amargamente en su cara.— Te das muchos méritos. Voy a contarte algo. Aquella vez en el hotel de tu padre, esa vez en Oxford cuándo era el eve
¿Por Qué la vida se tiene que fijar tanto en estar mal, en ponernos mal? ¿Ni el nacimiento de nuestros hijos puede ser pacífico? Alguien allá arriba está ensañado en hacernos sufrir.¿Por Qué cada vez que creo que todo va a marchar bien entonces se daña?¡Maldita sea! ¿Por qué?Mientras Agnes se debate entre la vida y la muerte, mi pequeña niña está también pendiendo de un hilo, ahora estoy aquí viendo la dulce cara de mi pequeño hombrecito, mientras las lágrimas bajan por mi rostro y mi alma esperando impaciente a que lleguen noticias de las mujeres de mi vida.Aún recuerdo las palabras de Agnes al momento de verme entrar en aquella sala.FlashBack— ¡Vamos de prisa doctora!— Papá, coloquese el traje lo más rápido que pueda e ingresé en la sala.Asentí mientras iba corriendo a la habitación donde debía prepararme. Ainara se acercó a mí.— Mateo por favor, cuídala, apoyala, no lo sé ¡Dios! — su voz salió entrecortada en apenas audibles susurros. — Si a ella le sucede algo yo me muero
— ¿Qué te han dicho? — Pregunté a Palmer.— Aún nada señor, estamos esperando respuesta de las autoridades presentes para proceder.Un sonido igual al de un altavoz cuándo está siendo probado sonó por todo el lugar. Mis sentidos se pusieron en alerta así que le hice una seña a Palmer para que estuviese también al tanto de todo.¿Se preguntarán en qué momento salí del hospital? Una llamada a Artemis y una a mi, de un supuesto testigo nos aseguro que el maldito de Edward se encontraba en la ciudad dónde estamos ahora mismo y salí corriendo aquí, quiero ser yo mismo quien lo atrapé al fin.— ¡QUERIDO SOCIO! ME ENTERÉ QUE VENDRÍAS A VERME, POR UN MOMENTO ME SENTÍ INTRIGADO, QUIZÁS UN POCO INTIMIDADO, PERO, LLEGUE A UNA BUENA CONCLUSIÓN QUERIDO MATEO.— ¡Sal de tu escondite sabandija! Ya de ninguna manera podrás escapar de aquí, estás jodido. Estás rodeado.— ¿ALGUNAS VEZ A ESCUCHADO DECIR QUE LAS PERSONAS MAYORES TIENEN POR NATURALEZA MÁS APRENDIZAJE E INTELIGENCIA QUE UN POBRE PERRO VAGA
Odio estás malditas situaciones. Necesito que alguna deidad divina me enseñe el camino a seguir, ¿Porque dividir mis pensamientos? ¿Por qué ponerme a elegir?— Se te acaba el tiempo Mateo.La voz asquerosa del ser más mal nacido que puede habitar este planeta se escuchaba cerca, había dejado de usar el altavoz, aunque su voz aún sonaba extraña.— No solamente a mí se me acaba Edward, tú también tienes muy poquito tiempo.Maldita sea, ya no sé qué más decirle para ganar tiempo y encontrar a la persona que tiene raptada, ¿Pero si no la tiene aquí?>> Eres un ser que dentro no lleva más que podredumbre, estás enfermo. Usar al niño o niña que tengas como un señuelo para impedir que acabe contigo es algo muy ruin.— De hecho no es una niña Mateo, ya está grande piensa por sí sola y es tan hermosa. Imagínate la cantidad de cosas que puedo hacer ahora con ella ya que está en edad legal.Un remolino de emociones se acentuó en mi estómago, las inmensas ganas de vomitar me embargan por completo