Bajo de la camioneta después de salir del hotel en donde se hizo el evento, me quito el saco y me amarro las mangas para después recibir con mucho gusto el bate de béisbol que me pasa Diego quien no dice nada como siempre.
Entro al gran almacén y me encuentro al detective sentado y atado, me miró un poco sorprendido, claro tuve que ponerme una peluca negra para no ser tan obvio con mi identidad, la oscuridad ayudaba un poco así que espero no tener problema luego porque esta identidad que tengo esta lo suficiente limpia como para arruinarla con mis cosas.
— Tú… — me mira sin dejar de salir de su asombro, me siento delante de él con una sonrisa en mi rostro.
— Soy un fantasma, detective Wolf — hablo en turco, me mira con intensidad y sé que me ha entendido — Pero claro no he venido a eso — intenta soltarse pero es imposible.
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Las mujeres se levantan y se van después de comer, Klaus y yo nos quedamos sentados, cuando terminan por recoger la mesa los empleados comenzamos a jugar ajedrez a pesar de ser muy competitivo, Klaus me tiene paciencia.— Así que enamorado de una latina, ¿no? — dice mirándome, muevo el caballo y asiento.— Han pasado muchos años desde que no me había sentido así, la verdad — se ríe y ruedo los ojos — sigo sin creer que armara un plan para casarse enseguida — me mira asintiendo.— Cuando la herencia está por salirse de tus manos no hay de otra que tener un plan B — asiento dándole la razón.— Al menos no secuestraste a una latina — me mira sorprendido y me encojo de hombros.— ¿No que para ti las mujeres son benditas? — pregunta confundido moviendo el rey y ataca un peón.&mda
“— No me dejes, por favor.”Aquellas palabras que me había dedicado Aslan me hicieron sentir una fuerte opresión en mi pecho, la manera en la que lo había dicho me hizo sentir todo el sentimiento que él tenía guardado. Miedo y tristeza... Era lo que pude presenciar en su voz casi rota, ¿Qué había soñado?… ¿Qué era lo que había soñado para que se sintiera de esa manera?Aslan ante la primera vista de cualquier persona era fuerte, dominante, un criminal al que muchos buscaban... Un asesino. Pero él tenía sentimientos, tenía miedo de que algo pasara, pero no sabía que era.¿Quedarse solo?…Si tan solo supiera que yo no quería apartarme de su lado, quería quedarme con él. Comenzaba a amarlo aun si yo misma me lo creía, estaba acostada
Podía ver como pasaban de manera rápida las personas junto con casas y edificios, solo me había podido llevar mi teléfono, el cual se encontraba en silencio. Mary me estaba llamando constantemente, pero no quería hablar con nadie. Observó a lo lejos un parque de hermosos arbustos verdes y en el cual no se observaban muchas personas, busco en mi teléfono el traductor y le pido al chófer de Mary que se detenga y que luego de allí se podía retirar, este asiente estacionando el auto.Al bajar suelto un suspiro cerrando la puerta, comienzo a caminar mirando solo pocas personas allí. Sabía que mi ropa no era para nada casual, pero era lo que me había comprado Aslan. Me quitó los tacones para poder caminar en el pasto el cual me hacía leves cosquillas en mis pies, no muy lejos admiro un árbol perfecto para recostarme y lo hago. Mi espalda siente la robusta ma
Miro la puerta por donde se fue Mike, me levanto pero soy detenido por Agatha quien me toma de la mano, la miro y niega aun sonrojada.— Tranquilo, dudo que haya visto mucho — el solo escuchar me hierve la sangre y me suelto para salir de la habitación — ¡Aslan, no lo vayas a matar! — grita desde la habitación, Mike me mira esperando algún paso.— ¿Qué tanto viste? — pregunto molesto, traga saliva — Responde, Mike — niega, lo miro con más intensidad notando que empieza a sudar.— Aslan, regresa a la habitación ahora mismo — ordena con superioridad Agatha, no me muevo de mi lugar — Aslan Vilmez… — aprieto los dientes.— ¡Bien! — camino de regreso a la habitación pero si antes mirar a Mike — Tenemos una charla pendiente… — la pelirroja niega.— Deja de comportarte como
Escucho hablar a personas, me quejo por el ruido, intento levantarme pero no puedo, abro mis ojos acostumbrándome a la luz, veo que estoy en mi cuarto por el techo, volteo mi cabeza a la puerta viendo a Agatha hablar con Mike y Doña Marta, los tres me miran, alguien me pone algo mojado en mi frente y miro que es Lou.— ¿Qué me sucedió? — pregunto esperando cualquier cosa, siento el cuerpo caliente de la cabeza a los pies, la cabeza me da vuelta.— Te desmayaste en el despacho, tienes la fiebre casi en 40, si sigues subiendo te llevaremos a un hospital te guste o no — regaña Mike, ruedo los ojos, Agatha se acerca.— Llevas un dio sin despertar, Aslan — explica tomando el trapo mojado con agua helada para pasarla por mi frente — Nos tenías preocupados — me intento levantar pero no me deja, me suelto de su agarre y me siento por completo — Aslan, acuéstate
Lo miro con una sonrisa llena de picardía, lo tomo de su camisa para llevarlo hacia la cama en la que le hago que se siente. Me colocó encima de él con mis piernas a los lados de su regazo, puedo notar como Aslan me mira con deseo. Me inclino hacia sus labios los cuales comienzo a besar con lentitud, Aslan sin poder evitarlo comienza a subir la intensidad de nuestro beso, sonrió en el medio del beso para luego comenzar a mover mis caderas intentando sentir su intimidad junto con la mía.Sus manos se colocan en mis glúteos subiendo el vestido y tocando mi piel expuesta la cual aprieta moviéndolos contra su intimidad la cual ya estaba creciendo con los movimientos que hacía, Aslan mete su lengua dentro de mi boca y juego con ella como si fuera su miembro simulando embestidas en la cual me muerde ligeramente el labio.— Arrodíllate. — Me ordena con voz ronca separá
Podía ver como el sol se ocultaba entre las montañas que se podían observar a lo lejos dejando así un hermoso atardecer que era digno de admirar y plantar en una hermosa fotografía, por lo cual era lo que estaba haciendo, entre mis manos se encontraba mi cámara la cual no dejaba de tirar fotos hacia el atardecer, tenía uno de mis colores favoritos que era el rosa, en las nubes se veían hermosos.Al bajar la cámara pude notar entre mis manos el anillo de promesa que me había dado Aslan, mis mejillas se tiñen levemente al recordar que él también poseía el mismo. Pero también recuerdo el hecho que me tendré que ir en un mes, ¿Él estaría dispuesto a esperarme?... Sabía que lo haría, pero esa no era la única pregunta que se presentaba en mi mente, también tenía muchas más. Si llegaba a mi hogar
El escucharla decirme que es mía me calienta el corazón, estaba por hacerla mía en el sofá cuando de repente entra Lou, lo miro y me da una mirada con una seña indicándome que es urgente.— Ve a nuestra habitación, tengo una cosa que resolver — se levanta y sale junto con Lou quien la escolta, salgo de la sala de estar una de 3 que tiene la mansión. Lou aparece y abre la puerta dejando pasar a Sarah, respiro profundo antes de pensar en que tengo que hacer con esta rubia de cuerpo tieso aunque parezca de modelo.— Querido, ¿Por qué siento que ocultas algo? — sonrío falsamente.— ¿Te volvió a mandar tu padre? Vaya que parece que las amenazas son sus favoritas — camino a la sala principal donde no hay televisor y es más grande que la anterior, me siento en un sofá mientras ella se sienta frente a mí cruzando sus largas