— ¿Ya está listo lo qué te pedí? — le pregunté con un tono duro, a uno de mis soldados.
— S-sí Alpha, ya hemos reorganizado a las dos familias que han llegado, están acomodándose en su nuevo hogar. — dijo con titubeos, aunque luego adoptó su forma rígida digna de un guerrero, pero aún sin mirarme a los ojos. Hacerlo es como una falta de respeto hacia mí persona.
— Bien, puedes retirarte. — digo a lo que él asiente en modo de reverencia susurrando un; "sí, Alpha" para finalmente retirarse de mí despacho.
Me relajo un poco en mí sillón y froto mis sienes.
He tenido mucho trabajo ahora que mí Beta no está, pues se encuentra en otra manada resolviendo un asunto y de paso a ver si encuentra a su mate. Le ruego a la diosa Luna que ojalá y la encuentre, porque él a lo igual que yo, ha sufrido mucho, y creo que ya es momento de un poco de amor en nuestras vidas, y que, aunque no lo demuestre, me sentiría feliz y agradecido que de por lo menos él si sea feliz con su mate al lado.
¿Qué es "mate"?
Pues es nada más ni nada menos que nuestra otra mitad, nuestra alma gemela, destinada, en mí caso, a amarme sin poner peros. A calmar a Kobu, mí bestia interior. Pero desafortunadamente aún ella no llega, durante siglos la he buscado, pero ni rastro de su olor y sinceramente ya he perdido las esperanzas, que a lo contrario de Kobu dice que aún hay una posibilidad de que ella no haya nacido aún. Y también le ruego a la diosa de que sea así, por lo menos está viva.
Por otro lado, hoy han llegado un par de familias, buscando un hogar por medio de una inmobiliaria, pero lo que no saben, es que el dueño de todo ésto es nada más y nada menos que un hombre lobo, osea yo. Ellos creen que se contactaron con un asesor para comprar un nuevo terreno, una nueva casa y es mejor así.
Los mandé a investigar y al parecer no presentan problemas, por lo que permití que se quedaran a las afueras de mi manada.
La primera familia se trata de dos ancianos y un hombre ya de más de veinte años, según él le dijo una loba de mi manada, (la supuesta asesora), que solo quería un lugar tranquilo dónde sus padres pudiesen sembrar cosas y estar tranquilos. Y ahora están (según creo yo) acomodándose.
La segunda familia se trata de una pareja de casados con su hija de diecinueve años, que ellos viajan mucho por su trabajo, por lo que querían un lugar donde dejar a su hija, fuera del peligro de violadores o secuestradores de la cuidad. Y un montón de cosas más.
Abro el portafolio de la segunda familia para ver sus fotos. Aparentemente ellos son una pareja de casados, son empresarios, he ahí por qué viajan tanto. Todo normal.
Cuando abro la foto de la joven de diecinueve, noto que es muy hermosa, tiene la piel blanca como la nieve, un rostro de ángel, cabello castaño, tanto, que puedo jurar que es casi rubio, y ojos azules. Algo dentro de mí se renueve al verla con más profundidad y en mí se instala un pensamiento de que hay una posibilidad de que ella sea mí mate, pero la descarto enseguida. La diosa Luna me ha castigado por todas mis fechorías, ¿Y qué peor castigo que no otorgándole una mate a un lobo?
He asesinado a sangre fría, sin sentir el más mínimo remordimiento luego, pero solo a personas que lo merecen. Soy un asesino después de todo.
Mientras me torturo en mis pensamientos recibo una llamada de mí hermano menor; Theodore Ivanov.
— Habla Ivanov. — contesté al tercer pitido.
— Hola hermano. — responde mí hermano detrás de la línea.
— ¿Qué quieres Theodore?, Estoy ocupado. — mentí, pero enserio no quiero que me molesten ahora, no estoy de humor.
Se escucha que suspira, —Solo quería que vinieras a ver un proyecto que estoy realizando, se trata de tu nuevo despacho y quiero que veas los planos aver que te parece.
— En un momento llego, ¿Dónde estas? — pregunto.
— En mi zona de trabajo.
— Bien. — no espero respuesta y cuelgo.
Tomo mi gabardina color gris y salgo de mi despacho que dentro de poco será remodelado por mi hermano, el arquitecto de la manada.
Salgo de la mansión y bajo una pequeña colina que conecta con la "zona de trabajo" de mi hermano, una pequeña casa que al entrar se nota más grande que de por fuera.
Entro en ésta y lo veo ahí trazando (según creo yo), planos para algún proyecto en la manada. Él, al escuchar el ruido que produje al abrí la puerta se voltea y se pone erguido, obrando una posición de macho. Sonrío mentalmente al saber qué quiere mantener postura sería delante de mí.
— Kyle, que bueno que llegas. Verás, quiero mostrarte los planos para iniciar a remodelar cuánto antes. — dice.
Carraspeo, — Bien, quiero verlos. Ya que, si bien te dije que te tomaras tu tiempo, es también cierto de que quiero tener mi espacio listo cuánto antes.
¿Quién te entiende? — me reprocha mi bestia interior, pero lo ignoro.
Él me pide que me acerque y me va guiando en cómo va cada cosa y así, ya que de medidas no entiendo un culo, lo mío son los números y cuentas. Me he educado para llevar una manada y una empresa, es obvio.
— No veo nada erróneo. Debo admitir que estás haciendo un buen trabajo, Theo.
Enseguida que digo esa oración, noto su expresión de asombro. Y no lo culpo, no suelo halagarlo ni mucho menos llamarlo por su diminutivo.
— Gracias, hermano. — sonríe sincero y yo me abstengo de corresponderle la sonrisa. Solo asiento para finalmente marchar de ahí.
Me dirijo al bosque para dejar salir un rato a Kobu y de paso ir a asegurarme de que todo marcha bien con esos nuevos humanos que se encuentran a las afueras de mí manada.
Corro con una energía renovada, últimamente he sentido a Kobu inquieto, no sé lo que le pasa. Pero dejando eso de lado, sentir la tierra bajo mis patas, el viento flitrarse por entre las hebras de mí pelaje, es sumamente satisfactorio.
Una vez he revisado la pareja de ancianos, me dirijo hacia la otra familia, no pretendo entrar y forjar una conversación, solo me asomaré desde las sombras y con mí potente audición verificar que todo esté bien.
Cuando llego, no me sorprende escuchar un solo latido, lo que significa que los señores Holland no se encuentran en casa.
Noto como la puerta principal se abre y a lo que olfateo levemente, instinto. De ella sale la chica de la foto y con ella un olor a páginas de libros viejos y tierra mojada, mí olor favorito. De repente caigo en cuenta de que ella es mí mate.
Estoy en shock.
¡¿Qué te pasa?!, ¡Es nuestra mate, búscala y hazla nuestra a la de ya! — escucho el rugido de Kobu en mí mente. Aunque me haya transformado en lobo, no quiere decir que le dejo el control de éste cuerpo a Kobu.
Haciendo caso a mí bestia, me dirijo hacia ella con intención de reclamarla antes de que otro ser lo haga. Pero freno en seco al darme cuenta de una cosa, ella es humana. Lo que significa, que con ellos las cosas van más lentas. No quiero ir como un salvaje y asustarla, ya que ella me verá como un animal feroz que quizá quiera atacarla, y la he esperado por mucho para ir a cagarla así no más.
¿Qué estás pensando?, ¡Ella es nuestra!, Podemos hacer lo que queramos con ella. ¿Desde cuándo tú, un Alpha que hace lo que se le dan la vil gana, teme no cagarla frente a una humana? — Gruñe Kobu.
Recuerda de que no es cualquier humana, es MÍ humana y no quiero lastimarla. Pero eso no significa que no quiera ir y quitarle esa ropa y hacerla mía de una vez. — le respondo cortando de una vez nuestra conexión, no quiero escuchar sus quejidos.
Me acerco un poco haciendo ruido adrede, a lo que ella levanta su mirada puesto que se encontraba jugando con la nieve en el piso, se veía tan tierna.
¿Enserio tiene diecinueve?
Ella se sobresalta un poco y por un instante veo en su mirada miedo, lo que hace que chille de dolor cual cachorro, tirándome sobre mis cuatro extremidades en el suelo y acercándome poco a poco a ella. Ella ríe por mí actitud tan infantil, y les juro que no me importa pasar de macho intimidante a cachorro débil con tal de escuchar tan majestuoso sonido; su risa.
Ella se acerca a mí y tímidamente me soba la cabeza y cuando su tacto entra en contacto con el mío, una magnífica energía me recorre el cuerpo completo y yo inclino la cabeza disfrutando de su tacto.
— Alpha, he llegado y le traigo buenas nuevas. — escucho a mí Beta por nuestra conexión. Alzo mis orejas fijando mí vista en el bosque, más o menos por el camino que dirije a mi manada.
— ¿Ya te tienes que ir? — escucho su dulce voz lo que hace que fije mi mirada en ella inmediatamente. ¡Su voz! Tan aterciopelada, podría quedarme dormido al sentir la tranquilidad que su voz transmite.
Noto tristeza en su tono, y su pequeño pero tierno pucherito me lo confirma, ¿Está triste de qué me vaya?
Me levanto de la nieve y ella me copia levantando su mano para acariciarme. Noto que tiene que ponerse de puntillas y alzar el brazo para alcanzar mí cabeza, y aún así casi que no lo logra, me agacho un poco y así finalmente ella me soba delicadamente, pero de la nada recuerdo el llamado de mi Beta haciendo que gruña levemente, ella abre sus ojos bien grande y recuerdo que no debo ni quiero asustarla.
Con mí hocico la empujo hacia la puerta de su casa, quiero que entre para que no coja frío y para que no corra peligro estando afuera. Cuando llego a su porche, lamo su mejilla para marcar territorio, lo que causa que ella ría. Me quedo esperando a que ella entre. Ella parece entender mí mensaje por lo que entra despidiéndose con una mano.
Cuando entra me dirijo a toda velocidad hacia la mansión.
CAPÍTULO DOS.Me encuentro en el portón de mí manada. Los guardias, quienes al verme hacen una reverencia para inmediatamente abrir el portón. Paso y me dirijo a paso calmado hacia la mansión.Cuando llego, una de las mujeres que atiende la mansión sale con una manta, me transformo en mí forma humana y ella inmediatamente corre a cubrir mí desnudez con la dichosa manta. Asiento en su dirección en muestra de agradecimiento y me dirijo escaleras arriba hacia mí habitación, cuando llego me cambio y salgo a mí despacho en busca de Samuel, mí Beta.Cuando llego al despacho, él ya se encuentra ahí, sentado en un sofá bebiendo whisky.— Samuel. — saludo. Él es de las pocas personas a las cuales me dirijo por su nombre. — Kyle, — asiente en modo saludo. — Que bueno es volver a casa. El hospedaje de allá no es tan malo, pero nada comparado que con el calor de tu hogar.— Pienso lo mismo. — sonrío un po
CAPÍTULO TRES."Rose Pov's"— ¿Ya acomodaste tu habitación, cariño? — pregunta mí mamá.— Sí, mami. — ella me sonríe y se va con su café en mano a su habitación con papá.Si bien es cierto que no pasan tanto tiempo conmigo, sé que me aman y me lo demuestran cada que pueden.Soy hija única, ya que ellos luego de tenerme a mí y darse cuenta de que no tenían tanto tiempo para compartir conmigo, mucho menos lo tendrían con dos o tres hijos más.Después de unos minutos, mis papás salen porque según, les llegó una llamada sobre la sucursal que abrieron aquí y tenían que ir a supervisar. Yo por mí parte, decido salir un rato y jugar con la nieve, pues cuando vivía en Miami se disfrutaba era del sol y eso. Muchos me preguntaban que como era posible que yo viviendo en Miami tenía la piel tan blanca, ¡Y es que he intentado darme un buen bronceado, lo juro!,
CAPÍTULO CUATRO."Kyle Pov's"Lo juro. Juro que traté de ir con ella lo más lento y calmado posible, pero la gente no colabora.¿Por qué se deja abrazar de ese idiota?Llevémosla a casa — pide Kobu.Eso haré — le respondo.Todo lo que sucedió fue en cuestión de segundos.Ella me gritaba que por qué hacía las cosas y yo le gritaba de vuelta que lo hacía porque solo yo tenía el derecho de abrazarla, mirarla, besarla y todo lo que conllevara a estar con ella.También me gritó cosas como que yo no tenía por qué siendo que ella no me conocía, cosa que me dolió y pues le dije que me iba a conocer si se dejaba tocar por otro hombre que no fuese yo. El tal Dan, quien sé su nombre porque Rose lo gritó, intentó alejarla de mí, cosa que me enfureció más, haciendo que jale a mi Mate y la ponga detrás de mí a la vez que empujaba al otro ése. Ella, "asustada" intenta agacharse p
__________ ꧁꧂__________"Kyle Pov's"— ¿Y cuándo pensabas presentarme a tu luna? — pregunta Samuel.Estamos en mí despacho hablando después de haber llevado a Rose a la habitación. Sé que de pronto me pasé un poco con ella, pero es que cuando dijo que quería irse algo en mí se activó y mí posesividad salió a la luz.— Apenas la traje hoy, y bajo circunstancias... Malas. — le respondí.— Te has sacado la lotería, es muy bonita.— No vayas por ahí, ella es mía. — Gruño.No veo ni siento sus malas intensiones, pero soy un macho lobo posesivo y territorial, y para rematar; un Alpha.Él alza sus mano, — Lo sé, lo sé. Recuerda que aún sigo esperando a mí mate.— Lo siento, es solo que... No me acepta y mis sensaciones junto a la idea de que ya la tengo conmigo son abrumadoras, pero viene con su rechazo y ahí me mata todo. — Estoy más que
CAPÍTULO SEIS__________ ꧁꧂__________"𝚁𝚘𝚜𝚎 𝙿𝚘𝚟'𝚜"Un hombre lobo.¿No podía ser un mafioso o un mesero?No es que me queje, porque el sujeto sí está lindo.Por Dios, ni siquiera sabes cómo se llama.Puede que sí, pero a mí siempre me han interesado los temas como estos; mitos y leyendas.Lo que me lleva a saber un poco acerca de ellos. Y básicamente ahora no me podré alejar de él, pues ya me ha reclamado como suya, en varias ocasiones. Aparte de que también se ve tierno cuando está transformando en Kobu.Quisiera conocer más a su bestia, quizá cuando vuelva se lo pida. Y es que mí paciencia es nula, no puedo esperar que que él llegue para preguntarle cosas y que me deje con Kobu.<
CAPÍTULO SIETE:__________꧁꧂__________Llegamos a mi casa y Kyle apaga el motor. Ninguno se mueve ni dice nada.Vengo por ti mañana temprano. — rompe el hielo.Quedamos en que me quedaría en mi casa y saldríamos como personas normales a conocerce.En primer lugar; yo no soy una “persona normal” y segundo, tú quedaste en hacer eso, porque si fuese por mí, estaríamos durmiendo acurrucados como la diosa manda.Jesús, dame paciencia.Kyle, quiero intentarlo. ¿Para qué vienes a buscarme mañana?Hubieses preguntado eso en primer lugar, —finalmente voltea a mirarme, pues hasta ese momento tenía su mirada fija en la carretera.— Quiero llevarte a un lugar especial para mí.Debo admitir que es
CAPÍTULO OCHO:__________꧁꧂__________Llegamos a un sitio bastante hermoso, es prácticamente en medio del bosque.Al principio me asusté, ¿Y si él quiere asesinarme y dejarme ahí botada? Luego recordé que soy su Mate. Que loco.Él apaga el auto y se baja, lo rodea hasta llegar a mí puerta y abrirla, me tiende su mano, acepto y me ayuda a bajar. Lo que tiene de celoso, lo tiene de tierno.— Quiero que cierres los ojos.— ordena.— ¿Sí Alpha?— escupo con ironía. Él se ríe.Pone sus manos en mis ojos para cubrirlos y yo pongo las mías en sus fuertes brazos para apoyarme. Damos unos cuantos pasos y luego de lo que parecen minutos, por fin me descubre la vista.Lo que ven mis ojos seguramente es lo más hermoso que han visto. Se trata de un hermoso lago que ahora se encuentra congelado, este está rodeado de he
CAPÍTULO NUEVE:Ya habíamos terminado de cenar y ahora estábamos hablando de manera trivial. Hemos compartido más el uno con el otro, me refiero a que él me ha hablado más de su vida y yo de la mía.Me he enterado de que tiene dos hermanos; Theodore y Romina Ivanov. Me dijo que me los describiría pero yo me negué, le dije que quería conocerlos yo personalmente y que fuese sorpresa. También me dijo que sus padres habían muerto cuando él tenía quince años, en medio de una guerra. Se notaba que le dolía hablar de ello, pues lo veía removerse y tragar duro por lo que le dije que con el tiempo si él quería, me contaba más. No quería presionarlo.Por supuesto que yo también le conté de mí vida, y que básicamente no había mucho que contar: soy hija única, mis padres trabajan mucho y me aman aunque casi nunca estén en casa… Etc.Puede que piensen que vamos de manera acelerada con todo esto, y que yo debería estar muerta de