El delta guía a las dos brujas hasta la casa de la manada, donde su líder se encuentran esperándolas, pues había sido avisado de la llegada de su sobrina.—Alfa —el delta inclina su cabeza hacia adelante.— Puedes retirarte —le ordena—. No esperaba su visita, tan pronto —se hace a un lado invitándolas a pasar.—He leído la carta —lo siguen hacia el mismo cuarto que había ido el primer día que estuvieron en la manada—. Y no mentiré al decir que me sentí traicionada al enterarme de que me ocultaron toda mi vida, que también soy una mujer loba.—Cuando lo supe no creía que era real. Tu madre era una bruja, no heredero ningún gen de nuestro padre, al ser descendiente de un alfa las probabilidades eran nulas, pero no imposibles y sucedió.—¿Y cómo haremos para despertar a su loba? —pregunta Natasha.Tenía curiosidad puesto que nunca había usado su poder para despertar a un lobo dormido. Aquella sería su primera vez y se encontraba un poco nerviosa, pero también ansiosa.—Será fácil, pero a
Lucas miraba el reloj a cada segundo, no podía apartar la vista de este. La noche había caído y sus mates no regresaban. No tenían noticias de ellas.Habían pasado seis horas desde que Natasha le había avisado que saldría junto a Keira.Solo faltaba una hora para que sea media noche y ella no habían vuelto. Había mandado a unos guardias a recorrer la manada y estos habían regresado sin noticia.—Pase —la puerta de su despacho fue abierta, había sentido la presencia de aquella loba, Rose la hija de su nana.—Disculpe Alfa, pero la cena ya se ha enfriado.—Retiren todo —su estómago se había cerrado y no comería hasta tener noticias de ella.Está solo asiente y hace una reverencia antes de salir.Guarda aquellas carpetas que tienen información importante bajo llave y sale de su despacho. Se dirige hacia el comedor encontrándose con sus hermanos.—¿Averiguaron algo?Al pasar los días, se había acostumbrado tan rápido a la presencia de Natasha, se había vuelto adicto a su olor, a sus ojos,
Natasha se remueve por las cosquillas que siente en una de sus mejillas, siente como alguien pasa una lengua y le deja húmeda aquella parte de su rostro.—Basta —se ríe y abre sus ojos para poder ver quién fue el que se atrevió a despertarla—. Mierda.Aquel zorro se asusta y retrocede unos pasos. Aquel momento es donde se dan cuenta de que se encuentra en el bosque.>Un ruido a su costado llama su atención. Su cuerpo se relaja al ver a Keira saliendo a la superficie.Esta empieza a despertarse y cuando sus ojos conectan con los de ella, en un parpadear la tiene abrazándola muy fuerte.—Por la diosa —por la fuerza que uso Keira las dos caen acostadas—. El susto que nos diste mujer.—Keira en otro momento no me importaría, pero si alguien nos ve —las dos se encuentran desnudas y Keira olvido aquello al ver con sus propios ojos a su reina en buen estado. Aunque la posición es comprometedora si alguien más los ve, a Keira no le importa. Aunque se levanta y se aleja.—P
1 año y seis meses atrásHacía tres meses que Natasha había llegado a Italia, manteniéndose oculta. Había esperado unos días para familiarizarse con el pueblo, habitado por seres mágicos y por algunos humanos. Quería asegurarse que era seguro para poder salir de aquella cabaña que usa como escondite.Había tomado la decisión de salir esa noche e ir al Club Degli Esseri Magici.El lugar pertenece y es manejado por brujos, pero está abierto a todos los seres mágicos.El objetivo de Natasha era tratar de buscar algo de información sobre como va el mundo sobrenatural, pues sabía que con la muerte de su pueblo se desataría un gran caos. Y el club era el mejor sitio para conseguir aquella información.Había cambiado su apariencia por una bruja de cuarto rango. Pues sabías que no llamaría tanto la atención, ya que las brujas de aquel rango son las menos poderosas. Antes de entrar al club, se acomoda su vestido y se adentra a este.Una mueca aparece en su rostro. La música no se encontraba a
1 año y seis meses atrásHacía tres meses que Natasha había llegado a Italia, manteniéndose oculta. Había esperado unos días para familiarizarse con el pueblo, habitado por seres mágicos y por algunos humanos. Quería asegurarse que era seguro para poder salir de aquella cabaña que usa como escondite.Había tomado la decisión de salir esa noche e ir al Club Degli Esseri Magici.El lugar pertenece y es manejado por brujos, pero está abierto a todos los seres mágicos.El objetivo de Natasha era tratar de buscar algo de información sobre como va el mundo sobrenatural, pues sabía que con la muerte de su pueblo se desataría un gran caos. Y el club era el mejor sitio para conseguir aquella información.Había cambiado su apariencia por una bruja de cuarto rango. Pues sabías que no llamaría tanto la atención, ya que las brujas de aquel rango son las menos poderosas.Antes de entrar al club, se acomoda su vestido y se adentra a este.Una mueca aparece en su rostro. La música no se encontraba al
—Nos vemos —se despide Valentino—, y no se olviden que cualquier cosa que quieran saber o necesiten, pueden venir a mí.Natasha solo asiente con la cabeza y Keira se acerca a darle un abrazo.Natasha se sentía feliz por su guardiana, podía sentir por la conexión que tienen, que Keira lo tomo muy bien el enterarse sobre la gran familia y manada que tiene.Y eso la alegraba mucho, pues una de las dos no quedo del todo sola. Aunque Natasha allá perdido a sus padres, a sus amigos, a gran parte de su manada. Recibido otra gran familia que la recibió con los brazos abiertos, pero ello no llenaba el vacío y dolor que siente por aquellos caídos.Pero aquel dolor y vacío disminuyó un poco con la llegada de Keira. La conexión de ellas dos va más allá que cualquier otra. No es la misma que la de los mates. Esta es muy diferente, pero un poco parecida a la vez. Y fue por esa conexión que las une, que cuando se vieron por primera vez se sintieron cómodas y confiaron la una a la otra sin dudar. Pue
Esa mañana Natasha se había despertado con una sensación muy rara en el pecho. No había podido dormir bien en la noche, se encontraba muy nerviosa al saber que conocería al rey de los vampiros.Pues por fin lo conocería por primera vez. Unos años atrás, luego de su coronación, se firmaría el tratado de paz con los líderes. Algunas manadas del mundo tienen tratados con algunas colonias, pero nadie había podido tratar con los reyes. Aunque algunos vampiros eran buenos, había otros que mataban por sangre o por deporte.Natasha en su momento quería creer que ellos no eran malos o seres fríos como los rumores que rondan de ellos por el mundo. Pero esos pensamientos se esfumaron al ver como su manada era ataca por ellos.La esperanza que tenía en ellos murió, los vampiros mataron a su gente, a su padre, casi acabaron en su totalidad con su manada. Aunque su odio hacia aquella raza disminuyo al conocer a Leander, él la hizo volver a confiar en los vampiros, gracias a aquel vampiro su perspec
La emoción recorrió todo el cuerpo de Natasha. Con solo verla bien él la reconoció. Leander no la había analizado bien, desde que entro a la gran sala, sintió el gran poder que desprendía ella, pero no sé había parado a pensar porque su rostro le parecía tan familiar. Pues él se encontraba hipnotizado por aquel llamativo olor que había empezado a sentir al acercarse al gran salón, toda su atención estaba en su tua cantante.Cuando ella le dijo que se sentía ofendida porque no la reconocía. Empezó a juntar los cabos. Y todo se aclaró al ver su sonrisa, aquella que siempre le había gustado ver, jamás podría olvidarla, ella era muy importante para él. A pesar de que no sabía el motivo por el cual ella se había ido sin decirle, cada día la recordaba y ansiaba poder volver a verla.—En realidad mi nombre no es Elisa, es Natasha —se acerca al vampiro con los ojos cristalizado—. Pero soy la misma persona —se levanta de la gran silla y termina con la distancia que los separa para fundirse en