Capítulo 29 —La gala benéficaNarrador:Elena estaba en la sala principal de la mansión, revisando unos documentos mientras daba instrucciones al personal de servicio. Todo estaba impecable, como siempre, y la preparación para la gala benéfica ya estaba en marcha. Liam llegó primero, su paso firme y su rostro impenetrable como de costumbre. Saludó a su madre con un leve asentimiento antes de sentarse en uno de los sillones de cuero.—¿Qué tan grave es, mamá? —preguntó Liam con su característico tono seco, pero con un destello de curiosidad en sus ojos.Elena levantó la mirada de los papeles y sonrió. —No es grave, hijo, pero sí importante. Solo esperemos a que llegue Maya.Liam no respondió, simplemente tomó su teléfono y comenzó a deslizarse por la pantalla, aparentando indiferencia. Sin embargo, cada segundo que pasaba sin verla aumentaba su impaciencia. Unos minutos más tarde, Maya apareció en la puerta, luciendo fresca pero con una leve incomodidad en sus gestos. Se disculpó por
Capítulo 30 —El giro inesperadoNarrador:Maya dejó caer las bolsas sobre la mesa del comedor con un golpe sordo. La sonrisa en su rostro era traviesa, y sus ojos brillaban con una mezcla de emoción y deseo. Sin pensarlo dos veces, se acercó rápidamente a Liam, tomándolo por la camisa para atraerlo hacia ella. Sus labios se encontraron en un beso lleno de pasión, que él respondió sin dudar. Las manos de Maya recorrieron su pecho con hambre, desabotonando los primeros botones de su camisa con torpeza. Sin romper el beso, sus dedos se movieron hacia su cinturón, desabrochándolo con una destreza que dejó a Liam momentáneamente sorprendido. Pero cuando Maya deslizó una mano hacia su pe*ne, tomándolo con seguridad, todo cambió. Liam, con movimientos rápidos pero firmes, la tomó de ambas muñecas, separándola de él y deteniendo cualquier avance. Maya lo miró, confundida, con las mejillas encendidas y los labios entreabiertos. Sus ojos buscaban una respuesta en el rostro de Liam, pero lo que
Capítulo 31 —Toda la verdadNarrador:Liam tenía las manos en su nuca con los dedos entrelazados mientras escuchaba el discurso de Maya. Su postura parecía tensa, casi rígida, como si cada fibra de su ser estuviera a punto de quebrarse. Maya estaba frente a él, con una expresión desafiante, aunque sus ojos traicionaban la vulnerabilidad que intentaba ocultar.—¿Por qué te marchaste esa noche, Liam, y me dejaste sola? —preguntó, con una voz baja pero cargada de firmeza.Él no respondió de inmediato. Sus ojos seguían clavados en las luces de la ciudad como si buscara una respuesta en ellas. Finalmente, exhaló y murmuró—No importa.—Para mí sí importa. —Maya dio un paso hacia él, acercándose —No puedes seguir fingiendo que esto no significa nada, Liam. No puedes seguir escondiéndote detrás de esa máscara.Él giró la cabeza lentamente hacia ella, sus ojos encontrándose con los de Maya. Había algo quebradizo en su mirada, un destello de vulnerabilidad que rara vez permitía ver.—¿Máscara?
Capítulo 32 —Donde nace el nosotrosNarrador:El beso fue largo, profundo, como si cada emoción reprimida durante años se derramara entre ellos. Liam no podía apartarse; sus manos firmes sostenían el rostro de Maya, y cada segundo parecía gritar lo inevitable. Cuando finalmente se separaron, ambos estaban jadeando, pero ninguno rompió el contacto visual. Maya levantó una mano temblorosa para tocar la mejilla de Liam, mientras sus ojos, cargados de vulnerabilidad, buscaban una respuesta en los de él.—¿Y ahora qué, Liam? —preguntó, su voz apenas un susurro, pero cargada de significado.Liam permaneció en silencio por un instante, su mirada fija en ella como si estuviera intentando descifrar cada rincón de su alma. Dio un paso hacia atrás, solo para apoyarse contra la mesa, cruzando los brazos sobre su pecho.—Ahora... —comenzó, pero se detuvo, como si las palabras fueran demasiado complicadas para salir —Ahora debemos dejar las cosas claras, Maya.—¿Claras? —repitió ella, cruzando los
Capítulo 33 —Amanecer en SecretoNarrador:El primer rayo de sol se filtró por las cortinas, iluminando el apartamento con una suave calidez. Maya despertó sintiendo el peso firme de un brazo alrededor de su cintura. Sus ojos se abrieron lentamente, y lo primero que vio fue el rostro de Liam, relajado en el sueño, con una serenidad que pocas veces había visto en él. Por un momento, se permitió admirarlo, grabarse cada línea de su rostro y guardar ese instante en su memoria. Él se movió ligeramente, sus párpados entreabriéndose. Al verla tan cerca, una sonrisa perezosa se dibujó en sus labios.—Buenos días —murmuró, su voz grave aún cargada de sueño.—Buenos días —respondió Maya, acariciando suavemente su mejilla.Por unos minutos, ninguno habló, disfrutando de la proximidad y la calma del momento. Pero como una sombra inevitable, la realidad comenzó a colarse entre ellos.—Tenemos que hablar —dijo Maya, rompiendo el silencio.Liam suspiró, sabiendo que ese instante perfecto no podía d
Capítulo 34 —La Gala de las AparienciasNarrador:Maya se acomodó el vestido verde frente al espejo de la habitación en casa de Elena. Las luces suaves resaltaban el diseño que abrazaba su figura de forma impecable. Sus manos temblaban ligeramente mientras ajustaba los pendientes, tratando de calmar la tormenta interna que llevaba desde que salió del apartamento esa mañana.—Estás hermosa, cariño —dijo Elena desde la puerta, observándola con una sonrisa satisfecha.Maya giró para mirarla y le devolvió una sonrisa tímida.—Gracias, mamá.—Esta noche será importante. Haz lo mejor que puedas por disfrutarla. —Elena se acercó y le colocó una mano en el hombro, un gesto que pretendía ser reconfortante, aunque Maya sabía que detrás de esas palabras había un peso más grande: la presión de aparentar.Minutos después, un coche las esperaba en la entrada. Durante el trayecto, Elena hablaba sobre los asistentes importantes que estarían presentes, las oportunidades de conexión que podían surgir.
Capítulo 35 —La Estrategia Narrador:La luz del sol entraba tímidamente por las ventanas del apartamento de Maya, iluminando el espacio con un brillo cálido. Liam estaba sentado a la mesa del comedor, con una taza de café humeante entre las manos. Su postura relajada contrastaba con la seriedad de su mirada, fija en Maya, quien, aún en pijama, revisaba algunos papeles de la ONG.—Necesitamos un plan —dijo él de repente, rompiendo el silencio matutino.Maya levantó la mirada, sorprendida.—¿Plan? ¿Para qué?Liam dejó la taza sobre la mesa con un movimiento decidido y se inclinó hacia adelante, sus codos apoyados en las rodillas.—Para manejar esto. A Tomás, a mi madre, a todo lo que nos rodea. Si no somos estratégicos, vamos a cometer errores.Maya ladeó la cabeza, intrigada pero también ligeramente desconfiada.—¿"Esto" incluye nuestra relación? —preguntó, con un tono que mezclaba curiosidad y reproche.Liam le sostuvo la mirada, y una leve sonrisa apareció en sus labios.—Especialme
Capítulo 36 —Eres un mal*dito problemaNarrador:Liam estaba sentado en el sofá, con el teléfono apoyado en su oído y una mano descansando en el brazo del sillón. Su tono era relajado, casi encantador, y la ligera sonrisa en su rostro hizo que Maya sintiera un nudo de celos formarse en su estómago.—Fernanda, qué bueno que me devolviste la llamda... —dijo, su voz cargada de una amabilidad que Maya no podía soportar. —Ella permaneció de pie al principio, escuchando cómo él seguía la conversación. Pero cuando lo escuchó reír suavemente, algo en su interior se encendió. Caminó hacia él, sus pasos lentos pero decididos, hasta que estuvo frente al sofá. —Claro, me parece una excelente idea. Podemos cenar mañana… —continuó Liam, sin notar de inmediato que Maya estaba ahí. Sin decir una palabra, Maya se inclinó y deslizó sus manos por el pecho de Liam, empezando a desabotonar su camisa con una lentitud calculada. Él la miró sorprendido, pero no dejó de hablar. —Un momento, Fernanda —dijo, cu