El aire se vuelve denso. Las miradas se entrecruzan como espadas afiladas, listas para cortar en cualquier momento. El silencio se adueña del ambiente, mientras Eleanor siente el peso de las miradas sobre ella, cada una de ellas apuntando a su figura como si se tratara de una intrusa en su propio hogar.Patrick, por su parte, se encuentra atrapado entre dos fuegos, intentando mantener la compostura en medio de la tensión que ha surgido en el ambiente.- ¿Entonces usted es parte de la familia Miller? - pregunta el padre de Erika. - Es una larga historia. - responde Eleanor. - Además de ser la dueña de esta casa soy la CEO de Miller Company CA.El padre de Erika frunce el ceño sin entender mucho de lo que está sucediendo.- Encantado. - dice tomando la mano de la señorita Grant depositando un beso sobre ella.- El placer es mío, señor. - dice Eleanor dándole una mirada rápida a Erika quien la veía con ganas de aniquilarla. - Pero aún no he me ha dicho su nombre. - Arthur Narváez. - se
a noche cae suavemente en la hacienda Villa del Sol, mientras el sol se despide en el horizonte con un desfile de colores cálidos y brillantes. Las viñas se mecen suavemente con la brisa nocturna, dejando un aroma dulce en el aire.La oscuridad llega en un velo de misterio, pero la luna llena ilumina con su luz plateada el paisaje, creando sombras y reflejos en los surcos de la tierra y las hojas de los árboles.Los murmullos de los viñedos y el crujir de las ramas secas en la brisa crean una banda sonora única para la velada.Eleanor baja al despacho para terminar algunos asuntos pendientes. La habitación está sumida en la oscuridad, solo la luz de la luna que entra por la ventana ilumina levemente el ambiente. Se dirige a su escritorio y enciende la lámpara, llenando el espacio de una suave luz dorada.Eleanor se sienta en su silla de cuero y comienza a revisar algunos documentos importantes. Afuera, el viento sopla suavemente y se escucha el sonido de las hojas de los árboles movié
Eleanor se despierta temprano en la mañana, todavía sintiendo todas las emociones de la noche anterior con Patrick. Mientras se prepara para el día, su mente sigue dando vueltas en torno a lo que había pasado y lo que podría haber pasado. Se pregunta si hizo bien al aceptar la apuesta, y si debería haber sido más cuidadosa en sus decisiones.Siempre se recriminaba el hecho de ver el alcance que tenía Patrick en su vida, pero sabía que no podía luchar contra el amor que le guardaba.Cuando está lista para salir, decide que lo mejor es evitar a Patrick por el momento. Sale de su habitación temprano para ir hacia Miller.Finalmente llega a la oficina, donde comienza a trabajar en sus proyectos del día. La concentración la ayuda a mantener sus pensamientos en orden, y poco a poco comienza a sentirse más tranquila.Erick llega a la oficina de Eleanor, toca la puerta y espera pacientemente a que ella le permita entrar.- Adelante, Erick - dice Eleanor desde adentro.Erick entra en la ofici
Eleanor guía a Arthur por las diferentes áreas de la empresa, mostrándole los departamentos uno a uno, explicándole cómo funcionan las diferentes áreas y cómo se integran para que la empresa funcione eficientemente.- Esta área es una de las más importantes para nosotros. Aquí es donde nacen debatimos las ideas que pueden cambiar el rumbo de la empresa. - comenta Eleanor.- Impresionante, realmente impresionante. - responde Arthur con una sonrisa.Arthur presta atención a cada palabra que Eleanor vocifera, parece particularmente interesado en todo lo que incluyeLuego lo dirige hacia la azotea enseñándole el helipuerto.- Acá recibimos a nuestros clientes VIP.- Realmente han pensado en todo. - exclama Arthur al ver el lugar.- Así es, señor Arthur. La comodidad y satisfacción de nuestros clientes es una de nuestras principales preocupaciones.Eleanor se detiene por un momento, observando el horizonte desde la azotea mientras el viento le despeina el cabello. Arthur la mira con curios
Eleanor se adentra en el sendero de la hacienda, sus ojos observan cada detalle del paisaje que la rodea. Los árboles se mueven suavemente con la brisa, mientras que el sol resplandece en el cielo. Cada vez puede observar los racimos de uvas cuelgan pesados de las enredaderas.La señorita Grant llegó a la casa y abrió la puerta con un suspiro. El ambiente era cálido y acogedor pero sólo era el lugar ya que sabía que día a día tenía que lidiar con todos los problemas.Caminó hasta la sala de estar y se dejó caer en el sofá con un suspiro.Erika entra en la sala de estar con paso firme y determinado, sus ojos se posan en Eleanor con molestia evidente. La tensión en el ambiente es palpable y se puede sentir la hostilidad que emana de la otra mujer.- Ayer lograste lo que querías. - dice.Eleanor la observa en silencio con hastío.- Sabes perfectamente el porqué lo hice. - contesta la señorita Grant.- Porque no soportas la idea de saber que perdiste ante mí. - Si a ti te parece una vic
El sol comenzó a descender lentamente, tiñendo el cielo de naranja y rosa. La brisa fresca del atardecer soplaba suavemente. Las luces de la Hacienda se encendieron una a una, iluminando la casa. A medida que la noche avanzaba, la tranquilidad se hacía más que presente.En el salón de la Hacienda, Eleanor y su madre se encontraban sentadas en cómodos sillones frente a la chimenea encendida, disfrutando de una copa de vino. El crepitar del fuego y el sonido suave de la música de fondo creaban un ambiente acogedor y relajado.La madre de Eleanor rompió el silencio con un suspiro mientras veía el cansancio en los ojos de su hija.- No tienes buena cara. - Ni que lo digas. - respondió Eleanor, con su tono de voz que afirmaba su agotamiento.- ¿Me vas a contar lo que te sucede? - pregunta Cassandra. - Aunque, con solo mirar tus ojos me atrevería a apostar que tiene que ver con Patrick Miller.Eleanor se recostó en el sillón fingiendo mientras se, lleva la copa de vino a sus labios.- Te e
El reloj y el cielo se sincronizaron anunciando un nuevo día, Eleanor y Patrick salieron de casa con sus maletas y mochilas empacadas, se dirigieron hacia el auto que estaba estacionado en la entrada. Cargaron todo en el maletero y se aseguraron de que nada quedara fuera de lugar.La señorita Grant lucía radiante, su cabello caía en ondas suaves sobre sus hombros y su piel parecía brillar bajo los primeros rayos del sol.Vestía una blusa blanca de algodón con un par de pantalones de mezclilla ajustados que realzaban su figura. Llevaba un par de botas marrones de tacón alto que hacían resaltar sus piernas esbeltas y largas.Eleanor tenía una belleza natural que irradiaba por sí sola, pero ese día parecía aún más radiante o al menos así lo notó Patrick quien no dejaba de contemplarla con deseo.- ¿Estamos listos? - preguntó ella. - Eso creo. - dijo cerrando la maletera.Patrick se había vestido de manera elegante pero informal. Llevaba una camisa blanca de manga larga con un par de pan
Eleanor deja soltar un suspiro, sabiendo que no tienen otra opción, así que deciden tomar la habitación. El recepcionista les entrega las llaves y les indica la dirección de la recámara.Ambos caminan en silencio sin profesar ni una palabra en el elevador.Eleanor prefiere mirar a todos lados antes que mirar a la cara a Patrick. ¿Cómo iba a poder dormir en la misma habitación con el hombre que amaba y deseaba?No decidieron ir a otro hotel porque estaban cansados y no conocían más allá para ubicar otro lugar para pasar la noche.El destino definitivamente debía estar jugándole malas cartas.Ambos entraron en la habitación observando los detalles y acabados de la misma que suponía ser un espectáculo si fuesen un matrimonio en una luna de miel, pero ellos no lo eran...Patrick cerró la puerta tras de él en silencio viendo como Eleanor no dejaba de ver la cama matrimonial.- Definitivamente no podemos dormir así.- Lo hemos hecho antes, no supondrá ningún problema. - explica Patrick suav