Julie se rio y le recordó a Roman en un tono frío. “Cuando te promoví, tú también solo eras un novato. Sin mi recomendación, ¿realmente crees que hubieras sido lo suficientemente capaz de caminar en esa pasarela?”.

Le mostró sin rodeos las reglas tácitas de la industria.

Si ella podía elevarlo hasta el cielo, también podía dejarlo caer como si fuera una patata caliente.

“Ciertamente, la habilidad es importante, pero cuando se trata de personas como tú, que tienen la habilidad pero siguen batallando, fuiste el único que destacó de entre los demás. Roman, eres el primer novato que ha firmado con mi compañía. Dije que no escatimaría en esfuerzos para ayudarte, y cumplí con mi palabra”.

Julia sonrió mientras su tono se volvía frío.

“Sin embargo, a partir de hoy, estás por tu cuenta…”.

En ese momento, ella ni siquiera quería decirle las palabras ‘terminemos’. Simplemente se rindió con él.

Ella sonrió y se puso de pie, mirando a Nicole. “Vamos. No puedo dejar que vengas aquí por nad