Kai y Nicole se sentían como si fueran decoración. Sus rostros estaban rígidos de sonreír, pero aún tenían que seguir sonriendo y saludar a los invitados.

Nicole ni siquiera sonreía tanto cuando estaba con socios comerciales. Sentía como si estuviera a punto de tener calambres faciales.

Kai era un actor de cine famoso, quien tenía una imagen distante y noble y era adorado por todos; y aún así estaba sujeto a esta tortura.

Después de la presentación de varios familiares, Floyd también sentía que tenía la boca un poco seca.

Afortunadamente, el mayordomo tuvo mucho tacto al entregar una taza de té. "Presidente Stanton, el café y los refrescos ya están listos...".

Floyd rápidamente les dio la bienvenida a la casa.

“Rápido, rápido… Por favor entren. ¡Siéntanse como en casa!”.

Floyd luego bebió una gran taza de té.

Luego, sin cambiar su rostro, Floyd llevó a Nicole y Kai al interior.

Floyd presentó apresuradamente a su hija de quien él estaba más orgulloso.

“Esta es la Pequeña N.