Julie no podía evitar reírse. Al ver que Nicole estaba a punto de voltear la mesa, ella se apresuró a aliviar la situación.

“K, la Pequeña N ha esperado tanto tiempo por tu arte del café. ¿Cómo pudiste olvidarte de este paso?”.

Kai frunció el ceño y miró a su hermanita problemática.

Ya que Julie lo solicitó, él no podía lidiar con eso tan fácilmente.

"Está bien, dibujaré uno para ti...".

Nicole sonrió y resopló con frialdad. “¡Quiero un búho!”.

Las manos de Kai se pusieron rígidas. '¡No sé cómo dibujar un búho!'.

Kai había practicado docenas de veces para el petirrojo de Julie antes de poder hacerlo.

Su rostro cambió dramáticamente, y casi quería voltear la mesa.

'¡Esta Pequeña N solo sabe hacerme quedar mal! ¡Sabía que no debía haber puesto mis esperanzas en ella! Si mi felicidad está en sus manos, ¡probablemente estaré soltero de por vida!’, pensó Kai.

El ambiente estaba en silencio.

Las risas de abajo y el incómodo silencio de arriba formaban un contraste extremadamente m