Nicole miró a Nathaniel con franqueza. Ella no tenía ningún uso para su persona o su corazón, por lo que no lo quería.

Además, el profundo afecto del que hablaba Nathaniel era solo por su dinero, por lo tanto Nicole no sentía mucha carga psicológica.

Sin decir una palabra más, Nathaniel tomó este dinero para apagar el fuego que en sentido figurado estaba quemando sus sueños.

Julie y Yvette, quienes habían escuchado su conversación antes, no pudieron evitar estallar en carcajadas.

Yvette le dio unas palmaditas en el hombro a Nicole.

“Chica, hablaste como una verdadera p*rra rica…”.

Nicole se movió el cabello. “¡Yo soy una p*rra rica!”.

El sonido de la música era ensordecedor.

Todos el mundo se estaban divirtiendo ocupándose de sus propios asuntos y no pensaban en entrometerse en los asuntos de los demás.

Nicole había bebido demasiado y se sentía un poco mareada, así que quiso lavarse la cara y tomar un poco de aire fresco para recuperar la sobriedad.

Sin embargo, cuando abrió